121 – León Febres-Cordero en Buenos Aires: Como embotellar las lagrimas del diablo – 21 de junio de 2022
León tiene 5 años viviendo en Argentina. La decision de crear «Lagrima del Diablo» vino por la necesidad de seguir comiendo picante y desarrollar un negocio durante la pandemia.
Si quieres saber mas sobre su trabajo, visita @lagrimadeldiablo en Instagram
Duración: 23 min 32 seg
ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
120 – Miguel Rivas en Nueva York: Cada cerveza tiene una historia, cada historia tiene una cerveza.
7 de junio de 2022
Miguel nació en los Estados Unidos, creció en Venezuela, vivió en París, y Miami. Los últimos 22 años los ha pasado en Nueva York. La curiosidad por las cervezas trapenses (trappist beer) lo llevó a convertirse en un fotógrafo especializado en las historias de las personas que hacen posible la cerveza.
Si quieres saber mas sobre su trabajo, visita @thebeertrekker en Instagram
Duración: 45 min 43 seg
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LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
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119 – Tomás Delfino en Bogotá: Un camino de 13 años para ganar el mundial de cerveza.
31 de mayo de 2022
Tomás vivió 13 años en Venezuela, y lleva 13 en Colombia. Toda su vida laboral y profesional ha estado dedicada a la cerveza. Hace pocas semanas una de sus cervezas ganó medalla de oro en la copa mundial de cerveza. La primera para Colombia.
Duración: 24 min 09 seg
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118 – Rodrigo Flores en Buenos Aires, Argentina: Conocer el trabajo cervecero a todos los niveles. 24 de mayo de 2022
Rodrigo es un Ingeniero de Producción (y Maestro Cervecero) que lleva casi 7 años viviendo en Argentina (Buenos Aires y Bariloche). Durante su viaje por su nación adoptiva, ha tenido la oportunidad de conocer el proceso de producción de la cerveza a todos los niveles.
Duración: 26 min 53 seg
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117 – Alfredo Sandoval en Montevideo: La profesionalización hace una diferencia
17 de mayo de 2022
Alfredo es co-fundador de Avante Brewing. En este episodio nos cuenta cómo en los últimos siete años ha podido construir un espacio vital en Uruguay.
Para saber mas sobre su trabajo visita:
www.avantebrewing.com
Duración: 27 min 49 seg
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116 – Román Jove en Madrid. Cada cerveza evoca un momento
29 de marzo de 2022
Román es fundador y Gerente General de Cervecera Península. En octubre de 2021, Román nos recibió en las instalaciones de Cervecera Península y luego de conocer la planta nos sentamos en el patinara grabar esta entrevista.
Para saber mas sobre su trabajo visita:
www.cervecerapeninsula.com
Duración: 16 min 13 seg
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115 – Carlos Castro en Toronto. Cerveza Miss Latina; Solo los valientes consiguen lo mejor. 21 de marzo de 2022. LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
Duración: 41:33
Carlos cumple ocho años de llegar a Canadá el día de hoy. En esta entrevista nos cuenta cómo nació la inspiración de crear la cerveza Miss Latina mientras limpiaba las gradas del estadio de baseball. También nos comparte todos los significados que se esconden en la marca y el producto Miss Latina.
114 – Ignacio Castro en San José de Costa Rica. La Cerveza es una patria en sí misma. 20 de marzo de 2022. LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
Duración: 46:52
Hace varios años Ignacio Castro ganó una apuesta que lo llevó a convertirse en maestro cervecero. En este episodio nos cuenta como fue su transitar del derecho a los negocios (y de los negocios a la cerveza) mientras iba construyendo arraigo en Costa Rica.
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113 – Isa Neuman en Madrid. Programa Especial – Natalicio de Andrés Bello. 29 de Octubre de 2021.
Isa tiene 25 años viviendo en Europa. Inicialmente llegó con su marido a Portugal y actualmente reside en España. En esta conversación (grabada en las cal
111 – Marelis Loreto en Guayaquil. Todavía nos parecemos mucho. 4 de octubre de 2021
Marelis protagonizó de nuestro episodio inaugural en 2018. 111 episodios después quisimos actualizar su historia y profundizar en las lecciones aprendidas.
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109 – Mirna Chacín en Toronto. Elegía para almas en espera. 17 de septiembre de 2021. LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
Duración: 26:12
Mirna es una artista visual con fuerte inclinación a la fotografía desde 1989 (Puedes conocer su historia escuchando el episodio 28: https://share.transistor.fm/s/6185c1ae) . En este episodio especial, nos cuenta la historia de su nueva exhibición “Elegía para almas en espera” a estrenarse el xxxx de septiembre en Cloverdale Common (Cloverdale Mall 250 The East Mall, Toronto, ON M9B 3Y8). La exhibición estará abierta hasta el 30 de diciembre y se puede participar en línea siguiendo este enlace: https://www.mirnachacin.com/almas-en-espera-proyecto-participar
Para saber más sobre Mirna Chacín visita estos enlaces
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108 – Rómulo Colmenares en Saint Paul, Minnesota. El Show del Chamo. 31 de agosto de 2021 Duración: 38 minutos 04 segundos
Rómulo tiene cinco años viviendo en Saint Paul, y llegó decidido a buscar una oportunidad en la radio. Actualmente conduce el programa gloabal “E; Show del Chamo” en Latin Evolution Radio y es un emprendedor a tiempo completo.
Para saber acerca del trabajo de Rómulo, sigue estos enlaces:
@latinevolutionradio
ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
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TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES
107 – Mariale Soucre en Costa Rica, Mezzé, Color y Felicidad.
16 de agosto de 2021
Duración: 33 minutos 50 segundos
Mariale Soucre es la fundadora de La Mezzería. Un emprendimiento enfocado en la comida mediterránea en San José, Costa Rica. Su prioridad es producir comida fresca, sin preservantes, y elegante desde la simplicidad. Empezó en bazar ocasional, hoy ya genera cuatro empleos directos.
Para saber acerca del trabajo de Mariale, sigue estos enlaces:
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TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES
106 – Alejandra Ron-Pedrique en Madrid. La radio es un regalo.
28 de julio de 2021
Duración: 21 minutos 36 segundos
Directora de Cultura Emprende en Radio Intereconomía y de Urban Lab Madrid. En esta conversación hacemos seguimiento al episodio 32 de LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS mientras tomamos la temperatura al espíritu emprendedor en España.
Para saber acerca del trabajo de Alejandra, sigue estos enlaces:
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Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES
105 – Luis López-Hansen en Mississauga, Ontario. Siempre creer en tu proyecto.
23 de julio de 2021
Duración: 27 minutos 19 segundos
Luis llegó al mundo de las renovaciones inmobiliarias por casualidades de la vida. En este episodio nos explica las complejidades del mundo comercial en Canadá y los desafíos de establecer una reputación profesional.
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104- Héctor Arreaza en Bakersfield, California. Siempre creces al intentar algo nuevo.
TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DELOS EMPRENDEDORES
104 – Héctor Arreaza en Bakersville California. Siempre creces al intentar algo nuevo. 14 de julio de 2021
Héctor es médico de familia y tiene siete años viviendo en Estados Unidos. En esta entrevista nos relata sus experiencias como conductor del podcast “Rio Bravo Q-Week” un programa dedicado a la educación médica en idioma inglés.
Duración: 28:38
///
Transcripción (sin corregir)
René Mendizábal: 15 de julio de 2021, 7 de la mañana en Toronto, el episodio 104 de los trabajos y los días, continuando con la segunda serie de los emprendedores. Para eso hoy nos acompaña desde Bakersfield en California, el Doctor Héctor Arreaza, médico de familia y creador productor, conductor del podcast Río Bravo Q-Week. Héctor, bienvenido a los trabajos y los días, muchas gracias por aceptar nuestra invitación.
Héctor Arreaza: Muchas gracias a ti, René. Para mi es un honor estar aquí contigo conversando, porque soy fiel seguidor de tu podcast y me he divertido mucho con tantos invitados que has tenido. Entonces se me da mucho gusto que me hayas invitado.
RLM: Héctor Tú, tú tienes una historia interesantísima en los Estados Unidos que más o menos 14 años, el mismo tiempo que tengo yo en Canadá. Algo similar. Tú saliste de San Juan de los Morros. Estudiaste
HA: C.
RLM: Medicina en San Juan de los Morros? Te fuiste de misionero a Utah si yo entendí bien nuestra de nuestra última conversación a Salt Lake City. Allí el plan era estar un par de años como misionero. Pero te casaste. Te quedaste. Te reconectarte con la profesión médica. Estando Yuuta y eventualmente una oferta de trabajo te llevó a California, a Bakersfield, en California, con toda la familia.
HA: Me correcto.
RLM: Y ya tienes años ahí. Tú me contabas que la gente llega a Becca subir pensando que va a estar un rato nada más y ya tú estás echando raíces con todas las de la ley en Bakersfield.
HA: C.
RLM: Por qué no nos cuentas cómo fue tu llegada? B. Keswick, que fue lo primero que pasó por tu mente cuando llegaste? Y cómo ha sido tu evolución estando allí?
HA: Se mira yo llegué a BHS en el año dos mil catorce. Había vivido ya un año en Los Ángeles porque me aceptaron en la Universidad de California, Los Ángeles que seducirle, la universidad muy prestigiosa en California, pero también a nivel mundial. Entonces me aceptaron esa universidad en una de una beca y estuve viviendo en Los Ángeles por un año, casi un año, y me aceptaron un programa de residencia en Medicina Familiar, a quien vacacio. De lo cual estuve muy agradecido porque tuve mucho tiempo tratando de entrar a un posgrado de medicina aquí en Estados Unidos. Porque entrar a un posgrado realmente no es tan fácil. Hay muchos que quizás en Venezuela no están escuchando que que quisieran venir a hacer un posgrado a Estados Unidos. Y bueno, si es posible, porque de hecho todos los años miles de de personas que venimos de otros países logramos entrar a un posgrado aquí, pero es bastante complicado. A mí me tomó ocho años, un poquito se dice fácil, pero para mí fue mucho. Hay personas que lo pueden lograr de repente en seis meses o un año, pero a mí me tomó ocho años
RLM: Ok, 8
HA: Porque me
RLM: Años
HA: Faltaba
RLM: Para
HA: Quizá.
RLM: Entrar en el posgrado y poder comenzar a hacerlo muy bien. Esta oportunidad apareció en Bakersfield. Y cuando uno habla de California hay dos cosas que se le vienen a la mente. Por un lado Hollywood, las estrellas de cine, los estudios y por otro lado la
HA: Norma.
RLM: Tecnología en San Francisco, Silicon Valley y todo eso. Bakers Will,
HA: C.
RLM: Como encaja en esos estereotipos que tenemos al calefón?
HA: Bueno, Califórnia, como te mencionaba anteriormente, tiene tres divisiones principales. Yo lo llamo los tres paises de California, el país del norte, que es el país que la tecnología de San Francisco de la Bahía. Tenemos el país del Sur, que es donde está Los Angeles, Hollywood y San Diego. Entonces es un país, digamos, el país del sur, el país que más se conoce a nivel mundial y el país del centro, que es el país menos civilizado, quizá con menos desarrollo, donde más que todo tenemos agricultura, ganadería y si somos prácticamente el el, cómo decirlo? El conuco de Estados Unidos, porque aquí es donde se crece o se cultiva todo lo que se consume en este país. O musa de la fruta y la hortaliza y las verduras se consumen pero se cultivan aquí y se consumen tól en todo el país y en muchísimas partes del mundo. Entonces en ese país, en el país del centro, que es el más agrícola, es donde yo me encuentro de cierta forma. Me mudé del estado Guárico, que es un estado agrícola en Venezuela, a un estado agrícola. A quién? A quién? Estados Unidos. Y bueno, vacacio? E tiene una población muy variada, pero la población latinoamericana procede principalmente de México, El Salvador y de Guatemala. Y este este en algunos venezolanos, por más que todos ligados con el área petrolera. Porque también así como me mudé de Venezuela a un país petrolero, me mudé a un condado petrolero aquí que es el condado de Kern. Y aquí algunos venezolanos que están trabajando en el petróleo también. Si.
RLM: Entonces hay ganadería, hay petróleo y no tienen nada que ver ni con el cine ni con la tecnología. Es el granero de los Estados Unidos. Y ahí estás tú, ejerciendo medicina como parte de eso. Entonces aparece el podcast Río Bravo IWW Wyck y la primera pregunta sería de dónde sale el nombre? Y después de qué se trata tu podcast?
HA: Sí, bueno, Rio Bravo Wyck a Río Bravo. Proviene del nombre que se le dió en español o los españoles. Los conquistadores dieron al río de Kern que el río principal que atraviesa a lo largo de este condado se llamó Río Bravo por los españoles. Ahora se llama Río Cairn, que después los ingleses, al tomar posesión de estas tierras, le dieron otro nombre. Pero entonces el creador, programa de residencia o de posgrado, quería mantener ese ese sabor mexicano, ese sabor latinoamericano. Entonces se mantuvo el el nombre en español Río Bravo. Pero aquí, por supuesto, hay mucha gente que me pregunta si hablamos inglés en el programa. Por supuesto, el programa se sense en inglés porque toda la educación médica que se lleva a cabo en los Estados Unidos se lleva a cabo en inglés. Entonces, esa es la primera parte del nombre Río Bravo. La segunda parte, Keswick, es una es una manera de decir semanalmente en términos médico, cada vez que colocamos la palabra QU€ seguida de una palabra, por ejemplo, un período de tiempo, por ejemplo, Keswick significa semanal qiw day o cada día sería diario. La letra qu 4 horas significa cada 4 horas. Entonces Río Bravo cada semana prácticamente le decimos que es la dosis semanal de conocimiento médico para nuestro residentes y estudiantes de medicina.
RLM: Mira, aquí te estoy escuchando, lo tengo en Wikipedia o viene del latín como abreviatura médica de la palabra qwue q.e y quiere cica tantas y tantas horas, cada tantos días, cada tantas semanas. Entonces bueno, aquí que el cu wicket semanalmente, entonces es un podcast semanal. Me imagino que Wyck de que va tu podcast?
HA: Si este podcast lo ideamos, no lo ideé pensando exclusivamente en educación médica. Los residentes, mis residentes son de medicina familiar. Yo me inspiré en una conferencia que fui en Portland, Portland, Oregon. Estuve. No, no fue por la NORE y con perdón es la otra ciudad. Bueno, queda en el oeste, en el noroeste de Estados Unidos. Este ya me vanni el nombre, te lo digo. Pero bueno, fui a esa ciudad y estuve en una conferencia médica de educación médica y mucho. Habían muchos, muchos proyectos y a mí me interesó mucho encontrar una manera innovadora de enseñar medicina familiar a mis residentes, a mis estudiantes de medicina. Nadie presentó ninguna edad de pocas, pero pensando en Hesham, en ese formato de que es flexible, de que es fresco, de que es fácil de escuchar, lo puedes poner en cualquier momento. Estás haciendo ejercicio, hasta estás manejando, estás haciendo compras, lo que sea. Entonces dije Bueno, por qué no crear un programa en esta plataforma que le permite al Residente estudiar un tema sencillo, que sea una discusión amena, una discusión interesante y así este tratar de incorporar principios de medicina mientras estamos haciendo cosas cotidianas de la vida cotidiana. Entonces por eso hice ese post, ese podcast y bueno, tuvo muy buena recepción entre los residentes, entre los estudiantes. Quizás el ánimo se ha ido apagando un poco, porque si yo estoy allí siempre pidiéndole por favor, más vamos a hablar de de Errejon y inhalé, vamos a hablar de hipoglicemia, vamos a hablar de de hipermetropía entonse jeje esto se si lo reciente ya había el doctor Arreaza aquí a pedir una que otro tema, pero la verdad es que yo lo disfruto mucho y yo sé que ellos también lo están disfrutando mucho. Entonces hacía muy gratificante para mí, para mi programa, tener ese programa de de pocas.
RLM: 2 Escuchó decir que es no es un vodka de entretenimiento, es un podcast sobre educación médica. Es una herramienta, mejor dicho, para educación médica, para beneficio de los residentes, para beneficio de cualquier otro estudiante de medicina o persona interesada. La medicina que hoy lo quiera escuchar me llama mucho la atención que lo hace en idioma inglés y es algo que siempre es fuerte para todos nosotros. Los profesionales que vivimos en otro país nos expresamos en un segundo idioma. Atreverse a a tomar la palestra pública, a hablar en público o salir en un video, dar una presentación, hacer cualquier cosa que implique exponerse comunicándose en el segundo idioma. Cómo fue para ti tomar la decisión de hacer un podcast en tu segundo idioma? Cómo ha sido recibido? Qué desafíos te has encontrado?
HA: Se mira no, no fue fácil para mí tomar la decisión, pero. En realidad lo hice porque sentía esa misión personal de educar a no solamente a mi residente, sino a cualquier persona que estuviera escuchando el podcast. Yo sé que me metí en un mercado un poco competitivo porque bueno, no ganamos ningún dinero con eso, pero sí existen muchos podcast médicos de alta calidad aquí en los Estados Unidos, pero yo lo hice con mi programa en mente, pues tenía esa misión personal de poder educar, de brindar un mensaje positivo para mi residente. Por eso decidí hacer y bueno, el acento. Por supuesto, nunca se me va a quitar. Así que dije bueno, qué más lo vamos a hacer. Vamos a ver cómo sale. Y bueno, lo que sí decidí fue hacer un guión.
RLM: E.
HA: No es como este que estamos haciendo, que sale muy natural, muy con mucho vocabulario propio. Tengo que tener un guión, a pesar de que no lo leo estrictamente palabra por palabra. Si tengo como un esquema de lo que vamos a decir, este y muchos de mis invitados, muchos de mis residentes también son hispanohablantes que tienen inglés como segundo idioma, entre ellos muchos cubanos. Entonces este sí tenemos un guión, el cual no seguimos al pie de la letra, pero sí lo utilizamos como guía. Y fue un desafío, sí, bastante satisfactorio al final, porque es algo diferente a lo que es, como salir de tu área de comodidad, de tu zona de confort y tratar de hacer algo distinto. Y cada vez que uno hace algo distinto, cada vez que uno trata de salir de esa zona de confort, uno siempre crece como persona, como profesional. Entonces pienso que. Que ese sería mi mensaje para para aquellos que están pensando salir de esa zona de confort. Que lo hagan. Que no sientan ese. No sientan vergüenza o no sientan que hay. Que de repente no pueden hacerlo. Porque siempre habrá un crecimiento positivo. Cuando intentas algo nuevo.
RLM: Siempre algo positivo cuando intentas algo nuevo. Tú intentaste esto nuevo para ti. Qué satisfacciones entonces te deja?
HA: Mira, muchas de muchas satisfacciones. Ya tenemos 60 episodios y de esos yo siento que en cada episodio he aprendido algo nuevo. De hecho, el el slogan que ponemos al final del podcast es eh! Está inspirado en ese refrán que tenemos en español que no te acostarás sin aprender algo más. Entonces siempre aprendo algo nuevo. Soy pro residente. Me enseñan algo a mí y yo le enseñó algo a ellos. Yo siento que es intercambio de opiniones, de información, de ideas. Ha sido lo que más satisfacción me ha traído, de hecho. Como publicamos los guiones, este también me ha servido a mí como un buen centro de referencia para mí mismo, porque a veces, de repente pienso sabes que Claudia Carranza dijo que la hemoglobina tenía que estar en este rango cuando tenemos un una enfermedad renal terminal? Entonces voy y lo busco porque tengo la opción de buscarlo y allí me aparece la información y lo recuerdo. Entonces cierta forma ha sido como mi cuaderno de notas y lo utilizo con frecuencia, de hecho, por lo menos una vez al día. Lo consulto para buscar información que haya salido en el podcast.
RLM: Bueno, tienes 60 episodios, eso es muy, muy interesante, muy loable, porque hoy hay podcast de lo que sea y yo conozco gente que ha lanzado un podcast, pero por cantidad habrá gente que pase del décimo episodio con su podcast son muchísimo menos, gente que llegue al episodio número 50 son muchísimos menos. Especialmente porque mucha gente cree que en algún momento o encontrar un esquema de monetización y o tienes muy claro cómo lograr el esquema de monetización o simplemente decidiste que no lo vas a monetizar, que es lo que estás haciendo tú en lo que estoy haciendo yo. Y eso te permite seguir. Por un lado permite seguir, pero por otro lado también te hace preguntarte Vero, por qué estoy haciendo esto? Tú pareces tener esa claridad. Parece que entiendes que es para el beneficio de tu programa de residencia. Es una herramienta de documentación, de enseñanza, de discusión y de práctica, lo cual le da mucha resilencia también a tu proyecto.
HA: Si.
RLM: Entonces, 60 episodios, cuánto tiempo tiene el podcast cuando lo lanzaste por primera vez?
HA: Pero lanzamos por primera vez en marzo de 2020.
RLM: Mmmm.
HA: Fue justamente la semana antes de que comenzara la pandemia. No teníamos ni idea de que eso iba a suceder. Pero entonces la pandemia en sí fue como un poquito de estamos un poquito como atravesada, sabes? Porque era lo que se hablaba en todas partes. Tú encendías la radio, se veía la televisión, veía un video en Internet Today acerca del color coronà Virus. Y si lo mencionamos en el podcast. Pero no, no tratamos de enfocarnos en ese tema siempre, porque era un tema tan nuevo que decir cualquier cosa. Quizá corría el riesgo de meter la pata prácticamente. Entonces este yo preferí dejar ese tema un poquito al lado, menciona de repente las estadísticas. Cuántos casos había durante esa semana? Desde la cosa que iba saliendo por medio de la Sedes C y todo eso, pero no me enfoqué tanto en el coronà Virus. De hecho, grabamos un episodio de Corona Virus en la segunda semana al podcast. Y sí, efectivamente, como te dije, metimos la pata porque ese momento no se recomendaba usar máscaras, mascarillas, tapabocas. Entonces nosotros allí en esa época recomendamos a la población o a los residentes que no utilizaran tapabocas todavía, porque no se había descubierto que eso era una medida preventiva efectiva. Entonces, más adelante, por supuesto, tuve que ir a hacer alguna edición el escrito y poner allí como información histórica para que la gente sepa de que eso se hizo ya hace mucho tiempo. Entonces, por eso la pandemia quizás no fue el enfoque principal de mi época, sino que nos enfocamos en cosas cotidianas que veíamos normalmente, verdad? Personas con problemas de diabetes, personas con problemas de disfunción eréctil, personas con problemas de ojo rojo, por ejemplo, y así sucesivamente. Son temas muy cotidianos que vemos en el día a día de nuestra práctica médica, nuestro ejercicio médico como médico familiar. Esos son los temas que abordamos allí principalmente.
RLM: Ahora tiene que haber sido una gran tentación dedicar el podcast o enfocar el podcast en coronà Virus. Porque precisamente el podcast nace al mismo tiempo que nace toda la situación de pandemia. Hubiera sido una plataforma para hacer otras mucho más conocido. De alguna manera, pero también lo hubiera definido, lo hubiera puesto en una cajita. Cómo tomaron la decisión de resistir esa tentación?
HA: Se mira que yo yo escucho muchos podcast médico y cuando yo los escuchaba, ellos presenta las estadísticas, las de Tola, la Pato, fisiología de la enfermedad y los tratamientos que iban surgiendo. Yo me sentía como un poquito inadecuado para abordar esos temas tan profundos y de hecho tengo una amiga que era infectólogo y en algún momento pensé invitarla al programa para para discutir el tema, pero la verdad es que la información que salía era nueva todos los días, o sea, siempre había algo nuevo que contradecía a lo que se había dicho ayer.
RLM: Cosas cotidianas de la medicina familiar en Bakersfield, California, el Potas Río Bravo qyue Wyck con Héctor Arreaza, Héctor Si la gente hace esta pregunta posiblemente te la han hecho tú tienes tu familia, tienes tus hijos, tu resposable a actuar. Enseñanza en el programa Residencia Tubo de ejercicio de la medicina normal Te tardaste ocho años en en conseguir un posgrado. Lo conseguiste. Ya has hecho. Rehice. Estableciste tu carrera. Ahora te echas encima la iniciativa del podcast. Por qué tú? Eso a lo mejor lo podía haber hecho otra persona por tú. E inviertes todo este tiempo toda esta energía en esta iniciativa que. Pues sí, a lo mejor se lo podía dejar a un residente para que sea él o cualquier otra cosa. Por qué tenías que ser tú?
HA: Sí, mira, yo yo siempre he tenido como mucha curiosidad con la parte audiovisual. Yo nunca he tenido, eh, quizás alguna capacitación en esto y de hecho todas las personas o la mayoría que ve que hace un podcast no tiene mucha experiencia. Pero sí he sido muy curioso en cuanto a transmitir un mensaje. Me gustaba mucho teatro, me gustaba tocar instrumentos, a pesar de que nunca aprendí ningún tipo de instrumento en Venezuela, pero sí tomé clases de teoría y solfeo. Entonces siempre ha sido muy curioso con la parte de lo visual. Y siempre he querido tener un programa, un programa bien sea de radio, de televisión, donde podamos tener opiniones y todo eso. Entonces para mí fue como una oportunidad, ya que tenía los medios, tenía el tiempo, tenía el equipo, no, porque el equipo de hecho te pregunte a ti. Tú fuiste quien me guió para poder comprar el equipo necesario y entonces yo pienso que fue una oportunidad para mí para poder satisfacer ese deseo egoísta de egoísta a la vez altruista, de poder desarrollar un área en el cual siempre he tenido mucho deseo de desarrollarme, a pesar de que no tengo ningún tipo de entrenamiento. Así lo decidí. Por esa razón quería crecer en ese aspecto de la de la de las telecomunicaciones. Cómo lo llamaríamos al área audiovisual? Y por eso lo hice, por una satisfacción personal.
RLM: Cuál es el impacto que tiene tu podcast rior a Документы? Wyck Como mi ejes impacto.
HA: Mira, el impacto lo podemos dividir en el área personal mía, pero también el cada residente o cada estudiante de medicina que va a discutir conmigo en ese escritorio frente a los micrófonos, un tema en particular. Ellos también tienen un beneficio, pero también sé que muchos tenemos muchos oyentes en otras partes del mundo desde que nos siguen constantemente o que nos siguen regularmente. Entonces, cuando yo veo allí en las estadísticas que alguien nos está escuchando desde Australia o desde el Reino Unido, o de Irlanda, o de muchas otras partes del mundo, incluso en Latinoamérica, me brinda mucha satisfacción. De hecho, a lo publiqué un grupo de WhatsApp que son dos de mis compañeros de clase de la Universidad Universidad Rómulo Gallegos y ellos. Este ZM es comenzar a acosar al Poka, quizá como no lo entienden mucho, pero sí me da mucha satisfacción ver que mi país Venezuela es teníaque muy circulito de personas que me estaban escuchando allí. Entonces el impacto asió, a pesar de que que todo personal para mí y para mi residente también ha tenido un impacto global. Quizás no sea tan tan notorio en este momento, pero a mí por lo menos me da mucha satisfacción que nos escuchen en tantas partes del mundo. Y sí, pienso que ha sido un impacto positivo, tanto para mí como para el resto de las personas que nos escuchan.
RLM: Héctor, 14 años en Estados Unidos ya estaban varias en varias zonas de la geografía estadounidense, ha hecho una una gran cantidad de cosas. Si tú pudieras retroceder el tiempo sabiendo las cosas que ya sabes, tú vuelves a elegir Estados Unidos para vivir.
HA: Definitivamente, mira. Yo nunca pensé emigrar, como la mayoría de las personas que hemos salido de Venezuela, nunca teníamos esa, esa visión de que en este momento nuestra vida vamos a estar viviendo en otro país. Pero cuando yo pienso en las diferentes opciones que. Qué tendría yo de vivir en diferentes partes del mundo? Pero definitivamente Estados Unidos fue el lugar que me brindó a mí esa esa posibilidad de crecer en la parte humana, en la parte profesional, en la parte familiar. Porque conseguí una esposa maravillosa, que la amo y tengo dos hijos que están creciendo aquí en este país. Y la verdad es que he desarrollado mucho cariño a Estados Unidos en general, a pesar de que sí. Al principio yo pensaba que nunca me iba a ser. Me iba a nacionalizar como ciudadano estadounidense. Pero bueno, debidas a diferentes circunstancias que pasaron a mi vida, lo decidí hacer y es algo de lo cual no me arrepiento. Soy venezolano. Por supuesto, sigo siendo venezolano del Estado Warrick, personal de los Mohr, pero también he Estados Unido ha crecido dentro de mí. He echado raíces y he aprendido a amar a la gente de este país, a las personas que me han tendido una mano amiga, a los lugares donde he vivido, donde resido. Entonces siento que Estados Unidos, el país ideal para mí en este momento.
RLM: Bueno, y uno nunca pierde el primer agente, simplemente gana el segundo y crece en esa dirección, pero no significa que el que el anterior se borra simplemente. Pues ahora tienes dos kultura.
HA: Claro. Sí, definitivamente. Y y y bueno, como todo extranjero siempre nos asiente de aquí y de allá y de y y todo lo contrario también entonces. Pienso mucho en Venezuela. La guardo muy cerca de mi corazón. Tengo muy lindos recuerdos de mi universidad, de mi niñez en Venezuela. Un lugar tan lindo como Samán de Morros. Tan, tan tranquilo, verdad? Quizás un pueblo, pues comparada con los estándares de otras ciudades en Venezuela. Pero si lo guardo muy cerca al corazón, pero también en mi corazón. Tengo un lugar para Selleck City. Un lugar para Westbury City que queda en Yehudá también Park, Ciri hace y California. Los chanchadas de entonces? Siento que sí. Es una mezcla que pienso que a todos nos pasa, pues tenemos este corazón híbrido, un corazón que está partido en dos. Y bueno, es algo que nos ha tocado vivir. No lo escogimos, pero nos ha tocado vivir y ya. Y a que hay que vivirlo con con la mejor energía posible para lograr lo que uno tiene. Porque yo creo mucho en las misiones, en la vida. Pienso que todos tenemos misiones que tenemos que cumplir. Y si yo cumplí mi misión en Venezuela y quizás en el futuro pueda regresar y cumplir más misiones en Venezuela prontamente en una misión que cumplir aquí en Estados Unidos, una parte educativa enseñará a muchas personas a tocar el corazón de algunas persona, ayudar al desarrollo de algunas áreas porque se trabaja de mucha área en Estados Unidos que están desprovistas de servicios médicos, por ejemplo. Siento que he tenido una misión que cumplir en este país, así como tuve una misión que cumplir en Venezuela en su momento. Y nada, yo estoy aquí disponible para para ser instrumento porque yo soy creyente en Dios e instrumento en la mano de Dios para para brindara felicidad a otras personas, para brindar algún tipo de apoyo y algún tipo de aliento dondequiera que yo me encuentre.
RLM: Héctor Ya para terminar, si alguien está siguiendo este podcast quiere empezar a escuchar Río Bravo, Wyck Dónde lo consigue?
HA: Nos pueden encontrar en cualquier plataforma de podcast, principalmente a Apopa, Cast, a Google Рамках, pero también en Spotify solamente coloca allí Río Bravo qu wyck como semana en inglés. Allí nos pueden escuchar todas las semanas en inglés. Y bueno, en algún momento voy a grabar algunos episo en español y tengo una amiga venezolana, una colega gastroenterólogo. Espero que ella se anime a poder grabar un episodio conmigo en español y en el futuro quizás tengamos un podcast también desde educación médica en español. Pero eso sí, ya está un poco en veremos porque tengo una amiga peruana que quiere crear un pocas en español. Espero que eso se pueda lograr también.
RLM: Perfecto, ojalá que eso suceda muy pronto. Héctor Arreaza en Bakersfield, California, creador y conductor del podcast Río Bravo, qiw Wyck, que está disponible en todas las plataformas para podcast. Gracias por aceptar nuestra invitación, por conversar con nosotros, compartir nuestra experiencia. Ha sido un privilegio para nosotros contar con tu compañía.
HA: Igualmente, René, sabes que estoy muy agradecido por todo lo que me ha brindado, porque sí me ha brindado como cierta tutoría gratuita. Me siento muy afortunada haberte encontrado porque así pude arrancar este podcast y pienso que en el futuro quizás tenga que crear un nuevo grupo, una nueva categoría dentro de tu época, que sean tus hijos tecnológicos, porque sé que hay muchas personas por allí que ha asesorado. Entonces pienso que muchos como yo estamos muy agradecido de tu podcast y de la guía que nos ha brindado.
RLM: Quiera Dios que si Héctor. Y que sigan los éxitos, que siga la perseverancia y tengamos muchos episodios más de Rio Bravo. Keswick Wyck A nuestra distinguida audiencia agradecerles por su sintonía. Recordarles que los trabajos y los días está disponible en los trabajos y los días puntocom. Todas las aplicaciones para podcast y nuestras redes sociales arroba trabajos días ha sido nuestro episodio 104 y desde Toronto René Mendizabal les desea paz y salud.
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ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES
103 – Angélica Pedrón en Bogotá. Tu visión es lo que te mueve. 3 de julio de 2021
Duración: 36 minutos.
Angélica llegó a Colombia hace tres años. Ella fué parte del grupo de migrantes venezolanos que viajaban por tierra e inspiraron la creación de este podcast.
A base de mucha disciplina, Angélica ha logrado retomar su emprendimiento como diseñadora de modas y actualmente se prepara para exportar bajo la marca Angélica Perdón.
Si quieres saber más de Angélica y su trabajo, visita @angelicapedron
ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
RLM: Hoy es 6 de julio de 2021, es el episodio 103 de los trabajos y los días 7 de la mañana en Toronto y continuábamos la segunda serie sobre los emprendedores con Angélica Pedrol, en la ciudad de Bogotá, en Colombia. Angélica, bienvenida a los trabajos y los días, muchas gracias por aceptar nuestra invitación.
AP: No, René. Gracias a ti por la invitación, por bueno tomarlos en cuenta. Por aparecer en el camino de trabajos de ese día y bueno, poder contar un poquito de nuestra historia y poder inspirar a más emprendedores.
RLM: Angélica Yo entiendo que tú tienes aproximadamente tres años viviendo en Colombia. Qué fue lo primero que pasó por tu mente? El día que llegaste a Bogotá, sabiendo que ya llegaste ahí para vivir?
AP: Bueno. Eh, es una pregunta que te da vuelta, eh? Porque una de las cosas o la primera que me pasó en ese momento que puse la frontera, eh? Fue pasarme un con su ejército y decir Angélica a comenzar. Pero no era comenzar de cero del todo, era comenzar. Desde la experiencia que me dejó me estaba dejando mi pa’i, eh? Aún así, yo iba a regresar en tres meses que llevo tres años. Bueno, eran porque. Porque eso era lo que tenía en mente en ese momento. Pero lo que iba a recibir Colombia o por lo menos Bogotá, era una mujer, pues es una mujer soñadora la que en el momento pisa esta ciudad y totalmente fría. Y ver qué? Que cada persona era algo un poco más lineal en su vestuario e un poco más clásica, tal vez un poco más frías en cierto modo. Puedo decir que no todas, pero sí en su mayoría. Pero fue lo primero que pasó por mi mente pasar de un swinger a decir Angélica, que nadie te conoce. Hay que comenzar, pero no es cero. Y bueno, de ahí partieron muchas respuestas, muchísimas Ren.
RLM: Bueno, Angélica. Y hay algo que tú y yo comentamos previamente. Yo lo he conversado en otros episodios de este podcast, en entrevistas que me han hecho a mí. La razón por la que nació, Los trabajos y los días es que hace aproximadamente tres años yo dejé acá de Toronto. Veían las noticias, una cantidad de venezolanos viajando de Venezuela hacia Colombia, Ecuador, Perú, etcétera, en autobús. Y yo entiendo que tú, tú llegaste pues en ese grupo de gente que yo vi en la noticia y muchísimas personas con buenas intenciones, con neutras malas intenciones, no sé, e hicieron mucho esfuerzo en presentar esa situación como problema regional, como fuiste tú recibida en Colombia. Cómo fue esa situación que te lleva a ti a convertirte en emprendedor?
AP: Bueno, la experiencia primero de tomar la decisión de irme en autobús Renes fue porque tenía que traerme mi segunda mano, que eran máquinas de coser. E iba a emigrar bajo un concepto al que todos llamamos emigrar, pero no era en base a pensar que yo me iba de vacaciones. No lo viví en ese punto de vista. Nunca lo había hecho. Nunca viví en otro país y en ningún momento simplemente era de vacas benignos ver el concepto como tal y que lo que era envidia y pasar ese viaje de tres días en bus. Gracias a Dios nos protegió zonas problemático e pasamos sin problema. Yo iba acompañada del esposo de mi amiga Kim residiendo acá en Bogotá. Y pues cuando llegamos me di cuenta que Angélica era una mujer. Era una mujer aguerrida. En mi casa había un concepto de Angelika muy, muy mujer, muy, muy digámosles, muy delicada, muy sensible. Y no se imaginaron que yo podía dar ese paso. Cuestón marinadas alucinaron que yo voy a viajar en avión. Pues como todo el mundo, pero yo no voy a dejar máquinas de coser y nagyon en un maleta. Entonces dije vamos siempre, pues me he considerado una persona que va a lo que va. Y creo no me detuvo, no me tuó absolutamente nada, sino las ganas de emprender. Y mi emprendimiento surge en Venezuela, como ya te había comentado. Pero esas ganas de emprender en otras fronteras, en otro país, en otra ciudad, era esa misión, esa visión de cincho. Quiero más, yo quiero crecer, yo quiero llegar a otros lugares. Yo quiero que Angélica Padrón sea una marca que no me importa cuánto me demore. No lo sé porque no sé cuánto me voy a demorar emprendiendo en otros viajes partiendo de una vida. Emigrar, eh? Me dije vamos a darle, porque si no lo intento o no sé o no lo experimento, no va a saber de qué se trata esto. Y así pues.
RLM: Perfecto, entonces estás allí, estás tú, estás trabajando en eso y para beneficio nuestra audiencia para contexto, eres diseñadora de moda y es un oficio que comenzaste en Venezuela, en eso te formaste y hizo, ya trabajaba. De hecho, cuando me miraste te llevaste tus máquinas de coser y tus equipos, como lo llamas tu segunda mano.
AP: Si.
RLM: Cómo fue comenzar en Colombia que te conseguiste diferente en el público, en la forma de vestir, en la moda, como cómo fue?
AP: Bueno, comenzá, como te dije al principio, me tuve que pasar un switching a decir Angélica, que nadie conoce a su peque haceralgo primir Forth, pero un año con mis màquina me venia con digámonos con capital pero no muy muy grande porque era por tres meses y ya empezaban a exigir el lo que le llamamos la vida en la bimbo, la KRUMITZ a tus cosas personales para tu de conda porque bueno yo venia a mi cargo y a las manos de Dios asi a veces era un poco crudo, pero eh, muchas veces digamos no de una forma. Si las personas que te reciben son Angelelli, es un apoyo, un trampolín, pero no quiere decir que tu vas a ser un peso para sus vidas cuando ya tienen un día a día, una forma, una planificación y a mí me tocó, siempre me ha tocado y me identifico como una mujer muy independiente. Este generar, seguir generando, porque ese recurso se me iba a agotar en algún punto y tenía que empezar a ser relacionarme con otras personas y veía que muchas personas estaban trabajando en Restaurant Vito Общества y bueno, metí lo que le llaman acá en Bogotá o en Colombia, la hoja de vida y pues me aceptaron primera vez en mi vida y llegué al restaurante primera de mi vida que ya había servido mesas o ha a una clientela en esa categoría, pero me lo disfruté y me hizo interactuar con otras personas.
AP: Algo muy cómico era que no es aprovechar el tiempo, sino de salir del restaurante, empezado a ver otras tiendas, lo que me llamaban el centro. E Yo hice todo lo opuesto a lo que pude haber hecho en Venezuela, la verdad, todo lo opuesto, ya que esta experiencia, este viaje, me enseñó a experimentar todo lo opuesto que había hecho en Venezuela como emprendedora y llegué a ser clientela como de negocios muy informales, pero que tenían diseños y una una proyección muy bonita de crecimiento. Y así comencé a nuevamente generar recursos y enfocarme en mente. Angélica Pedro porque era algo que me pasaba, trabajaba para alguien y yo decía no, no puedo. Hay algo que me llama a seguir enfocada en mi proyecto, así que vamos a hablar. Y así empecé. Así empecé. Reni del restaurante Haplin de.
RLM: Déjame entender una cosa angélica sobre el restaurante. Entraste al restaurante? Es algo que no habías hecho antes. No tiene nada que ver con tu profesión, con tu Bobobo, tu emprendimiento que ya tenías en Venezuela. Bueno, como como te adaptaste? Como fue? Cuáles fueron las ficultad que te conseguiste haciendo?
AP: Bueno, mira, me acosté pensando en la empatía de esas personas que también se lían, a mí me sirven a mí en un restaurante. Y yo pues eso, por lo que es este sitio que me pasé, que dije bueno, vamos a darle una experiencia, parte del proceso de parte del storia y a de mi historia, de lo que yo estoy viendo como Angélica Pedro, tanto como persona como Mark. E Fue muy bonito porque nosotros, los venezolanos o los venezolanos somos muy alegre y este es algo que muchas veces acá, al menos en Bogotá, es algo que impacta porque somos muy de sueños. Decimos buenos días a cada rato. Muchas gracias, gracias, gracias. Qué bueno! Cuando yo atendía a los clientes era eso, era lo primero con lo que yo me presentaba con una sonrisa y enseguida me identificaban. Eres venezolano? Yo sí me hago propinas, cosa que yo no quería ni nada. Y era cómico porque la chica del restaurante se preguntaban por qué a ella le dan propina y a nosotras no, y yo lo único que le dije es no, no vayan a armar un conflicto, un dilema, simplemente sonrían, se haga Sean Bublé, muestren la parte agradable del ser humano y ahí, ahí viene la magia. O sea, y la magia incluso mucho del año que nos atiende la venezolana no nos de la isla y eso me ha mucha risa. En cierta forma me llenaba porque? Porque esa parte humana es la que te abren las puertas, esa parte humana o esa parte sensible de nosotros, la que nos abre las puertas. También encontré que en una oportunidad ni tocó la hora del almuerzo y entró una señora y estaban dando la noticia de los venezolanos.
AP: Y aquí? Se escuchaba mucho el rumor de que los venezolanos vinieron a robarle el trabajo a los bolivianos de no sé qué porque se regala, se pagan muy económico, cosa que no pasaba la ex eran nuestras ganas de Chile Pichón, como lo llamamos nosotros y cerdada. En ese momento estaba un señor almorzando y le hice disculpe que nadie sabía que yo era venezolano, o sea Gnaghi, ese momento cuando sale este tema a. Desde? Cómo que belleza dejan de bregar? La señora sale un señor y dice disculpame que le creen, pero con lo que te estoy diciendo. Pero nosotros también nos presentamos en Venezuela de una forma muy fuerte y ellos abrieron la puerta y también pasó lo positivo y lo negativo. Sí, para, es que no es que ellos vinieron a esto, era más desempleo y ya que era golpista sale a defender. Le dice ella es venezolana y ella vino acá con una profesión, pero tiene que arrancar de algo y no viene a quitarle el trabajo a nadie, es trabajar y yo como que wahoo. Y yo no señora, mire, somos seres humanos, todo en el planeta nos llamamos seres humanos y hacemos lo mismo. Entonces porque seamos de otros países no podemos generar esta, esta división o общества. Este le era yo le dije fue como esta discordia entre nosotros mismo, porque nosotros no nos obligaron o nos están dando una invitación a pasar unas vacaciones en Colombia y en cualquier parte del mundo. Es que la situación nos llevó a esto y como joven creemos aspirar cosa mejor desde Bannen. Esas fueron parte del cositas que se me presentaron en el camino en un autobús en Ovoide Bahts.
RLM: Y déjame entender una cosa. Cuánto tiempo trabajaste entonces en el restaurant?
AP: 4 mis 4000000.
RLM: Cuatro meses y después de esos cuatro meses, qué pasó?
AP: Empecé a participar en ferias en donde pues por cosas de Dios no pagaban ni un peso colombiano. Me invitaban y este me iba súper bien en esa feria en donde yo me traje muchos diseños de Venezuela, principalmente una pieza que le llamamos como muy conocido jugger que se usa para Yogo de todo eso, pero bueno, pero lo convertimos en una pieza versátil que se puede usar en diferentes ocasión y con eso tapamos a varia clientela. Entonces bueno, mis primeros dos meses acá gracias a Dios e bueno, mis primeros dos meses fueron los pasé por una feria donde me mantuve. Entré al restaurante después de este restaurante los dos meses siguientes con sus patrones y los meses siguientes me superbién y de ahí empecé a Desdiga. Empecé a despegar caminando más que no, bueno, no te puedes ir caminando porque usamos el Transmilenio, pero digo caminando en un sentido figurativo de que no sabía que estaba por Bogotá y que llegué a lugares de Bogotá, que no imaginaba que esa búsqueda me llevó a muchos lugares.
RLM: Quiero preguntarte sobre cómo te decidiste a tomar la transición, pero antes de eso daros un poquito de contexto para los que nunca hemos estado en Bogotá. Y entiendo que la recorriste bastante, las recorrió. Cómo es Bogotá? Cómo se vive en Bogotá?
AP: Es una ciudad muy linda, muy linda, muy organizada, puede tener sus cuotas, sus pros y sus contras. En referente pasa lo que nos. Hay partes seguras, no tan seguras. Es una ciudad de encuentros, personas cálida pero muy fría también en donde un buenas tardes puede convertirse en un silencio total y rotundo. Un buenos días tal vez. Подробнее Exista, eh? El adulto mayor es, digamos, obviamente desde lo que nos enseñan en casa a respetar. Pero es un poco vulnerable. E tal vez por su forma de crianza, de vivir en en. Cuando te presentas como venezolano, por simplemente tu acento e. Hay un. Como un impacto. Como que Anguila es venezolana o es venezolano. Entonces. Como un. Un rechazo. Yo no quiero usar la palabra que siempre se usa en este término. E xenofóbico, digámoslo así. Pero si un rechazo, eh? También hay lugares en donde te reciben con los brazos abiertos como partes en alrededor de Bogotá, que en su valle son personas sumamente humanas que te dan una confianza increíble. Justamente con una ellas trabajo en Ren Alianza e iré más, osea ahí de todo. Yo pienso que tanto en Bogotá como en el mundo hay de todo, pero es una ciudad hermosa para recorrerla. Es preciosa.
RLM: Cómo es el clima? Como en geografía.
AP: Es frío, frío. Boda está, eh? Exactamente no sé cuántos pies del mar, pero estás en Long al alto altísimo, allez, le llaman la nevera. Con eso te digo todo.
RLM: O sea, es frío comparado con Caracas, por ejemplo,
AP: No más.
RLM: Y más frío.
AP: Matería.
RLM: Muy bien. Y plano es montaña, como
AP: Es
RLM: Comeis?
AP: Montañas, mucha montaña, mucha montaña. Bogotá está en la cima de una montaña realmente.
RLM: Entonces tú llegaste trabajando en un restaurante, en una ciudad que a nivel social y tiene una estructura, por lo que te escucho más bien rígida y donde hay gente muy buena, muy decente, también hay gente que puede tener cierto rechazo con Convert y un venezolano bien estratificada, según he escuchado decir. Pero un día dijiste ya pasaron estos meses, llegó a ser mi transición. Vuelvo a mi emprendimiento y hacer autoplay, lo cual implica también desprenderte de tu salario fijo, que más que evidente gana Haugen en tu restaurante, en un país donde no tienes a nadie. Como llegas tú a esa decisión que te hizo sentir que tenía la seguridad necesaria para hacerlo?
AP: Porque bueno, ya me había relacionado con varias personas jóvenes como yo, amigos, ángeles, bueno, del bajo todos esos nombres, porque esos por lo que ellos se convirtieron en ese momento, eh? Entré a un taller de diseño, la hice de una diseñadora de moda en el área de bordado y eso me permitía dedicarme a mi marca en la mañana y trabajar en su taller de diseño en la tarde. Pero ya había, ya estaba haciendo contacto con personas, ya estaba creando como un contacto directo con ciertas cliente. Eso sí, voy a resaltar y las personas que han llegado a Angélica, pero sí hay personas que me han abierto los brazos y no han hecho parte de ellas y se han convertido en clientes fieles de nosotros y puestas sin buscarlas simplemente. Así nos puso Dios la vida. Y esa forma todo se fue, se fue desplegando. Trabajé en ese taller próximamente como dos meses. Pues es que es muy complicado para el que es emprendedor desde el principio e independiente. Entonces eres tu propio jefe, eres tu propia todo, prácticamente todo. Y se me hacía muy difícil estar al mando de alguien, y más cuando tú temas de documentos está ciertamente a la mitad, pero este tienes un permiso, pero el simple hecho de ser extranjera, entonces no se te da el valor de tus horarios, de tu boca, de tu pagos, de tu salario.
AP: Simplifico entonces. E decía eso chocaba mucho conmigo y decía no, no, no, no, no, yo no, no, no me dejes a mí algo en mis manos, yo tengo que seguir, pues al poco tiempo del 2018 ya creo que en febrero. Eh? Pues conozco a quien es actualmente mi esposo y las cosas se dieron de una forma tan bonita, tan digamos, tan rápida que pues apoyo y gente linda me arropó, perono Wawrinka un paso en esta historia. Y es que cuando yo llegué acá yo llego a la casa de mi, a mi amiga, pero mi blog es una familia costeña de Valledupar, prácticamente me adopta, me abrieron sus brazos, me dejaron esta estadía en su casa a donde yo no pagaba, riendonos, pagado comida, no pagaban nada porque ellos querían, era que John de Saras estabilizara, fueron ángeles en mi camino larga. Entonces así sucedió, así ha pasado.
RLM: Hoy por hoy, tú no eres en a nadie. Eres tu propia jefa. Tienes tu compañía. Tú me contabas más temprano. Tú eres una compañía de una sola empleada. Quieres tú?
AP: Matia.
RLM: Lo cual quiere decir que el día que tú te enfermas no viene absolutamente nadie a trabajar a la compañía. El día que tú descansa no viene nadie a trabajar a la compañía. El día que tú no sales a vender, pues no hubo departamento de ventas. Tú, el día que tú no produce nuevo producción, el día que tú no haces algo, no lo hace nadie. Cómo haces tú para darte vacaciones? Cómo te has tenido días libres? Cómo te fijas el sueldo? Cómo? Cómo te tratas tú a ti misma como empleada?
AP: Me organizo Ren. Eso es lo que me ha enseñado de eso. Ser la multi multifacética de Angélica. Pero me ha enseñado a organizarme en viaje, producción en días de descanso e trato de trabajar de lunes a viernes, sábado en la tarde y ya. Yo trato de dejar los domingos para mí. Si llega alguna información, la manejamos, pero todo el trabajo en la semana. Pues cuando me encuentro indispuesta te digo algo. Sólo le hablo a mi mente y amo tanto lo que hago que para. Para Angélica pues no existe. No existe eso. La hinduísmo tiene que ser algo muy, muy grave, muy grave, muy fuerte para que eso pase. Pero del resto, eh? Si me entrego de lleno a mi trabajo e amo lo que hago muchísimo es sueño. Si, como te comentaba e sueño con un equipo que se va a construir, que se va a solidificar, que se va a crear y ese equipo van a ser mujeres, cabezas de hogar. Estoy trabajando para eso y bueno, en el nombre de Dios, cuando él lo indique, así va a ser.
RLM: Angélica lo el principal desafío hasta ahora para ti de vivir en Colombia.
AP: El principal desafío tener a mi familia en Venezuela Instal de Alpi. Eso es lo más desafiante en todos los días, porque siempre he sido muy familiar, enriquecido y de mi casa. Es primera vez que Angélica sale Centollo. Salgo exactamente a los 30 de mi casa, siendo muy independiente, porque estaba, vivía con mis padres, pero muy independiente, eh? Pero es ese como le llamamos, ese destete de tu hogar, el desprenderte, el niñito de la gallinita, del gallito, del pollito, de la pollita que es tu hermana. Este me ha costado, me ha costado mucho más por el monto, el tiempo que vivimos hoy de pandemia de la incertidumbre. Obviamente cree, confía, creyendo en Dios plenamente, que esto va a pasar y que bajo su recuerdo, pues nada llega a nosotros. No, pero ese ha sido mi desafío, el Macca.
RLM: Y me está tocando un tema muy interesante que es la la pandemia. Y te cuento de que la pandemia empezó. Yo, por ejemplo, estoy trabajando desde casa, prácticamente no he comprado ropa como ese. Entonces, para una diseñadora de moda autoempleo, como ha sido para ti precisamente vender ropa durante la pandemia.
AP: Bueno, literalmente como la montaña rusa. Así lo voy a describir desde lo más alto. Pueden ir el pico más alto y de repente la bajada más fuerte. Pero algo que me mantenía mietras de mi sueño y de este proyecto es que creo en él, creo en lo que hago. Cuando comiencen la pandemia empezó el tema mal tapabocas Angelika Pedroni. Decidí hacer tapabocas, pero no era para vender, sino para obsequiar. Después la teoría me cambia porque me empezaron a pedir tapabocas. Entonces las empecé. Empecé a investigar sobre las telas, la cuestión. Todo esto que pasó con el permiso que pasé resistente, que fuese anti cluidos, que no pasara nada, uido, blablabla. Me fue muy bien. La verdad que el 2020, para mí un año muy bueno. Salieron pedidos, salieron clientas por mayor y todo, y la verdad que fue maravilloso. Siempre viene un una coma como un vacío. Pero creo que es normal en todas las empresas grandes o pequeños micros como nosotros este. Pero pues nunca me falla. Nunca nos falta el trabajo. Cuando yo digo no, es que yo no hablo por Angélica, pero es que yo hablo porque yo hablo a mis mil versiones, mis mil versiones. Entonces nunca nos falta, nunca nos falta trabajo, nunca nos faltan pedidos, nunca nos faltan clientes que están interesadas. Me ha tocado desarrollar cha paciencia, Reni, mucha calma y entender que parte del proceso, gracias a Dios cuento con el respaldo de mi esposo. Este bueno, a mi le voy dando, remando, remando, remando.
RLM: Y yo estoy pensando en una cosa tuya, gastase más o menos tres años, tenías cuatro meses en el restaurante, fuiste haciendo la transición. Quiere decir que llevamos año y medio de pandemia. Casi todo tu trabajo independiente ha sido durante pandemia entonces.
AP: Sí, sí, exactamente. Exactamente. Es que es Kenshi. Aun si fuera un fragmento fragmentos de trabajo en el taller. Luego, cuando conocí a Boso, ellos tenían una como la empresa de distribución. Trabajé ahí en telemarketing, recibiendo llamadas. Mi cosa estaba de la mano con mi marca. Luego de ese espacio me vuelvo a dedicar de lleno a la marca. entrarÃn AM a feria a seguir en exposiciones. Este al por mayor rindiéndole unidades especiales como tal, enviando porque aún así, con todo y este desbarajuste de cosas que llaman Harajuku planeaciones ajuste son procesos que son claves en nuestro desarrollo. Cuando llega la pandemia, nosotros estábamos en el punto de hacer ya la parte exportación de jarabe a Miami, Perú, Argentina y bueno, todo se nos preñó y este año lo pudimos hacer. Hicimos nuestra primera prueba piloto Perú este viernes y aquí a México Freiburg. Hoy vamos. Ahí va. Siempre digo que. Que todo lo de empresa. Mira, yo le hablo mucho a mis clientas y hay un espacio en el que Angélica está desarrollando, que es la diseñadora. Quería hablar porque detrás de una marca hay alguien que tiene muchas cosas que contar. En este caso soy yo. Y es que. El emprendedor que piense que se las va a ganar todas en el primer año. Yo creo que mejor quien lo intente queda lustrar. Va a llorarlo a deja todo ahí a la borda. Entonces, a mí todo esto me enseñó a recopilar un contenido tan bonito que lo compartí en. En febrero de este año, en un foro de la Asociación Gremial de Asesores de Imagen de Chile, en donde compartimos nuestra experiencia como emprendedora como Maik. Y era eso si nosotros como emprendedores pensamos que el primer año, el segundo año, a saber el buga fangoso, mejor ni lo intentemos derra.
RLM: Es muy difícil. Yo me imagino que es hasta imposible diseñar para un país, para una, para un gentilicio, si no se conoce de sus costumbres, su forma de ser, su forma de pensar. Tú tienes que entender como es la dinámica de una sociedad. Si vas a diseñar para ella. Y si bien Colombia y Venezuela tienen muchas diferencias, también son como hermanas mellizas, como hermanas, morocha, alguna manera el país más parecido que podemos conseguir a Venezuela forzosamente Colombia. Cuál ha sido la. La tradición, la costumbre, la idiosincrasia que más te ha llamado la atención o que más te ha impresionado? Pie Colón.
AP: Mira, hoy dijiste algo que son muy, muy hermanas, casi que mellizos. Pero si son muy difere, muy être. Son muy diferentes muchas cosas, y más aún cuando un segmentados por ciudades, por lo menos no es Barranquilla. Barranquilla es lo que se aproxima más al valenciano, el caraqueño. Es lo que más se le aproxima al trato. Sí, calor humano está esa parte, expongamos. Bogotá es un pueblo muy opuesto, tanto así que tanto Bogotá y Barranquilla, pues hay como que hubo un choque, hay, un choque hay. Pero esa es esa diferencia. O es que me menciona? Y mira, yo creo que yo creo que hasta el cielo a la tierra somos muy penín hasta en la comida. Dicen que la arepa es colombiana. Nosotros decimos que es buena. Yo sigo diciendo que el venezolano no cree que la come motto Ren distinta. Pero algo que sí he notado de toda esta esta ola en migratoria y es que los países adoptan de nosotros cosas muy importantes como nuestra cultura de la comida. Los platos típicos causan curiosidad, el pan de jamón, la arepa, la hallaca e aquí venden lo que es el bueno. Barranquilla es el pastel. Aquí en Bogotá el tamal desenvuelven una hoja de plátano. Es con la masa y todo, pero la preparación es distinta e. Yo, yo, yo siento que esto ha dejado algo muy positivo, en cierta forma ha dejado algo muy positivo, muy positivo.
RLM: Los paises adoptan de nosotros muchas cosas, pero nosotros cambian de los países que son nuestros anfitriones, que ha adoptado tu Colombia.
AP: Qué apoyo de ex novias! Sabes que me ha gustado a mí Colombia es la persistencia, el trabajo. Y son muy, muy metódicos al realizar un proyecto. A mí como marca me han dejado hacer pulcra en cada detalle, a perfeccionar, a entregar algo perfecto, algo bien presentado, algo bien empacado, algo que cuando la cliente colombiana lo reciba diga Wow, esta chica trabaja con ganas, trabaja bien. Eso es lo que me ha enseñado a mí, eh? Esta parte de lo que me lo tenía impregnado, digámoslo así, más allá de enseñarme, tenía impregnado a ser muy perfeccionista, muy detallista, mucho. Belding.
RLM: Bueno, Angélica, pero en Bogotá llegaste hace tres años a Colombia. Te has empeñado no solamente en no ser un problema para el país, sino en ser una ciudadana ejemplar, una ciudadana que crea su propio empleo, que crea movimiento económico, que está buscando exportar. Si en este momento te está escuchando una persona, a lo mejor va en el autobús camino a Colombia o está pensando hacer el mismo viaje que tú. Qué te gustaría decirle?
AP: Que lo haga con la mayor seguridad. Que no importa los baches del camino porque se van a presentar a que vayas en avión o en barco, en un buen carro, en lo que sea, pero hay que hacerlo. Y más cuando las señales se te presentan en el camino. Yo pienso que los sueños son el impulso para nosotros ir tras ellos y no tenga sueño. Yo pienso que está muerto en vida, porque lo que nos mueven y eso, los sueños, las ganas de hacer las ganas, siempre y cuando e. Estos sueños juegan con el enfoque de beneficiar a otros, de beneficiar a la humanidad y aportarle al mundo. Y eso es lo que yo le diría a una persona que te ama. Que paso de emigrar. Si quieres cosas mejores, pues hay que arriesgarse por esas cosas mejor. Siempre y cuando sea de la forma correcta, de la forma legal, de la forma honesta. Siempre hay que arriesgarse. Qiang.
RLM: Angelika Casi cierro esta entrevista y no te hago una pregunta importantísima cómo te seguimos en redes sociales? Cómo te encontramos? Cómo vemos tu trabajo?
AP: Claro que sí, bueno, puede contar en Instagram como @angelicapedron pegado @angelicapedron, y en Facebook de la misma forma. Allí van a ver todo en este trabajo, toda realmente nuestras redes sociales son nuestra vitrina en esta tienda virtual en donde mostramos todo. Es una marca enfocada a inspirar a la mujer, a sentirse única y merecedora de que puede ser bella, independientemente del tipo de cuerpo, la estatura, el color de piel. Mi helicÃptero es una marca que gusta vestir a millones de mujeres en el mundo. Con el favor de Dios.
RLM: O sea que tú no tienes una tienda in físico donde uno pueda ir, sino que es
AP: Es
RLM: Extrictamente.
AP: Virtual? Sí, tengo mi estudio en casa en donde reciba mucha de mis clientes, exactamente acá. Le estoy haciendo la entrevista contigo e y lo demás ya todo lo manejamos virtual ni virtual.
RLM: Perfecto, entonces. Ahora si nos podemos despedir, Angélica, muchas gracias nuevamente. Yo estoy seguro que vamos a seguir conversando en el futuro, le vamos a hacer
AP: Flare,
RLM: Seguimiento
AP: Deténlo.
RLM: A tu emprendimiento y a tu visión y agradecerla entonces a nuestra audiencia por habernos acompañado el día de hoy. Los trabajos y los días en un servicio público que conecta a los venezolanos globales, disponible en los trabajos y los días puntocom y redes sociales arroba trabajos días. Este ha sido nuestro episodio número 103 con Angélica CDROM en Bogotá y desde la ciudad de Toronto. René Mendizabal les desea paz y salud.
TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES
102 – Gabriel Montiel en Panamá. Lo importante es el enfoque.
28 de junio de 2021
Duración: 43 minutos 40 segundos
Gabriel lleva varios años viviendo en Panamá. Su aprendizaje en el mundo empresarial se construye a base de caídas y ascensos. Actualmente su emprendimiento se mantiene creciendo en el espacio de las oficinas compartidas y la creació de centros de “co-working” en Panamá y Santo Domingo.
Si quieres saber más de Gabriel y su trabajo, lo puedes seguir en:
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
TEMPORADA 17 – LA SEGUNDA SERIE DE LOS EMPRENDEDORES 101 – Leo Pereira en San Luis Potosí. Hay que impactar positivamente 23 de junio de 2021 Duración: 44 minutos 36 segundos
Leo lleva seis años viviendo en la ciudad mexicana de San Luis Potosí. En este episodio nos relata su camino por el mundo del emprendimiento y el proceso de creación de su empresa “Leitos Antojitos y Botanas Divertidas” que se dedica a introducir los tequeños y las arepas en el mundo gastronómico mexicano mediante la adopción de sabores locales.
Si quieres saber más de Leo y su trabajo, lo puedes seguir en @leitosfood
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Transcripción (por corregir)
René Mendizábal: Damos inicio a nuestro episodio número ciento uno, temporada diecisiete, que va a ser la segunda serie de los emprendedores en la ciudad de San Luis Potosí para conversar con Leo Pereira, economista, cocinero, autodidacta, creador de lejitos Leo. Bienvenido a los trabajos y los días. Muchas gracias por aceptar nuestra invitación.
Leo Pereira: Muchas gracias a ti, René, de verdad que estoy complacido de esta invitación de poder conversar contigo y y con toda esa gente que está pendiente de lo que hace, de lo que haces tú, de lo que hace gente en positivo que nos une la nacionalidad de Venezuela.
RLM: Y la ganas echar para adelante, no?
LP: Por supuesto.
RLM: Leo, tú tienes seis años ya viviendo en México. Qué fue lo primero que pasó por tu mente? El día que llegaste a San Luis Potosí, sabiendo que ya llegaba para vivir.
LP: Mucha incertidumbre. Por decirlo así, mucha incertidumbre. Teníamos algo de unos ahorros en la cuenta e teníamos salud. Yo soy Chie, casado con Giovanna desde hace 16 años y tenemos dos iba adolescent Villa. Allí dentro no eran tan eran coexistan de niño y por ellos dos. Y este. Nos vinimos a vivir a esta ciudad, entonces. Este con algo de ahorro, con algo de estabilidad familiar, por llamarlo de una forma. Los cuatro llegamos aquí con las ocho. Maleta. Ah. A. Básicamente aquí. Matarnos socialmente, diría yo. Y de la palabra. Es decir, no teníamos la. La necesidad inmediata de salir a trabajar para poder comer. Y eso nos dio cierta, cierta comodidad. Este que creo que quiero que no la vea así. Tampoco una comunidad alegre de millonario ni nada. Sino bueno, vamos a explorar. Vamos a conocer mamá. A ver que. Que qué nos depara en esta ciudad que ya habíamos conocido. El país como. Como turista. Décadas atrás vinimos una vez y nos encantó México, México, su cultura, su idioma, su historia y esa esa cosa tan tan latina que tenemos. Este hoy no auto mucho, pero bueno, ya para vivir. Entonce sin embargo rápidamente vino vino momentos de de como desea li certidumbre se mostró que tai nos estaba atacando I want.
RLM: Leo y yo quisiera entrar a hablar de tu emprendimiento, porque tú no solamente vendes, sino que eres un embajador del pequeño en México, tienes ya años haciendo eso y es algo que yo tengo tiempo sabiendo de tu emprendimiento. Me llamó muchísimo la atención, sobre todo te confieso, Chop. Me preguntaba si podía funcionar o no, porque tenía la oportunidad de estar en varias regiones de México y en cada uno de esos lugares en el este, en el oeste, en el Caribe, en el centro. La gastronomía es riquísima en todas partes. Te sirven mucho. Muy sabroso y te lo cobran muy barato. Entonces me parece un desafío enorme ir a vender comida a México y especialmente una comida que lo mexicana a lo mejor no conoce mucho. Cómo te surge la idea? Cómo te planificas de cómo llegas tú a la conclusión de que llevar el pequeño a México es algo que podía funcionar?
LP: Tengo que hacer un poquito de historia. Vamos a ver como lo golpeamos en página o compaginarlo, eh? Yo soy cocinero de toda mi vida. Autodidacta como tú, escribe. Pasé por Bagres ETAP, por ejemplo. Yo cocino de niño y allí recuerdo completamente que a mi casa. Mi mamá lleva una revista que compraba la todos los meses. La revista Buen Hogar. En la revista Buen Hogar vi en una sesión de cocina y venía incluso recetarios, algo que yeta desviacion probablemente de joven hoy no conoce provenia o no cartoncito con la foto de del platillo o menú y. Y yo leía me gusta mucho LEF y así fui aprendiendo a cocinar. Luego en una segunda etapa me convertía restaron restaurantero, tenía restaurante, mъsica invertí en este tipo de negocio, me formé como como Orbyt pero y y y luego como emigre. Entonce me fui, pero no me llevé los restaurant.
RLM: Obviamente.
LP: Yo soy franquicia de software, fui diez años franquiciado de esa cadena donde aprendí muchísimo. Y te cuento esto porque cuando llego aquí ya era como como natural para mí mirar el tema de la comida como. Como un negocio. Primero pudiera haber sido y llegar a una tienda software y trabajar ahí porque ya tenía esa experiencia y convertirme en un empleado. Luego decir bueno, vamos a pudiéramos evaluar unas unasociedad franquiciar nos este con una tienda software aquí en México y empecé a ver lo rudo del negocio y la comida de como acabas de describir, es decir, un sándwich de showing. Vale, vamos a hablar de eso mexicano vale. En oferta treinta y cinco pesos 35 pesos son prácticamente este cuadro tacos IVT, taco de proteína de comida que la gente se lava delicioso entonces competir en el EPT? Yo dije no, imposible Zowie con y lo que yo sé hacer, lo que yo sabía hacer. No, no lo podía ser. Empecé a ver este una oportunidad interesante en los cines, en los cines. Una pena muy grande. Y este líder de cines en México vende tequeños más de 300 salas de cine. Y tú llegas ahí en el mostrador ic bucho vía y pi, digamos, donde venden las cositas más sabrosa pero más caras. Por cierto, ahí en esas esquinas venden que los venezolanos también emprendedores y ya tenían un músculo de en el negocio y los pequeños Venezuela, el país más nos está llevando a otros países e incluso Jack Mjico, pero sólo ahí en ese espíritu nicho de negocio para comprar pekeños aquí. Entonce en esta ciudad tenía que ir Alci.
RLM: Al cine y a la sala, vià y pijama.
LP: Sí. Entonces yo dije bueno, ya sí, ya al este, el universo de mexicanos, todos hablan de 130 millones de personas. Este se ha conseguido con este producto. Bueno, yo creo que aquí hay una oportunidad. Y empezamos a hacer algunas pruebas. Yo en mi vida, te confieso, René había hecho un pequeño. A pesar de que soy cocinero. Y te digo por qué? Porque yo soy un cocinero. Este orientado a la comida de cocción rápida. No soy repostero, por ejemplo. Ahí hablamos siempre de él. Yo hablo de una carretera que se hace una yí y el cocinero tiene que decidir o me voy a convertirme en un reportero o repostero, o soy cocinero. Y ahí nos divide y nos divide. Por un lado, los reposteros son de caudillaje stack. La química tiene que ser perfecto. Medidas y yo en mi vida, en mi vida, he seguido reglas para hacer las cosas. Yo soy un emprendedor y un reloj bre. Las ideas me llaman. A veces
RLM: 1.
LP: Soy generador de idea. Algunas las concreto, otras no. Me gusta regalar ideas a la gente. Eso a veces la gente lo toma, llega a eso, lo toma muy bien abecé.
RLM: A veces no?
LP: Este tipo que viene a decirme bueno, los cocinero evidentemente nos gusta la interpretación, la imaginación plasmada en plasmarla en un platillo, no repetir ingredientes. Una es una dinámica crítica al cocinar. No es mi sello. No repito plato y. Y dije bueno, en la cocina me gusta hacer cosas rápido fast web, pero hacer un pequeño es una masa. Hay
RLM: R.
LP: Que hacer un poco el proceso y jamás lo hice. Siempre los compraba en dondequiera y ya en Venezuela. Entonces creo que hay una oportunidad. Vamos a estudiar cocina, cosa que nunca hice en mi vida. Tuve restaurante, manejé equipo de trabajo, me formé en las escuelas de de Zowie, me formé. Luego un negocio de su cheque tuvimos en Penan hacer sushi. A mí me gusta mucho ejercer el liderazgo en cualquier lugar, en mi familia, en equipo de trabajo. Si la relación con mi amigo y una de las cosas que que estoy convencido y lo tengo muy claro, que el liderazgo se ejerce con autoridad. Autoridad de la palabra autoridad. No sé si griego o relativo me ayudara de fuera a descubrir. Este siempre tenía un sādhu y ahorita significa el que aporta. Entonces yo si voy a tener autoridad aparear para presentar un producto como éste. Yo digo que que saben hacer muy bien. Tengo que saber cómo combinar de la mejor manera las cosas para que el producto sea muy bueno. Estudio cocina aquí. Mesa típico con programa de 6 a 8 meses estuvimos estudiando para chef profesional una especie de diplomado, pero no es lo mismo. Un joven de 17 y 18 años que estudia este este programa es seis meses, 8 meses y dice bueno, aquí tienes tu título de chef profesional. Ah! A que lo haga Leonardo, a que lo haga yo que tengo. Treinta años cocinando y manejando restaurantes y cocinas. Y entonces una culminación muy positiva. A mí, a mi mirada, a mi práctica
RLM: C.
LP: Culinaria por llamar una fore y positivos, una muy buena receta Teke que se diferenció muchísimo de referente
RLM: Muy bien.
LP: Y empezamos a presentar yo. Yo estaba claro que no podía apostarle al al mercado venezolano. Por qué? Porque somos muy poco. San Luis Potosí está en el centro de centro centro, en el mero centro y a un mexicano de México.
RLM: N?
LP: Y aquí se han arraigado en aproximadamente mil 500 venezolanos, todos dispersos por una ciudad muy grande. Yo lo vi clarito. No es mi mercado para que esto sea un negocio. Este redituable no lo es. Tiene que ser el mercado local, mi mercado mexicano. Y traté de replicar algo que creo que es muy importante en el negocio de la comida. Que nosotros en este negocio no vendemos comida. Nosotros vendemos experiencia. Entonces, si era un producto distinto o innovador, diferente. Este no es un tradicional taco o torpe cosa mexicana. Este realmente no importaba porque lo importante era diseñar y hacer la entrega de una experiencia a la hora de de probar. Y esto tiene una explicación, una experiencia, tiene tres componentes una experiencia se atesora y te comes un pequeña deleitas que lo guarda en el corazón, en tu cabeza. Que sabroso esto
RLM: Kija.
LP: Y lo guardas en tu lo atesoré una experiencia que cenar. Llegas al lugar a vuelta a casa. Oye mi esposa e hijos, provea lo que quiera de un día también brevet o traje conmigo para que lo pruebe y bueltas un poco el queso se derrite este hay una salsita. Pero bueno, y dónde está? No está Quimi Cabeza es algo que me pasó, es un periodista que cenar y por último las experiencias se recrea. Bueno, este fin de semana vamos a pedir pequeños deley, vamos a repetir eso. 12 Este teniendo eso claro, ya no importaba mucho si el producto era o no era conocido, yo tenía que presentar experiencia diaria. Entonces nos concentramos e preparamos este esta, esta receta nueve quesos distinto para llegar al al queso que era, aunque es muy parecido al venezolano. Me encontré frases como esta todavía Wyeth me llevasteis de mi ciudad, hoy es San Cristóbal, me llevaste con lo que me comí allá al mercado de Chihuahua en Garak, o sea el
RLM: Bmg.
LP: Sabores que se oye si había unas señoras y todavía hoy y hacen pequeñas, pero en esa dinámica muy a la venezolana que hacemos un producto se lo vendemos a algunos amigo, pero no es un un negocio. El es más bien.
RLM: Claro, no tienes la posibilidad de escalar Nonell, de crecer. Y fíjate, Leo, que cuando estábamos hablando, mientras tú conversará metia en Google y efectivamente autoritas giné del latín y quiere decir el que cultiva, el que argumenta, el que aporta, no? Y dentro de ese espíritu de autoridad de aportar, tú me comenzadas más temprano que que no solamente está el pequeño de Leito con el queso muy similar al venezolano, el sabor tradicional, sino que también tage incorporado los sabores de México, porque México se come con picante y con salsa. Cómo fue ese camino para llegar hasta ahí?
LP: Casualmente, estudiando la cocina, estudiando el pasó me en nardo a muy sabroso producto, pero este tiene una salsa aquilón lo mexicano como un conces y yo entendiendo eso que me dijo y tratando de responder la pregunta que yo me hice cuando cuando yo empecé la cocina aquí, yo quería entender cuál es la reacción que tiene el mexicano con el Chile, porque evidentemente y en ese período de llegar, de sentarnos a sentarnos aquí a vivir en San Luis Potosí este estamos comiendo, estamos probando comida, que por cierto también me pasa algo y probablemente alguno amigo que nos escuche, que también sea cocinero lo lo va a reconocer. Y de los cocineros tenemos una maldición. Nosotros sufrimos lo que llaman eso, el mal del cocinero que comemos en un lugar o un restaurante, la comida de otro y no nos gusta o no sentí muy satisfecho o no decimos es propieda serio, propor seiyu. Tendría que ser una cosa muy maravillosa este que. Pero igual al final si Bako a una almeja a cocinar algo que aquي un erizo de mar, un cocinero en aguas técnicas para para con comida es Comín. Entonces, en ese mal en Cemal, en cocinero, me conseguí con otra cosa. Peor era probando, probando. Y hay algo en México que es muy común que se llama La maldición de Mog de suma.
RLM: Ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, ah, que eso.
LP: Una intoxicación estomacal. Las comiendo
RLM: Bokeh.
LP: Acuérdate que en este país bendecido por Dios, los mexicanos han aprovechado la la milpa que llaman naturalis, la tierra en su máxima expresión. Y yo eso lo valoro mucho. No desperdicio nada. Un ejemplo clarísimo el cactus. Nosotros en Venezuela. Bueno, el chiva paraun para los miembros de decoro knot cactus lo veía. Que bonito ese ese árbol. Bueno akelarre Ren la hoja del cactus que el nopal y se la come y es sabrosa la cadista del cerdo la cabeza después que ya agarro
RLM: G?
LP: Del animal o de garré la cabeza también la cocina y hace tacos de cabeza. Entonces probando cosas Hansi y probando picante. Tuve tres episodio de La maldición de Moctezuma. Mira qué tan grave es que viaje tomar antibióticos, tirajes. Lo sé. Se te hincha el estómago, te da una fiebre, un un dolor en los hueso. Malestar que dura 3 4 Hayley y la inflamación del estómago tremenda. Y por supuesto que el picante es un ingrediente, un protagonista que puede ser, puede ser un asesino. Yo hice algunas unos aderezos, por supuesto. La salsa tártara venezolana que no, que nos gusta, que nos encanta. Si para los pequeños la intervinimos con habanero, entonces tenemos una tarta habanero. Me recomendaron mira, aquí la gente le encanta porque yo yo hablé mucho con Collegi, con mexicanos, yo habla con mucha gente, hice pocos amigos Venezolano, Tamarindo, Prévert, Tamarindo, intervi. Entonces hicimos la Tamarindo en Chipotle y una mexicana escribía en alguna página de Facebook. Esta salsa no tiene madre, una expresión
RLM: Dijo.
LP: Muy mexicana, muy, muy, muy coloquial. Y yo por supuesto que no lo entiendo y la respondía, pero ya va. Búdico por si quiere padre, si tiene padre, el padre es nació Perera y la
RLM: Admiti.
LP: Cantada CUP. La gente mexicana recuerda que el dicho a nosotros sigue siendo el objetivo principal a la hormiga. Entonces nuestro pequeño, que perfectamente se pueden comer con una salsa de tomate como con sémola, ketchup, la cátsup como se llama aquí? Bueno, empezó a presentarse con Santamarina en Chipote un poquito Guus y fuimos un poquito más allá, cosa que yo no he visto e iniciativas de tequeños de Venezuela no ha habido en el planeta a través de las redes sociales que lo veo. El Chile lo empezamos a colocar dentro, es decir, un poquito de jalapeño con queso enrollado, pero después de ella vamos a hacer algo mejor. Liquidamos el chile y tenemos
RLM: Vivie.
LP: Versión pico. Cita un pequeño pico йxito y tú lo ves, es naranja por fuera. Por qué? Porque la pasta, la masa y.
RLM: Team Chile.
LP: Lo sé yo hoy resolví el asunto de de cómo mimetizar nuestro producto a ubicar. Mira Prosi, tenemos una versión que viene picante y ahí entonces empieza a descubrir cierta cosa mil versiones de pequeños de arepa, que es ahora un producto que acabamos de presentar. Este Tabby de una forma con una receta y 4 en 4 presentación hacemos arepa de harina de maíz blanco de harina de maíz amarillo, una arepa dulce con plata nigun con papelon y una arepa y cosita
RLM: Uuc.
LP: Una arepa completamente tú. La vez naranja pica y la masa entonces y la salsa al final son como como 12 producto en nuestro portafolio y donde siempre hay presidente hay algunos que tienen Chile en mi humilde y así se lo digo de cara a la gente en humil intepretación como el Chile veo estaba presente la comida a que la gente no sufren la maldición de Moctezuma que pains y la que te quema que te quiete en flama todo lo que entonce encontrado que existe un debate muy muy encarnado entre propio mexicano. Hay gente que no le gusta Chile, no? Bien de qué? Que bueno que mata por el chip. Yo soy esclavo siendo parte de la conversación, siendo parte de la de la dinámica especi y rituales a la hora de comer con productos que. Que hay para todos los gustos.
RLM: Déjame ver si te estoy entendiendo. Entonces me dices que tienes. Como ya sabes, más pequeño tradicional el ticket yotambién que tiene el Chile dentro de la masa y la salsa doces de tamarindo con chipotle. Y por ahí viene también la cosa con la arepa. O sea que le está dando al pequeño la arepa comuna o la nacionalidad.
LP: Si teníamos que entregar nuestra cultura y ponerla en la mesa y decir mira, aquí estamos nosotros. Qué pasó con el castillo? El castillo, el emplatar, italianos, la lasaña. Con su característica es ricotta, que si este la salsa de tomate y ya. Pero el patito es muy venezolano, pero también es muy italiano con la comida árabe, el mismo taco al pastor mexicano que uno de los tacos más importante de mi americana su origen de époque. Los árabes que lo que hacían con sus trompos de carne especie de shawarma tuvieron que mimetizado. Le pusieron piña, le pusieron chile en la en la hora de la cocción. Y por eso la carne del pastor es tan roja, porque Tafur de Chiles y hoy día la gente lo apropio y nosotros no queremos que el mexicano se apropie de esta comida. Y ahí estamos y estamos convencido que no pasa nada negativo. Todo es positivo.
RLM: Ya no se pierde nada, más bien se está ganando.
LP: Estamos ganando, estamos ganando los de Cultura y de hecho, fíjate que en la estrategia de mercadeo Ito es una marca antojitos y más divertida y tiene los colores, la bandera, Venezuela, pero solo los colores. Y tiene esa propósito, este también asociado al despertar a estimular el apetito y la gente, el rojo, el amarillo, el azul brillante son colores que que hablan de la comida o no inducen a comer. Entonces yo todo mi paso están un poquito meditado. Yo pienso mucho la cosa que hago si tengo que dar una cortesía a alguien este en una estrategia detrás de eso eh? Porque le doy una cortesía a una, a una chica que no dos mil quinientos seguidores aquí en su instagram, pero en la ciudad y sus pasón etiquetando a al lugar del chillado vidaque San Luis Potosí. C Yo pienso muchas cosas y he entendido que qué regalar nuestra cultura gastronómica venezolana que es deliciosa. Hoy AWM mítico el pie la lamería aquí, majete, come arepa este Warwick. Bueno, ahí tienes a nómeno a ir apagase 20 años solo se consigue invert suela whites sp3 paíse.
RLM: Ahora Leo, me estás hablando mercadeo y hay una cosa que me llama la atención porque yo tengo rato siguiéndote por por Instagram y yo veo que tú, tú siempre estás publicando video, comentario, etcétera. Pero sobre todo tú hablas de restaurantes de otra gente, no tanto de Leito, sino yo tengo de restaurantes, restaurante probando un plato aquí, una hamburguesa por allá, como así.
LP: Pero primero, donde me sigue, yocreo René. Es importante decírselo a la Hoid y Garrotxa laicos food ahí bokeh, no en el Instagram, en Facebook, sino en Twitter, arroba litos food. Ahí pueden conseguir vierno. Fíjate, yo hablo del platillo. Toda mi vida he cocinado para amigos, para mi familia, para mis clientes, mi restaurante. Pero yo hacía una foto y la montaba por ahí ya. Y siempre que había una reunión, o una fiesta o un encuentro, yo tenía que ver con. con lo que iba a pasar el entornar a la comida. Pero era algo muy personal. No entendí rápidamente que esas son las bienvenidas que te entre un país. Oye paites, recibe, te abraza. Pero Gachí con su camino sea a quienes Leo Pereyra, que no es nadie. O sea, señor, lo otro lo estudié en ninguna parte. Pero esta está la literatura de mercadeo que se llama reconocimiento por asociación. Bueno, a mí nadie me conoce, pero yo voy a hablar en 12, en el restaurante de Reni, que si es conocido, que tiene muchos seguidores, que tiene muchos clientes. Yo voy a hablar entonces de su comida y empecé de esa forma a que la gente también me asociará a ciertas marcas que ya están aquí en la ciudad. Y entonces empezó.
LP: O sea, eso que llaman que un studi, una persona que va a prueba la comida, la comidita, le da un eje hasta puntuación y problema. Se ha vuelto muy popular este. Eso era antes, nada más. Para gente muy especial, un catador gastronómico era una cosa muy rockstar. Hoy día hay mucha gente que se dedica a eso. Entonces yo ni mi modelo de negocio a la hora de presentarme ante los aliados, que por cierto no fue el primer día, nosotros veníamos pequeños de mercadito en la calle Un Diam. Esa fue nuestra prueba de fuego para ver si la gente le gustaba, para ver el bio. Mira, prueba este producto, aquí estamos 50 personas vendiendo productos, una que una plaza un domingo cuando el modelo negocio de Leito santo y de y divertida empezó a coger forma. Dejamos de ir a los mercadillos y empezamos a ir a restoran en el nicho de menú americano. Rápidamente entendimos que la gente no iba a aceptar en el menú de un restaurante mexicano de taco de acogería que llama al antojitos venezolano no iba a aceptar. No hay, no hay, no tenía entrada, pero si tenía entrada como lo tienen Venezuela como en otras partes en el menú americano, porque bueno, ese fría papá y donde se hagan alitas de pollo ahí, o sea en una freidora, ahí van a estar los Thick.
LP: Entonces yo les presento a los aliado, a los clientes. Mira, es mi producto, se lo tenía que dejar a consignación, por cierto, es otra. Otro modelo aquí tiene pulmón para aguantar muchas cosas, pero no tanto como financiero, sino también el pulmón emocional para aguantar un negocio que tú crees que va a ser bueno. Crees que va la rueda va a rodar, pero el empuje para que la rueda empiece a moverse milímetro a milímetro. Realmente muy, muy fuerte. Bueno, veamos, pequeño es el restaurante y no se vendía. Antes tenían que darle muestra y no se vendía entonce nada. Me fui paya vez de hacer foto de las hamburguesas futbo de la jaulita, foto de la pizza, el platillo principal. Igual es imperativo que tú +20 taip y yo compraba la comida. Se la sigo comprando porque soy muy solidario en eso. O sea, gente que me abrió la puerta en su restaurante que tenemos tres arbolillo, ya que tiene un menú de 20 40 opciones. Yo tenía claro a Huete quellos y es muy sabroso porque yo tengo 30 40 platos de menú. Chef cómo vamos a hacer? Pues de un pequeño
RLM: Claro, el plato cuarenta y uno.
LP: Le cambiamos el nombre en el sentido de que lo presentamos como delitos de mucho queso para PAS, para diferenciarnos del mozarella Smits, por ejemplo, el dedito.
RLM: Perder.
LP: Aquí estamos en una masa muy fina, harina de trigo con un cierto dulzor escrita. Al momento su niño la va a disfrutar. Preparamos material piropea. Tom Seguimos haciendo, por cierto, llega a un lugar listo y va a conseguir algo de lo que llama Google hace muchos años. Este el momento cero. El momento cero. Antes Procter Gamble hace muchos años planteaba que el momento, el primer momento desde un cliente fue el producto sex en el anaquel cuando llega a su McAdoo el champú. Ah bueno, enquista en el llevo. Pero hoy día el momentos es breve en alumn@ previo a esqu en cero en internet. Entonces bueno, estala y yo ponía la foto de la hamburguesa del restaurante tal, agarraba el logo del restaurant, lo ponía y la publicidad le ponía una esquinita. No? Ni siquiera el logo de Lait. Porque yo les decía Pro-pia, te apropiaste de esto, tengo fotos muy bonita que se hicieron en algún momento de alta calidad de los pequeños y se las enviaba el correo agarra tu logo, tu color de tu lugar y pone esta foto que esta en formato PNG asi lista namá para que las coloque y Ilaves como lo quieras llamar delito es mucho queso y mi consejo de quello puede ser y hoy me siento muy orgulloso. Ren Époque claro, después de tres años en esto el restaurante tu abres menús de restaurante aquí en salud de mis aleado y mucho cuando tu haber tu consigue la palabra pequeño y yo no la pedí. Yo no le sigo. Yo no le dije esto.
LP: Este no está en el menú. Y su pequeño dedito de de queso blanco que copiaron. Pegaron lo que nosotros estamos planteando, los precios que les sugerimos nosotros que se venda Araki. Entonces bueno, vamos a poner el menú de niños, por ejemplo. Porque también entiendo que es tu negocio a largo plazo, o sea, este ya no podemos captar el señor mayor que está casado con su gordita mexicana. Bueno, vamos a Lillo, tienes a el joven que te quiere explorar y que conoce cosas nuevas. Nos pusimos a merced a la orden completamente localia y empezó a tener muy buena aceptación. El que yo recomendara comidas en los restoranes y la gente me está ahora que no es mi aleado, me manda una hamburguesa misme no quiero pero es mia porque dice que hable quiero que premisa la llave de la vida. Hoy día leí Ttos en una Barker y Leo Pereira es una marca personal que es una de las ventajas que tienen el emprendimiento en una empresa cuando invierte igual en ninguna empresa la empresa Ren la imagen, pero cuando tu puedes tener también al hombre, a la mujer, al individuo, que es también la imagen hecha realidad, el apuesto cara que puedes conversar y no puedes comer, sacó el logo de Naito o el logo de Apple, a ver si puedes conversar con el creador, con el fundador, con el que la hace como la amas. Entonces eso es esa marca personal, nosotro la estamos potencia. Eso me ayuda tambien, por cierto, a mantener una relación a largo plazo.
RLM: Lo que yo te estoy escuchando desde este lado de la conversación Leo, y que tú no iniciaste tratando de vender un producto venezolano ni dirigido a venezolana, sino a comunidad mexicana, Main Street en general. Y sin embargo, cómo se ha ido cerrando el círculo que hoy por hoy actuadores los menudo de tu aldea y el producto se llama pequeño.
LP: Entre paréntesis, algunos dice votarÃa venezolana una banderita.
RLM: Ni?
LP: Yo no lo perdí. Creo que no es lo correcto, pero hay otro enfoque. Oye. Hay gente ávida de conocer cosas de otras culturas.
RLM: Leo menera leí en San Luis Potosí, en México, principal desafío de vivir en México.
LP: Me dijeron una frase cuando llegué a México es más capitalista que Estados Unidos. Te va a sorprender. Lo voy a repetir para que nuestra audiencia. Este locate me mata. Mejor México es más capitalista que Estados Unidos y te va a sorprender. Hoy me quedo con la frase bueno, en efecto, si Quito e compra dieran crédito, no dieron crédito muy rápido, tarjetas de crédito muy rápido y de una vez nos lo dan. Y los intereses son muy altos y fueron desafío. Perdimos lo ahorro, llegamos con Punzado EM en azul y terminamos al año en salud rojo. Esa forma tan venezolana de ser nosotros, del como vamos viendo, vamos viniendo. Como dice la frase oye, México. No, no es así. México. El costo de la vida es relativamente barato, pero los sueldos también. Se trabaja mucho y se gana poco. Es una realidad más allá de las grandes ciudades que de conglomerados que tiene el país, que son México, Distrito Federal y todo su su periferia. Guadalajara y Monterrey. Más allá de esas tres grandes ciudades y su foco de diferencia en el paíse, eh? Hay pobreza. Pero como insisto, la frase hay un capitalismo híper salvaje. El Tratado de Libre Comercio llegó a este país, se acaba de renovar, puso condiciones de negocio adversas para México, pero México sacó lo mejor de sí. Y bueno, si hay que trabajar con baja, con bajos salarios, no vamos a trabajar y la gente trabaja diez horas, diez horas al día.
RLM: Pero ya pasaron seis años. Si tú pudieras retroceder el tiempo sabiendo las cosas que ya sabes, tú vuelves a elegir. México Maravedí.
LP: Claro que volvería a escoger amigos. Para nosotros es muy. Es muy tradicional, sobretodo para el maracucho Ethernet. La referencia para migrar ha sido Estados Unidos. Estados Unidos. Por qué no irme Estados Unidos? Por qué no nos fuimos? Creo que la barrera del idioma. Yo hablo inglés casi un 70 por ciento o 60 por ciento. Mi esposa lo habla 40 por ciento. Entonces teníamos esa debilidad del idioma. Haré más que la migración formal. Estados Unidos, además de compleja, es costosísima.
RLM: Pudé.
LP: Un año de migración legal. La tarjeta migratoria que yo tengo vale 100 dólares. Nuestro grupo familiar con 500 dólares podía estar legalmente PAII.
RLM: Tú me lo comentabas ayer y en cuánto tiempo te nacionaliza?
LP: Y a partir del segundo año cumplido podemos hacerlo mexicano. Eso pronto lo vamos a hacer. Y creo que la cultura que nos une en torno al idioma, el el origen histórico, son pueblos muy parecidos, son pueblos hermanos. Como digo yo, lo decíamos ayer el Mar Caribe nace en Venezuela y termina en la costa sur de México.
RLM: Mira, Leiv, déjame poner tu viaje en contexto. Cuando nosotros conversábamos anoche, tú me hablabas de cómo trabajaste en mercadeo en Venezuela, en restaurantes, te involucraste en política, etcétera. Muchas puertas se abrieron, otras se cerraron, tú me fié, lo anoté. Aquí te voy a citar entre comillas. Me dices que hay que impactar positivamente, que buscar la oportunidad de impactar positivamente. Tú has conseguido en tu emprendimiento en México o a través de tu emprendimiento en México, la oportunidad de impactar positivamente?
LP: Definitivamente, sí.
RLM: Por qué?
LP: Esto. Una mirada muy personal que creo que vamos a nadar. Tú me advertiste. No hablemos de política, Heffernan, no hablemos de política. Pero qué cree? Somos políticos. Yo descubrí la cruda que no podía cambiar de la realidad de mi país. No la pude cambiar. Me deprimí, me sentí mal porque no puedo. Por más que quiera convencer a la gente que que hay que cambiar esta realidad política nacional, no puedo. Yo no puedo. Entonces empecé a hacer política, a ser micropolítica, micropolítica y empecé a hacer política en los entornos donde si yo podía transformar realidad, problema de economía de la vecindad, yo vivía estose bueno, terminaba ataño las paredes bien bonita de las áreas verdes y. Había una vigilancia que funcionaba e el colegio de mi hijo. Yo ahí la pasé muy bien, porque hay estar cerca de ello, vivir esa experiencia, ese estar ahí cerca e descubríamos cosa que estaban pasando e caso de bullying. Nos involucramos. Por qué? Porque mañana pueden tocar a mi hijo. El liderazgo tiene algunos componentes, como que son muy crudo. Manipular, persuadir, convencer. Mira esa frase, esas palabras tan poderosa manipular, convencer. Pero no impositivo, eh? Y ese ha sido nuestro norte y yo llegué a hacer lo mismo aquí. La gente puede ser un poco recelosa con el mexicano. Pues oye, pero por qué usted viene a. Bueno, pero yo creo que es positivo, yo creo que se pueden hacer cosas pusé por ejemplo aquí hay un una macula muy negativa y la en la sociedad mexicana que es el feminicidio, el
RLM: Ni?
LP: Filmo a su máxima expresión. Y eso tiene grado de autó nivel. Bueno, hasta que el machismo se convierta finar un feminismo chic, pero un emprendedor. Público objetivo. Mira mujer, y yo le vengo pequeño entonces. Y en esa, en esa dinámica, me empezaron a invitar a Mercadito 2, que era exclusivo de mujeres y yo era el único hombre. Bueno, por qué? Porque yo llegaba el dije yo, yo aporta más que la vez. Entonces yo decía bueno, si es que ven de pequeño, pero mira si hay una situación, yo, yo creo que esto se puede hacer así puedes seguir e ideas para América día del mercadito para llega la invito se me ganaba espacio que eran vedados para para hombre, por ejemplo. Esto se está impactando? Sí, claro. Dejamos de ir al mercadito y usamos promotores como Atencia, somos embajadores. Entonces la gente hoy me escribió una chica de que tiene un mercadito, que si quiero participar en nuestro modelo de negocio ya no es a ir al mercadito. Pero créeme que vamos a difundir tu mercadito desde Eimi de Deivid. Entonces estamos de un hit. La gente agradece. Hoy como dice, yo hablo de una hamburguesa, pero también mañana me encuentro cuvo un mezcal bien sabroso y lo pruebo y lo recomiendo. Le abro el Ajit e incluso estoy con mi radar abierto siempre en el sentido de que me abro el Facebook e Instagram y alguien pregunta mira, exíjase hace torta tortas decoradas para para fiesta. Ah bueno, la lista de amigas mías que hacen eso. Yo les etiqueto. No me cuesta nada hacerlo. Pero créeme que si se produce la venta lágri el agradecimiento de esa señora a ese señor. Eh, Esport es de por vida. Entonces mira, impactara, eh? Yo estudié cocina de cuando iba a estudiar cocina. Llegué a un lugar a comer antes de intranquilas y la señora bueno, me sirve. Era comida mexicana Dort una torta mexican sandwich. Como te Philibert, la torta del chavo del ocho. Bueno, la señora me oye hablar y tú me. No, yo soy. Soy venezolana. Ay, yo también. Y la ciudad tenía dieciocho
RLM: E.
LP: Años viviendo ahí.
RLM: Ejje.
LP: Y su negocio se llama El manantial del manantial. Y me dice llevaba a escena Where you have a un sábado? Y las vidita yo señora. Esta mañana su pasó hace 3 4 años. Este oye, pagaré pa todos los días. Vamos a Sare para su fruto. Muy sabroso. Y bueno. Volví a ir otro día, movian a desayunar y seguíamos practicando un poquito ni. Con el pasar de los tiempo he yome. Yo procuré hacer varias cosa con la comunidad venezolano, oh paisano, el tema negocio por debajo no decía bueno. Cuál es el propósito? Vamos a reunir a los venezolanos, vamos a conectar y bueno, gente se conoció y hoy día son buenas. Amio Gracias a que nosotros impulsamos encuentro venezolana, hicimos 4 encuentro 4 encuentros en los restaurantes de de los cuatro lugares el venezolano hay obviamente y en algunos se vinieron unos pequeños infelíz de la vía buenísmo operaciones alinearlo import y en ese lugar del manantial en el centro que la señora VI se hacia arepa. Hicimos el tercer encuentro. Fueron más de 60 venezolanos. Comieron arepa. Comieron de Kikyo y que CalSci hoy día el lugar se llama Il Manantial. El rinconcito venezolano y la señora Menos ganas de Shrike agarra.
RLM: Etiquetes.
LP: Hras es mi aliada. Ven a mi pequeño y hoy día tiene un menú venezolano junto al menú mexicano. En su lugar está super agradecido. Entonces si se simpata, si se hace cosa positiva, ajetreo, reconoce Ivana IVAM.
RLM: Leo Hemos abusado bastante de tu tiempo el día de hoy. Me voy con la. Con la impresión de que el principal secreto de tu negocio y de tu operación es que no hay secretos. Eres un libro abierto. Comparte ese conocimiento con todo el mundo. Regalas ideas, como me decía más temprano. Pero para terminar, quería preguntarte si alguien te está escuchando en este momento. Está pensando ir a vivir a México? A lo mejor a San Luis Potosí. Qué te gustaría si esta persona?
LP: Guau! Me gustaría decirle que deje el miedo donde lo pueda dejar. Que se. Que venga abierto con una mirada en positivo, que no traiga. Ese sentimiento de. De que nos han quitado todo, de que nos merecemos aquello que nos quitaron. Que no venga, que con un vaso y prometo aquí medio vacío que veía con el vaso medio lleno. Aquí lo vamos a apoyar, aquí lo vamos a recibí.
RLM: Bueno, el Leo Pereyra en San Luis Potosí, México D. Leídos todos tus links, los vamos a tener en la descripción de este episodio. Agradecerte por habernos acompañado el día de hoy. Agradecerle a nuestra audiencia por su sintonía. Y con esto concluimos entonces el episodio ciento uno de los trabajos y los días disponible como siempre en los trabajos y los días puntocom. Redes sociales arroba, trabajos, días y desde Toronto les deseamos paz. Písalo.
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ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
100 – Erika Navas y la Filosofía del 3%. No es llegar más rápido sino llegar más lejos. 5 de Mayo de 2021 Duración: 67min 7seg.
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS llega a su episodio 100 y la mejor manera de celebrarlo es conversando con una maratonista.
Erika Navas @DoctoraRunner es médico anestesiólogo y cuenta con orgullo que desde que llegó a Florida ha tenido trabajos de todo tipo. Actualmente usa sus conocimientos de medicina para enseñar a otras personas a correr, mejorar en el deporte y cambiar su estilo de vida.
En este episodio, Erika nos regala una hora de conversación en la que nos cuenta cómo ha sido su evolución desde médico hasta coach y los distintos retos que ha tenido que superar en el camino. Ella lo resume en un concepto muy claro: La filosofía del 3%.
Para saber mas sobre Erika Navas y su trabajo, visita estos enlaces:
René Mendizábal: Hoy es cinco de mayo, son las siete de la mañana en la ciudad de Toronto y es nuestro episodio número cien. Nos estamos conectando en la ciudad de Plantation, en Florida, con Erika Navas, también conocida como la DoctoraRunner. Erika, bienvenida a LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS, muchas gracias por aceptar nuestra invitación.
Erika Navas: Llegamos al episodio cien, ¡qué emoción! De verdad que estoy muy contenta de que me hayas invitado a tu podcast, René. Qué bueno. Y qué bueno que ya llegaste a este increíble episodio. Qué honor que me hayas invitado para este increíble evento. Yo sé que hoy conjugas varias cosas importantísimas para ti y gracias por hacerme parte de esta celebración que hoy tenemos en este episodio cien.
RLM: Muchísimas gracias, Erika. Efectivamente, estamos eligiendo el día de hoy, cinco de mayo, porque, te cuento, que hoy estoy cumpliendo catorce años que mi esposa y yo emigramos a este país y han pasado muchas cosas. Ha sido un proceso largo, así como ha sido un proceso largo llegar al episodio número cien, y la razón por la que quiero hablar contigo, porque quisimos que tú estés en el episodio número cien, es porque tú eres una coach para correr, eres médico, además, y utilizas tus conocimientos como médico para ayudar y enseñar a la gente a correr, a correr mejor y después mejor. Y eso requiere también un proceso. No es una cosa que sucede en un día, yo no puedo ir a Costco y comprarme la cualidad de corredor. Tengo que trabajarlo por mucho tiempo, ¿verdad? Yo te escuché en un podcast de nuestra amiga en común, Sheila Toro, hablando de la filosofía del 3%, que también lo vamos a discutir más tarde y es algo que tengo mucho tiempo aplicando, especialmente después que emigré. En el momento lo aprendí y hace que las cosas que parecen imposibles se vuelvan posibles con el tiempo. Y antes todo eso, quería preguntarte, ¿cuándo llegaste tú a vivir a Estados Unidos?
EN: Yo llegué en el año 2016, un veintiocho de junio. Bueno, mi pasaporte dice veintinueve de junio de 2016, porque cuando me sellaron el pasaporte, tuve un viaje un poquito largo porque sufrimos de un retraso casi veinticuatro horas. El vuelo tenía que salir a las diez de la mañana del día veintiocho y terminé arribando a la ciudad de Miami el día veintinueve, a las tres y media de la mañana.
RLM: Veintinueve, tres y media de la mañana. Muy bien, llegaste el veintinueve. ¿Qué fue lo primero? Yo estoy seguro que tú te acuerdas qué fue lo primero que pasó por tu mente ese día veintinueve que llegaron, se bajaron del avión y: «aquí estamos, aterrizamos en Miami».
EN: «Dios, ayúdame. Ponme lo que tenga que ser en mi camino y yo lo aceptaré y trabajaré por ello», eso fue lo que yo pensé cuando estaba saliendo de la puerta del avión. Puse en manos de Dios mi llegada a los Estados Unidos. Obviamente, yo no tenía planes de quedarme. Yo vine por otros temas a Estados Unidos y se lo puse a Dios por eso, por si había una ventana donde había la posibilidad, más no era la intención primaria de emigrar. Yo llegué por otro tema para acá, un tema sabático de unos meses por unos procesos que estaba pasando y en ese tiempo fue donde ocurrieron varias cosas donde mi mamá y yo en conjunto tomamos la decisión de que yo me tenía que quedar. Cuando yo tomé la decisión junto con mi mamá de que yo me tenía que quedar, dije: «bueno, este es el momento, vamos adelante y vamos a darle lo mejor y vamos a hacerlo con la mejor actitud que yo pueda tener en mi vida». La mejor actitud que yo podía ponerle a esto en mi vida se la puse cuando emigré. Nunca había tenido una actitud tan positiva, tan resiliente, hasta que decidí quedarme en Estados Unidos. Esa es una de las grandes cosas que recuerdo y esa decisión fue en octubre del 2016. O sea, que pudiéramos decir que yo realmente llegué a los Estados Unidos en el octubre del 2016.
RLM: O sea, que ese proceso de bajarse del avión, como algunos de nosotros decimos, en realidad fue desde junio hasta octubre en ese 2016. Para dar un poco de contexto, tú eres médico, eres anestesiólogo.
EN: Sí.
RLM: En Venezuela tú trabajas como médico anestesiólogo, tenías tu carrera normal de médico…
EN: Me iba muy bien.
RLM: …y te iba bien.
EN: Muy, muy bien. No me quejo. Me iba muy bien. Dejé unas conexiones muy buenas en Caracas, ejercí en varios sitios importantes en la ciudad de Caracas, en clínicas muy importantes en la zona de Caracas. Hice un muy buen networking en Caracas y tengo muchísimas amistades que aún se conservan gracias a esa trayectoria que es exitosa, porque no fue diferente, fue exitosa dentro de todo. De punto de vista profesional no me quejo. Caracas, Venezuela en sí, me dio todo. Me dio muchas oportunidades dentro de toda la crisis que se estaba viviendo en ese momento, me abrieron las puertas en muchísimos sitios y yo sé que si en algún momento yo regreso a Venezuela, ese networking que me va a ayudar a volver a comenzar, si es que Dios lo dispone. El futuro nadie lo sabe, pero si me toca regresar por alguna razón, yo sé que la gente va a estar muy contenta de recibirme nuevamente y ayudarme en todo lo que necesite.
RLM: Bueno, eso hace las cosas más difíciles. Por qué entonces había una carrera que era fructífera, buenas conexiones, te iba bien. O sea, no había una necesidad de separarte de esa carrera. Pero, cuando tú llegas a un país como Estados Unidos y tienes una profesión regulada como la medicina, que más que regulada, yo creo que es híper regulada.No es que tú llegaste a Miami y dijeron: «¡ah!, la anestesiólogo, pase por aquí, póngase a trabajar». Y, especialmente porque no venías sabiendo que te ibas a quedar a vivir o pensando que te ibas a quedar a vivir. En algún momento de ese proceso han pasado ya casi cinco años. Tú ahora eres una coach para corredores. ¿Por qué no me llevas de la mano y me vas contando ese proceso en el que esa anestesiólogo que se bajó del avión, se convierte la DoctoraRunner? ¿Cómo sucedió eso?
EN: Esa es una historia que yo cuento en mis conferencias motivacionales. Ahora doy conferencias motivacionales, en vez de dar conferencias médicas, científicas, pasé a dar conferencias motivacionales. Pero, es un viaje heroico. Fue un viaje a una historia bien, bien bonita, muy particular. Yo la recuerdo con muchísimo cariño y no fue perfecta, como todo. Obviamente, no fue una historia prosaica, pero me llevó a crecer como persona y a entender que los seres humanos debemos aceptar las circunstancias con las cuales estamos para poder avanzar. Tenemos que aceptar esas circunstancias en las cuales nos estamos enfrentando y verle la mejor cara a esas circunstancias que no siempre son las mejores, pero que siempre nos van a dar un resultado distinto si las vemos con otros ojos. Cuando yo decido quedarme en Estados Unidos, evidentemente, como cualquier médico con el que tú hables te va a decir: «yo llegué y voy a hacer los steps». Yo llegué aquí y voy a hacer los steps. Yo no había arreglado mis papeles porque obviamente yo no pensaba quedarme. Comencé en un proceso desde aquí, tratar de legalizar mis papeles en Venezuela para poderme los traer. Y, en ese tiempo donde yo tuve que esperar con todas las dificultades que surgieron para yo poder arreglar todos esos papeles, comencé a trabajar en oficios varios.
RLM: Para beneficio de nuestra audiencia, Erika, ¿qué son los steps?
EN: Hay un montón de requisitos que hay que lograr para poder ejercer medicina en los Estados Unidos y en Canadá también. En Canadá es un poquito más sencillo, te la ponen un poco más sencilla. Sin embargo, no es tan fácil, pero en comparación con los Estados Unidos te la ponen un poquito más sencillo. Hablando de Estados Unidos particularmente, el sistema de los Estados Unidos contempla que todo médico extranjero debe pasar por una serie de papeleo previo para obtener un permiso por una entidad que se llama USMLE, que es una entidad que regula parte de la medicina en los Estados Unidos —la práctica médica en los Estados Unidos— y obtener un permiso para optar a presentar unos exámenes de validación. Los exámenes que vulgarmente le dicen steps en el argot folklórico dentro de nuestro argot médico como emigrantes y como estudiantes nuevamente, porque somos estudiantes nuevamente. Le llaman steps, pero no solamente son steps, hay que hacer otro tipo de trámites y otro tipo de exámenes. Pero, los que más son conocidos y a los que más se les teme son los steps. Son tres exámenes, tres niveles, dependiendo de lo que tú quieras lograr, evidentemente, y de lo que tú quieras hacer como practicante de la medicina en los Estados Unidos. Tú vas a presentar hasta el nivel tres o no. Hay gente que presenta solo el nivel uno o dos, con otros exámenes adicionales que hay que presentar para obtener las licencias.Y, evidentemente, ya puede practicar medicina en los Estados Unidos. Si no presentas el step tres, tú puedes practicar medicina de familia, ser médico de familia en los Estados Unidos y trabajar en la atención primaria de salud. Si tú quieres optar para una especialización, subir de nivel en la escala, en la estratificación de la de los médicos —que es como medio régimen militar,que hay jerarquías, hay muchas jerarquías, y para poder cruzar de ser un médico general y lo que muchos venezolanos conocen como médico general, médico cirujano— a ser un médico especialista, tú tienes que presentar el step tres y luego hacer otra cantidad de requisitos para luego optar en un concurso para poder hacer una especialidad. Es largo, va a depender de varias cosas: de la intensidad y perseverancia con la que tú estudies para lograr presentar tus exámenes y pasarlos. Luego, de toda la capacidad de networking que tú puedas lograr para poder hacer algunas acreditaciones que te permitan llenar tu currículum y optar para la especialidad que tú quieres. Lamentablemente, en los Estados Unidos no es como en Venezuela que tú dices: «yo quiero ser anestesiólogo y voy a presentar la prueba para anestesiología». Aquí no funciona igual. Aquí hay que presentar lo que llaman el match, que es hacer un proceso donde hay una serie de cosas que tienes que tener para que te den un puntaje, además de otros exámenes y otras cosas, para tú poder lograr hacer el match con la especialidad que tú quieres estudiar. Sin embargo, si tu puntaje da para que tú puedas estudiar otra especialidad, ellos te asignan a otra especialidad en la universidad que pueda aceptarte con ese puntaje que tú lograste. O sea, si yo quiero ser anestesiólogo nuevamente a Estados Unidos, no necesariamente voy a ser anestesiólogo en Estados Unidos. Todo va a depender de muchas cosas. Existen muchas personas que han logrado hacer match tanto en la universidad como en la especialidad que han querido estudiar. Pero, no es el grueso de la población que hace este trámite. Conozco colegas que en Venezuela fueron cirujanos, cirujanos oncólogos y urólogos, y aquí están estudiando medicina de emergencias.
RLM: Ok, entendido. Me estás hablando de un proceso que es de años, de mucho esfuerzo y no necesariamente te lleva al final exactamente donde tú querías. Es muy costoso, también, estamos hablando de tiempo y plata. Ese es el camino tradicional, es el camino esperado.
EN: Ese es el camino para lograr ejercer como médico especialista en los Estados Unidos, pero hay otros caminos que, bueno, Sheila ha hablado muchísimo en su podcast acerca de esos caminos que existen, otros caminos alternativos para poder estar dentro del sistema de salud, sin necesariamente ser médico physician o médico practitioner. Porque tú puedes ingresar en el sistema de salud de muchas maneras. Haymuchísimas maneras. Claro, la que todo el mundo quiere cuando llega es ser médico acá, médico practitioner. Pero, cuando tú vas caminando en ese proceso, tú te vas dando cuenta de que aquí te dan oportunidades para estar en el sistema de salud y hacer cosas que te gusten sin hacer estas cosas tan, tan complicadas en algunos casos y tan costosas que al final del día no tienen garantías. Porque si tú, desafortunadamente, no apruebas el examen, te dan varias oportunidades para presentarlos habiendo fallado, pero llega un límite. Si fallas tantas veces ya no puedes presentar más y cada vez que presentas tienes que pagar la oportunidad de presentar el examen. No es sencillo. Entonces, claro, yo en ese camino de ir conociendo la forma de cómo yo podía lograr esa certificación aquí en los Estados Unidos pasó un buen tiempo. Yo estaba llena de paciencia, me llené de valentía y empecé a trabajar en cosas que al principio no me gustaban. Pero, como yo amo trabajar, me gusta trabajar y ser útil, pues empecé a agarrarle amor a mis oficios.Desde mesera, hasta housekeeping, delivery; todos esos oficios. Yo le tenía cariño porque yo sentía que yo estaba brindando algo de lo que me gusta hacer que es el servicio, ayudar a la persona o hacerla más confortable, o hacer de su día un día mejor, que era lo que yo hacía cuando trabajaba. Por ejemplo, en las casas yo me esmeraba, limpiaba y le colocaba su cuarto bonito, lo ponía oloroso rico, porque qué rico es llegar a tu casa, a tu cuarto y tener todo ordenado, limpio y bonito. Entonces, yo me esmerado muchísimo a dar buen servicio a las personas con las que yo trabajé. En este tiempo que estuve trabajando en todas estas cosas, pues yo logré ingresar en el sistema de salud de los Estados Unidos y escalar un peldaño y empecé a trabajar como front desk en una oficina médica —hasta enero de este año— y dentro de la oficina médica pasé de front desk a ser manager. Obviamente, yo estaba estaba overqualified para estos trabajos. El dueño de la oficina sabía que estaba overqualified y utilizó mis habilidades de sobre-calificación para que yo aprendiera otras cosas nuevas del sistema de salud de los Estados Unidos que, obviamente, no lo conocía bien, más las habilidades que yo tenía de networking, de atención al público, de patologías médicas, entre otras cosas. Me ayudó a escalar fácilmente dentro de esta oficina. Estando yo trabajando en esa oficina como front desk en un inicio estaba un poquito desanimada porque yo veía que el tema de los documentos en Venezuela estaba como muy lento porque había siempre ha habido muchos problemas, los paros en la universidades, problemas en los ministerios, que si vamos a parar hoy, que si la luz, que si el internet; todas las dificultades que todos conocemos y eso retrasó muchísimo la tramitación de mis papeles, aproximadamente un año, año y medio.
RLM: Déjame recalcar una cosa. Tú puedes tener entonces todo el cariño del mundo por el trabajo de supervivencia que tomaste, puedes tener toda la disposición para hacer los steps, todo el talento, toda la plata. Pero, si no te llegan los papeles a Venezuela, igualito no hay plan.
EN: No eres nadie. Estás literalmente out. O sea, necesitas tus papeles aquí y luego estar aquí, hacer unos trámites que implican reenviar los papeles a Venezuela para volverlos a traer. Tiene su cosa. Yo admiro muchísimo a los doctores que perseveran en ese proceso. O sea, nada más hacer el proceso y lograr presentar tu primer step, eso es una victoria. Así desafortunadamente los resultados no sean los que tú esperas o por los que tú te preparaste, ya solamente el hecho de tú lograr presentar el primer step es una victoria. Esa es mi opinión. Con todas las limitaciones de los papeles que te estoy diciendo y con todo lo que hay que tramitar para poder presentar el primer step.
RLM: Por supuesto.
EN: Es un éxito, un éxito total.
RLM: Ok. Entonces, déjame volver al camino por el que veníamos. Llegaste, pasaste de ser la anestesiólogo con éxito en Venezuela, a ser… bueno, estabas limpiando casas, estabas haciendo de todo y, además, te propusiste hacerlo con cariño. Luego, entraste a trabajar en la oficina de un doctor. En la recepción, básicamente, en el front desk. Luego, pasaste al manager de la oficina. Todos esos son una serie de transformaciones y cambio de nivel socioeconómico, de vida, de identidad, de todo eso. Y está el tema de los papeles en Venezuela para poder hacer los steps. ¿Qué pasó ahí?
EN: Bueno, tú sabes que yo cuando ingresé en la oficina yo estaba…, como siempre, no voy a mentir, todos tenemos un momento de ocio en nuestros trabajos y yo no escapaba de eso en ese tiempo. Estaba revisando mi Instagram y estaban saliendo las historias de Instagram. En ese momento estaba de moda el tema de los stories, pero muy, muy fuerte, porque era una nueva funcionalidad de la aplicación. Entonces, todo el mundo estaba utilizándola mucho. Instagram mostraba a la gente muchos temas de muchas cosas. En ese momento, ya yo había corrido mi primer maratón en mi vida.
RLM: Ya tú eras corredora, entonces.
EN: Yo era corredora, pero yo corrí mi primer maratón en Estados Unidos. Yo no pude correr mi primer maratón de Caracas, es otra historia, pero muy bonita, la he dicho muchas veces. Sin embargo, el punto aquí es que yo seguía en Instagram a mi coach en ese momento, que me había ayudado a correr mi primer maratón y él puso una publicación en sus historias promocionando una certificación de Life Coach Practitioner, aquí en los Estados Unidos, que él había hecho también y que, bueno, muy gentilmente le pidieron que pusiera la publicidad para la nueva corte que iba a empezar esa semana hacer la certificación. Y yo vi la publicidad y me llamó la atención, porque yo no sabía que el coaching era una cosa y el entrenador es otra cosa. Son dos cosas muy distintas. Para mí, coach era lo que todo el mundo dice, el que me pone el plan de entrenamiento. Para mí era eso. Cuando fue mi primer contacto con el coaching, lo que de verdad es el coaching, que es el acompañamiento en procesos de vida o en procesos de diferente índole. Y cuando yo vi eso, me conecté mucho con eso e inmediatamente recogí la información, el número de teléfono y llamé por teléfono, para preguntar, porque, obviamente, ignorante total de la materia, yo no sabía que esa certificación eran tan costosas. No tenía ni idea. Cuando yo llamo y pido la información, obviamente me dan el precio y me caigo para atrás. Imagínate el sueldo de front desk, para pagar una certificación de esas, no me daba. Yo dije: «oye, gracias por la información, estoy muy contenta porque en algún momento la haré. Realmente no puedo pagar ese dinero, porque es demasiado dinero para mí. Eso es un mes y medio de sueldo que yo tendría que invertir en eso y no puedo. Lamentablemente en este momento no la tengo. Pero, muchas gracias, de verdad. Le agradezco mucho que me haya atendido». Muy amable la persona. Y la persona, la respuesta a ese comentario que yo le dije fue: «ah, no te preocupes, yo sé que yo te veo el viernes». El viernes comenzaba la certificación. Eso fue un lunes. Me dice: «Bueno, chévere, no te preocupes, que yo sé que yo te voy a ver, te voy a conocer el viernes». Y yo pensé: «esta persona se volvió loca». O sea, ¿cómo que me va a ver el viernes si yo le estoy diciendo que yo no me voy a inscribir porque no tengo el dinero para pagar eso? Y le volví a decir: «no creo que te vea el viernes porque te acababa de decir que no tengo el dinero y que no me voy a poder inscribir. Lo que sí necesito saber es cómo yo te pido que me des un aproximado de qué fecha es la próxima corte para yo reunir el dinero e invertir el dinero en la próxima corte». Y la persona me dice: «realmente no sabemos, porque la persona que va a impartir la certificación no vive en Estados Unidos, vive en España y no sabemos cuándo vuelve». Ahí fue cuando dije: «bueno, no es para mí». Y la persona me volvió a insistir y me dijo: «pero yo sé que yo te voy a conocer este viernes». Definitivamente se volvió loco. Cuelgo la llamada. Y claro, me dejó como muy impactada el hecho de que insistió en que me iba a conocer el viernes. Me dejó impactada. Y ese impacto fue tan grande que mi jefe —de ese entonces— me preguntó que qué me pasaba, que por qué yo tenía esa cara, que si había algún problema. Y yo le comenté que yo quería hacer esa certificación. Me dijo que bueno, que fantástico, que le pareció súper chévere y que, si de verdad yo quería lograr esa certificación, yo tenía que buscar los medios de cómo intentarlo.Y ahí fue cuando yo empecé. Pedí un crédito, me lo negaron. Pedí extensión de la tarjeta de crédito, me lo negaron. Pedí que alguien que me prestara el dinero, me negaron y así. Y como él me dijo eso, yo dije: «si me está diciendo eso es porque a lo mejor él me puede ayudar». E hice un plan de cómo le iba a pagar, todo. Ese día, en la tarde-noche, cuando terminamos de trabajar, yo me le presenté en la oficina y le planteé eso: «mira, nadie me quiere prestar el dinero y yo sé que tú tienes el dinero y me lo puedes prestar. Yo te lo voy a pagar. Y esta es la forma en que yo te lo puedo pagar. Me lo descuentas todos los meses». La respuesta a él fue sorpresiva para mí, porque como él me había motivado a hacer todo esto, me sorprendió mucho que él me dijera que no me iba a prestar ese dinero. Que en qué beneficiaba a la oficina que yo estudiara eso. Y que ese instituto donde yo iba a hacer eso le parecía que eran unos estafadores. Bueno, en fin, yo me desinflé toda, me sentí supertriste y ni modo. Eso fue un lunes, pasó martes y el miércoles recibo un mensaje de texto de la persona con la que yo había hablado el lunes, que me dijo que me iba a ver el viernes. Que cómo había estado todo, que si ya había hablado con alguien para que me prestara el dinero, que cómo podemos hacer. Ellos empezaron a ayudarme, ellos por su lado, me dieron un descuento y después otro y otro. Tenía tanto descuento y yo todavía no podía llegar a la cifra porque era muy alta. Yo no podía llegar a la cifra. Yo me puse a conversar con esta persona —actualmente, hoy en día—yo le llamo mi padrino mágico porque fue parte de esta magia que ocurrió en mi vida, de esta transformación— y empecé a buscar más opciones. Empecé a buscar más opciones y dije: «bueno, yo lo voy a lograr, voy a intentarlo una vez más». Buscando, buscando, buscando y no se daba. El jueves, cuando ya yo me voy a despedir de mi jefe en la noche, me preguntó si yo había logrado conseguir el dinero. Y yo le dije: «sí, nos vemos el lunes». Le dije que sí cuando no era así. Y, entonces, claro, él empezó argumentarme que me iban a estafar, que cómo era eso. Me molesté mucho porque sentía que era algo que yo tenía que hacer. Era la primera vez que yo le hablaba en ese tono a él tan contundente y le dije: «yo lo voy a hacer por el simple hecho de que mi corazón me indica que yo lo tengo que hacer. Nos vemos el lunes y te cuento».Yo me voy el viernes en la mañana al instituto, yo no tenía el dinero todavía. Me he sentado en el pupitre que estaba al lado de la puerta de salida del salón. Yo decía: «bueno, si no ocurre un milagro de aquí al mediodía, yo me voy. En el break de la mañana, yo agarro y como estoy al lado de la puerta, yo hago como que voy a ir al baño y me voy».Y no pasó nada. Entonces, yo me presento, conozco a la persona con la que hablé por teléfono, me presenta a las otras personas, me presenta con el monitor del programa, el señor de España —que también es un gran amigo hoy en día y le debo muchísimo—, y empezamos. Empecé a hacer networking, a conocer más gente y me senté en un pupitre esperando a que empezara la clase y que llegaran otras personas. En eso recibí un mensaje de texto diciéndome: «te acabo de hacer la transferencia, ya puedes pagar el curso. Me avisas cómo vamos a hacer para que me pagues el dinero y que Dios te bendiga». Y así fue como un ángel caído del cielo llegó para abrirme esa puerta, que me abrió muchas puertas, muchas ventanas y un mundo nuevo a mis ojos. Y fue cuando yo me certifiqué como Life Coach Practitioner. Tú sabes que para certificarte como eso tienes que pasar por el proceso de coaching. Y fue en ese proceso de coaching donde nació Doctora Runner.
RLM: ¿Cómo es eso?
EN: Nuevamente me reencontré conmigo misma. Me reencontré con esa pasión por servir y ayudar a otros. Logré entender que yo tenía un montón de habilidades que podía utilizar para ayudar a las personas sin necesidad de practicar medicina nuevamente. Y ahí fue cuando dije: «¿steps? Bye, bye».
RLM: Déjame poner una cosa en contexto. Tú en Venezuela ni siquiera corriste un maratón, porque el primero lo corriste en Estados Unidos.
EN: No, yo corría en Venezuela muchísimas carreras y medias maratones, un montón. Yo había decidido correr un maratón en Venezuela, pero como yo me tuve que venir a Estados Unidos, no lo corrí. El CAF tuvo una edición en ese 2016 y yo, por motivos de salud, no pude correr la CAF en 2016, cuando ya yo me había registrado y había logrado entrar y todo eso. Pero, por motivos de salud yo tuve que desistir de correr CAF 2016. Cuando yo dije: «bueno, corro CAF 2017, me voy a preparar para el 2017», es cuando yo me vengo a los Estados Unidos, en junio. Estando acá pues evidentemente yo había parado de correr muchísimo tiempo por motivos de salud y personales y una de las cosas que me ayudó a mí a equilibrarme desde punto de vista emocional y todas las cosas que me estaban ocurriendo, fue retomar el running y fue cuando yo corro mi primera media maratón y tomo la decisión de que voy a correr mi primer maratón aquí en los Estados Unidos.
RLM: Pero, hasta ese punto, correr no tenía nada que ver con trabajo ni con carrera.
EN: No.
RLM: Con nada. Era una cosa que tú hacías, corrías. Pero, tu trabajo era ser médico anestesiólogo y ya. Lo de trabajar con el running sale después de este proceso de coaching.
EN: Exacto.
RLM: ¿Cómo así?
EN: Porque dentro del proceso tienes que explorar muchas áreas de tu vida. Haces una cantidad de ejercicios y de técnicas donde tú te tienes que explorar a ti mismo y empiezas a ver cosas que la gente ve que tú no ves. Empiezas a entender cosas que la gente entiende de ti, pero que tú no entiendes de ti. Empiezas a comprender un montón de cosas. Empiezas a entender el para qué de algunas cosas que te han tocado vivir. Y empiezas a reconocerte. O sea, reconocer tus habilidades, a reconocer cuáles son tus fortalezas y cómo tú puedes utilizar todas esas cosas que tú descubras de ti mismo en función de mejorar tu calidad de vida y de lograr objetivos que tú te puedes plantear en cualquier área, puede ser deportivo, puede ser personal, puede ser familiar, puede ser profesional; cualquier objetivo que tú te presentes, pero tiene que venir de parte del autoconocimiento, de parte de hurgar adentro de ti mismo para ver quién eres tú, para que tú te conozcas nuevamente o te reconozcas. Porque, a veces, siento que yo viví dormida mucho tiempo y eso fue como un despertar de mí misma donde siempre había sido esa persona que siempre había querido ser, pero que yo no me había atrevido a ser. Entonces, tú empiezas a ver ese tipo de cosas y todo empieza a mejorar porque tú empiezas a trabajar en esa parte de ti. Entonces, tú empiezas a ver cómo todo lo que está a tu alrededor se empieza a alinear en esa misma sintonía en la que tú estás viviendo. Y por eso es que este nace esto, porque mi frecuencia va en función de mi propósito, que ha sido toda la vida el mismo. Desde chiquita me lo ha dicho la gente, muchas personas que me he encontrado ahora como Doctora Runner —que me conocen desde el colegio, me han dicho profesores de colegio o compañeros que estuvieron conmigo toda la vida—, me han dicho: «tú siempre has tenido vocación de servicio. Tú siempre has ayudado a las personas, pero tú no te dabas cuenta de que tú tenías esa habilidad de educar y de ayudar a otros, supernatural. Era algo tuyo», y que yo descubrí con este proceso de que era algo instintivo, pero que no tenía conciencia de que eso estaba en eso. Eso era parte de mí.
RLM: Ahora, tú tienes —y lo puedo ver como el proceso de coaching que te llevó a eso— habilidades como médico, entonces entiendes la anatomía, toda la ciencia del cuerpo humano, la experiencia como corredora. La búsqueda de una solución profesional, de una reinvención en los Estados Unidos, la vocación de servicio, perfecto, toda esa mezcla está allí, todos esos ingredientes estaba allí. ¿Cómo fue entonces el día que tú dijiste: «¡Eureka! Esto es lo que voy a hacer»?
EN: Cuando yo paso todo esto, yo obviamente sigo con mi proceso de coaching de ver cómo organizar todo eso que tú acabas de mencionar. ¿Cómo podemos organizar todas esas habilidades, fortalezas? Todas esas cosas organizarlas en algo que podamos trabajar para dar el propósito final, que es ayudar a la gente. O bueno, o darle una mejor calidad de vida a la gente, ¿cómo podemos organizar todo eso? Me tocó pasar por otro proceso de coaching, pero ya no tanto personal, sino un proceso de coaching más de como de una brújula donde yo pudiera estructurar de manera organizada lo que yo quería hacer. Y allí fue cuando nació el primer hijo de la Doctora Runner, que fue Running Mind. Que es un programa de entrenamiento en el cual yo logré integrar todas esas habilidades y conocimientos que yo descubrí que tenía en una forma organizada y en una forma estructurada para lograr unos objetivos. Obviamente lo tuve que experimentar yo primero,evidentemente, para ver si realmente podía tener resultados exitosos en mí. Una vez que yo vi que eso tenía resultados exitosos en mí, empecé a trabajar con amigos. Como siempre, uno empieza con los amigos, la familia, los conocidos. Y, empecé a ver resultados exitosos en esas personas. Posteriormente, a la par de eso, obviamente iba mi proceso de trabajar mi marca personal como Doctora Runner, el networking. En Estados Unidos —Miami sobre todo— era muy importante pre-pandemia tener un networking bueno para poder obviamente lograr alianzas, clientes, un montón de cosas. Y en ese proceso de networking de estructuración de producto como tal, empecé a probar esta metodología y a la par darme a conocer con charlas motivacionales. Dentro del área de Miami, hablar con personas, estar en eventos hablando de lo que yo hacía. En uno de esos eventos fue donde nació el otro hijo de la Doctora Runner, que es la filosofía al 3%.
RLM: Que es la razón por la que estás aquí.
EN: Que fue algo muy determinante en lo que Running Mind es hoy en día, un antes y un después, porque le dimos nombre a algo. Un nombre que la gente pudiera empatizar y un nombre que la gente pudiera fácilmente recordar a algo que todo el mundo conoce que es una mejor gestión del tiempo.
RLM: Bien.
EN: Yo creo que aprender a mejorar no, yo creo que más bien es aprender a tener una mejor relación con el tiempo, una relación agradable, una relación pudiéramos decir que inclusive que amorosa. Una relación de valor que le tenemos que dar al tiempo que me pareció muy importante. Entonces, la filosofía del 3% estaba integrada dentro del programa Running Mind. Yo lo llamaba —antes de la era del salto cuántico de Running Mind— gestión de tiempo efectivo, cuando iba a mis charlas, pero en una de ellas estuve conversando… porque como obviamente soy médico y siempre me gusta dar datos estadísticos, a pesar de que era una charla motivacional, uno de los datos que siempre mencionábamos es de los estudios que todavía están vigentes y que la literatura siempre lo reafirma una y otra vez acerca de los beneficios del ejercicio de treinta minutos, tres veces a la semana, que ahora se modificó un poquito el tiempo. Ahora hablan de ciento cincuenta minutos a la semana, pero evidentemente es una cifra muy pequeña diariamente que tú puedes invertir en eso. Entonces, yo le estaba preguntando a mi audiencia: «¿qué porcentaje de tu día podemos invertir en hacer una caminata o trotar suave o correr? ¿Qué tal si le dedicamos 3%?» Una palabra que fue algo que salió, un número mágico, diría yo, porque fue algo espontáneo. Vamos a darle 3% al día de esto. ¿Cuánto sería en números para la gente que le gustan los números? Siempre hay un matemático en todos los sitios y la persona levantó la mano y dijo: «son cuarenta y dos punto siete». Yo le dije: «vamos a hacerlo más sencillo. Cuarenta y cinco, dejémoslo en cuarenta y cinco. Treinta minutos para hacer ejercicio y quince minutos que puedes invertir en prepararte para hacer ejercicio o en arreglarte para irte a trabajar luego de que haces tus treinta minutos de ejercicio» Y eso fue instantáneo. La cara del público cómo se transformó. Tengo que decirlo, lamentablemente se estaban durmiendo porque eran de mis primeras charlas que, obviamente, no había adquirido la destreza de conferencista. Pero, la cara del público fue totalmente ciento ochenta grados el cambio.
RLM: Cuando lo dices así, suena fácil.
EN: Claro, la gente entendió. Me imagino que muchos se preguntaban: «¿en qué estoy gastando mi tiempo? ¿En que estoy usando mi tiempo? Si esta mujer me está diciendo que con 3% de veinticuatro horas yo puedo lograr obtener cambios fuertes en mi vida». Y decidí —así como el método de Running Mind— ponerlo en práctica para entrenar para mi siguiente maratón.
RLM: Muy bien.
EN: Y, bueno, poco a poco yo empecé a publicar en las madrugadas, cumplí con mi 3% en los stories. La gente cuando me empezó a ver, me empezó a preguntar y yo le daba la explicación y al día siguiente esa misma persona hacía lo mismo, lo publicaba y me etiquetaba. Primero fue una persona, después fueron cinco, y así. Hasta que en un momento llegó a ser un montón de gente y todos los días me llegaba gente de todas partes del mundo, de Colombia, de Italia, de España, de Bélgica, que ni conocía yo. Que yo no sé cómo lograba esos stories, navegar por la Internet y llegar ese mensaje a muchas personas. Cuando menos me lo esperé, llegó una persona y posteó una foto trabajando en una computadora poniendo: «cumplí con mi 3%». Inmediatamente le escribí un DM. Dije: «Ya va. ¿Qué pasó aquí?». Me puse a conversar con él y le pregunté. Me dijo: «gracias a tu filosofía yo empecé a invertir en forma efectiva ese poquito de tiempo en un proyecto de vida que yo tengo, en un emprendimiento y he empezado a lograr cosas con mi emprendimiento con solo invertir ese ratico. Y estoy súper agradecido contigo por haberme enseñado que yo con invertir aunque sea un poquito todos los días puedo lograr cosas de avance importantes en el proyecto que tengo». Y eso fue para mí un momento en donde dije: «nada, esto es algo de lo cual yo tengo que promover, es algo que yo tengo que evangelizar y yo tengo que empezar a trabajar en esto». Y ahí fue cuando comencé a darle como más fuerza al mensaje. El mensaje de salud, al mensaje de comunicación, a mejorar mi comunicación, a crear comunidad y todo eso. Eso me ha llevado a mí aproximadamente cuatro años. Y el año en donde la fuerza mayor la he tenido fue el año pasado. Paradójicamente, en pandemia y confinados, donde mi mensaje ha llegado con mucho más fuerza y mucho más lejos. Quizás porque he pasado también por otras transformaciones de vida muy importantes que me han llevado a eso.
RLM: Mira, a lo mejor no es tan paradójico y te voy a contar por qué creo que no es tan paradójico. Y es que tú y yo estamos hablando precisamente porque te escuché hablar del 3% y razonó conmigo. Yo no lo llamaba la filosofía del 3%, no le tenía nombre. Pero, te voy a contar que hace como siete años, más o menos, yo conseguí un trabajo que era desde la casa. Que hace siete años no estaban todavía tan de moda. Y, me di cuenta, que inmediatamente iban a desaparecer una hora en la mañana para ir a cualquier otro trabajo y una hora en la tarde para devolverme. Y mi esposa me dice: «bueno, tienes entonces dos horas adicionales en tu día, son diez horas a la semana, son cuarenta horas al mes que ahora tienes extra. ¿Qué vas a hacer con ese tiempo?». Me quedé pensando y dije: «hay esta maestría que hace rato queremos hacer, vamos a meternos que ahí más o menos está el tiempo de las lecturas, las clases, etcétera». Bueno, cuarenta horas al mes para utilizar en algo, vamos a aprovecharla. Y así empezó. De ahí en adelante, cada vez que quiero hacer algo, le dedico eso, una hora, cuarenta y cinco minutos al día, hasta que más o menos va sucediendo. Este mismo programa que hoy está en su episodio cien, básicamente se ha construido utilizando la hora del lunch que uno tiene aquí, la media hora de almuerzo que uno tiene en el trabajo para buscar los invitados, para más o menos planificar las temporadas. Es ese ratico, pero todos los días sin parar. Entonces, claro, yo puedo imaginarme como ahora precisamente en pandemia que tienes que hacer algo. Nosotros mismos hemos vuelto a trabajar de la casa, hemos vuelto a tener esas cuarenta horas al mes adicionales que ya no te gastas para repensar las cosas. Entonces, ¿cómo se puede usar ese 3% y cómo llamarlo de una manera que uno mismo lo entienda?
EN: Yo he entendido con esto que yo venía haciendo durante todo este tiempo, que la gente tiene las herramientas. Todos tenemos las herramientas. Este tema de que herramientas para acá, herramientas para allá, herramientas para acá, hay herramientas para allá; es un poco redundante porque todos tenemos las herramientas. Lo que pasa es que muchas veces nos distraemos tanto, René, nos distraemos tanto con tantas cosas que al final del día no te están aportando nada y no invertimos ese tiempo correctamente en lo que sí te va a dejar algo, o lo que te va a llevar a tu propósito, o a lo que te va a llevar a esa cosa que tú quieres hacer o ese logro que tú quieres tener. Entonces, nos distraemos tantísimo en buscar algo que está dentro de nosotros que simplemente tomar conciencia de lo valioso que es el tiempo. Tú sabes que yo tengo un podcast, también, en el cual yo entrevisto personas que, obviamente, den herramientas que pueda hacer la vida de los corredores muchísimo mejor. Y la semana pasada, paradójicamente, entrevisté a una persona que se denomina especialista en gestión de tiempo. Digo se denomina porque cuando conversé con ella, yo tenía unas expectativas que me hice totalmente locas de lo que yo me encontré cuando yo la entrevisté y me dejó una enseñanza tan valiosa del tiempo que se la voy a compartir a tu audiencia y lo voy a compartir contigo, de que el tiempo es algo que no existe. El tiempo no existe. Porque, un ejemplo que ella me dio —ella vive en España, yo vivo aquí en Estados Unidos—, fue: «fíjate, yo donde estoy son las cuatro de la tarde y tú dónde estás es en la mañana. Y estamos en el mismo momento,juntas en un mismo momento, en tiempos diferentes. Yo estoy en tu futuro y tú estás en mi pasado». Eso me quedó a mí. Cuando me dijo eso la remató —porque la remató, ese episodio te quedas loco, o sea, tienes que verlo—diciendo: «es que el tiempo nadie lo puede pagar. No hay dinero en el mundo que pueda pagar el tiempo y es por eso que el tiempo, el momento, se tiene que aprovechar al máximo. Vuelve a lo que te estaba diciendo. Ya lo que te dije ya forma parte de nuestro pasado, hace un minuto o dos. Este momento de conexión que tú y yo tenemos es lo importante». Entonces, ¿qué es lo que quiero dejarte a ti y a la audiencia con esto? Es que si tú de verdad vives tu momento, si tú vives realmente en tu 3%, independientemente cual sea el resultado o el futuro, y ese 3% te da satisfacción y te da paz y felicidad, date por pagado. Porque tarde o temprano —hablando de esa parte numérica— el resultado va a llegar. Porque estás haciendo lo que te hace bien, lo que te hace feliz, y puede ser que lo que te hace feliz es tomarte una copa de vino, conversar con tu esposa. Pero, estás ahí presente, tomándote la copa de vino con tu esposa y conversando con tu esposa. Grabando el podcast contigo, estoy con grabando el podcast con René y lo estoy disfrutando. Cada momento de disfrute es lo que te va a llevar a ti a ese lugar donde tú quieres estar. Eso es una cosa que le agrego ahora a mi filosofía al 3%. Si tú estás invirtiendo tu tiempo y esa inversión te hace feliz y te va a dar lo que tú quieras tener, esa sensación que tú quieras tener de bienestar y de paz, lo demás que venga después no importa. De verdad que fue un antes y un después, porque tuve que reencuadrar todo lo que yo también hablaba del 3%. Es un reencuadre que tuve que hacer porque es verdad. Tú tienes un huso horario diferente al mío, por ejemplo. Pero estamos juntos, aquí, en esta conexión que tenemos, en este podcast en el que estamos conversando. Y ese momento en que la persona me escuche sea hoy cinco de mayo, o sea otro día, independientemente del día o la hora que le escuchen, si lo disfruta, lo aprovecha y toma algo positivo para sí de esto que estamos conversando, siempre va a valer la pena, siempre.
RLM: Erika, te estoy escuchando hablar y estoy pensando como… Primero que nada, no creo que esta es una conversación que yo tendría con un anestesiólogo normal.
EN: Bueno, ese fue un camino bien largo para llegar aquí.
RLM: Por supuesto, es un camino donde ha pasado por muchas cosas, has aprendido muchas cosas, especialmente muchas cosas acerca de ti misma y acerca de muchas otras disciplinas que se conectan con tu carrera, con tu carrera original, pero que no son la única disciplina que tú hoy por hoy utilizas para trabajar. ¿Principal aprendizaje que has tenido en los Estados Unidos? Sé que han sido muchos.
EN: Yo siempre les digo esto y en todas las entrevistas que me hacen me han preguntado en algunas esto y me han preguntado en otras diferentes cosas. Yo lo que he aprendido y que se lo digo siempre a las personas, es resiliencia. Y lo puse en práctica. Yo leí un libro de él sobre resiliencia en Venezuela, cuando trabajaba en el Centro Médico de la Trinidad y, gracias a ese trabajo, me abrió la oportunidad de poder aprender muchas cosas que no son básicamente solamente medicina. Yo aprendí muchísimo allí, porque en la clínica ellos tenían una tienda donde vendían libros y en mis tiempos libres, como no podía ir muy lejos porque entre una cirugía y otra lo que daba chance era o de salir un momento a caminar y tomarse un té y me comía una gelatina, unas cotufas —para ese tiempo estaba con el tema de bajar de peso y estaba superestricta con el régimen alimentario, un poquito desequilibrada, pero ya uno va aprendiendo eso también—, yo me metía en la tienda y ellos tenían una variedad de libros impresionante. A mí me encantaba mucho ir a Tecni Ciencia Libros en Caracas a ver libros, pero no porque era amante de la lectura, sino porque me pareció interesante ese olor a libro y ver cómo las otras personas disfrutaban de leer y yo sentía que yo no podía, que por qué yo no podía leer y disfrutar de la lectura. Y con ese trabajo yo aprendí a disfrutar de la lectura, porque, bueno, como yo estaba haciendo de residente allí, obviamente tenía trabajo bastante, cirugías muy largas donde, obviamente, cuando todo va bien el anestesiólogo lo que hace es leer cuando todo va bien, normalmente. No sé ahora, con el tema de las redes sociales, pero en ese tiempo era lo que yo aprendí de mis profesores, mis adjuntos, mis maestros, mis mentores en anestesia, que bueno, ellos leían periódico o leían un libro o llevaban una tablet y leían, todo esto. Y una de las autoras me dijo: «deberías de comprarte un libro allá abajo en la tienda y ponerte a leer». Y uno de los libros que compré es Resiliencia, así se llama. No recuerdo exactamente el nombre del autor, te lo debo. Pero hablaba de lo que era, de dónde venía, de cómo se puede utilizar un montón de cosas. Y una de las cosas que me quedó muy, muy fija en la mente fue cuando yo empecé…, porque no fue fácil mi primer día de trabajo en el restaurante yo lloré. Lloré muchísimo. Nadie me vio o no dejé que nadie me viera. Pero, lloré muchísimo cuando me entregaron el coleto y el tobo de agua para pasar coleto en la tienda. Lloré horrible. Y después que lloré, dije: «no hay problema, de esto vas a aprender algo». Y comencé a aplicar eso de que esto tiene algo bueno para ti. Esto tiene que enseñarte algo. No me quejo, porque fíjate, yo cuando aprendí, aprendí a pasar coleto de verdad, a limpiar bien, a que todo tuviera un nivel de pulcritud, una calidad de servicio también. Eso lo aprendí con esos trabajos. A trabajar con el público, a dirigir la palabra correctamente en inglés a las personas, que no hubiera malentendidos del punto de vista por el tema de la lengua. O sea, hubo mucho aprendizaje y eso fue lo que me llevó a entrar en conciencia un momento de mi vida y decir: «es que tú estás aplicando la resiliencia, estás viendo de todas las cosas que te ocurren, sean buenas o malas… » —porque yo en ningún momento las vi malas, siempre las vi buenas—«…a buscar qué es lo que vas adquiriendo como herramienta de eso que te está pasando para tú aplicarlo en alguna situación que te venga más adelante». Y eso es lo que yo le dejo a la gente siempre que me entrevistan. La resiliencia es una herramienta que nos ayuda muchísimo y el hecho de que tú seas resiliente no quiere decir que no llores ni que te deprimas y que te sientas perfecto y que sonrías todo el tiempo. No. Eso no significa eso. Eso no tiene nada que ver con eso. Significa en cómo tú, luego de que pasas esa situación, tú observas desde afuera la situación y esa situación desde afuera, viéndola sin emoción, en forma muy objetiva, puedes tomar lo que tú puedas a tomar de allí para poderlo usar y avanzar. Y eso es lo que le quiero dejar a tu audiencia. Es posible. La cuestión es que te pongas los anteojos correctos para ver las cosas de la manera correcta y estar muy atento a las señales que tienes alrededor. Porque en todo hay oportunidades. Conozco gente que manejando Uber ha conseguido el trabajo de sus sueños en Estados Unidos.
RLM: Claro, esas cosas pueden pasar.
EN: Sí, hay gente. Pero, es cuestión de lo que te digo, de estar atentos. Estar atentos.
RLM: Hablando de oportunidades, tú tienes una oportunidad muy interesante, porque tú corres. Tú no sólo enseñas, tú corres.
EN: Claro.
RLM: Pero tú vives en Florida, la capital mundial del automóvil. ¿Qué has descubierto tú, qué has conocido tú en Plantation, que normalmente no hubieras visto si hubiera estado solamente en tu carro?
EN: Mira, yo Plantation la he recorrido corriendo. Plantation es muy pequeña. Aquí la gente cree que no, pero aquí grande es Miami, grande es Houston, por ejemplo. Ni siquiera Nueva York, es pequeño. Boston es pequeño. Chicago es pequeño. Pero, este sitio donde yo vivo, yo inclusive lo llamo “conglomerado”. Yo lo veo como como si yo viviera en Puerto la Cruz. Para mí vivir en Plantation ha sido como vivir en Puerto la Cruz, el sueño de mi vida. Yo siempre quise vivir, cuando me retirara, en una ciudad en Venezuela donde estuviera el mar a quince minutos —y lo tengo, tengo a (59:33) a quince minutos—, donde tuviera un conglomerado donde tuviera todas las oportunidades de servicio y todo, que es Miami, que lo tengo a treinta y cinco, cuarenta y cinco minutos. Entonces, Plantation es un sitio muy pequeño, muy familiar. Pero, obviamente, como todo en Estados Unidos, tiene sus supermercados, su mall, su servicio, todo está bien, su escuela, sus hospitales grandes, igual como una gran ciudad. Y es tan pequeño que yo lo he recorrido corriendo. Plantation tiene, en la parte nueva… porque hay una parte nueva y una parte vieja que llaman el Old Plantation y el New Plantation, los que son de aquí de toda la vida. Yo tengo amigos que son americanos y que tienen aquí veinte, treinta años y han visto la evolución de Plantation a lo largo de los años. Plantation ha evolucionado muchísimo de lo que hoy en día es, lo que yo conozco, que yo digo que es pequeño y es un conglomerado, para ellos era plantaciones de plátano, justamente. Por eso se llama así, Plantation. Eran plantaciones, muchas plantaciones y ellos vieron la evolución de esta ciudad progresivamente con el pasar del tiempo. Y Plantation, la parte nueva tiene veinte millas cuadradas. Yo las corrí cuadradas. Veinte millas, no tiene más.
RLM: Chiquitico.
EN: Para tú poder correr…, te lo digo porque yo ya he corrido varios maratones virtuales y en uno de los largos fue la primera vez que tuve ese descubrimiento, el de mayor distancia que hice, que fueron veinte millas y me quedé corta porque tenía que correr un poquito más y me tocó correr por mi casa una vuelta más, alrededor de la manzana, que son tres millas más. Y cuando yo fui a hacer mi maratón virtual aquí cerca de mi casa, me tocó darle nueve vueltas a la manzana para poder lograr la distancia, imagínate tú. Estaba obstinada, en la vuelta número seis ya estaba obstinaba de dar vueltas en círculos como hámster. Pero, para que tú veas la dimensión de lo pequeña que es esta ciudad en comparación con algunas ciudades de Canadá, por lo menos en donde tú vives en Toronto. Es súper pequeña, pero me ha dado a mí muchísimas cosas. Me ha dado tranquilidad, me ha dado seguridad, me dio trabajo por mucho tiempo. Hay acceso a todo. Si yo quiero algo más fancy o algo más, no sé, distinto, yo me puedo…
RLM: Lo tienes cerca, claro.
EN: …fácilmente desplazar a otro sitio. O sea, es muy céntrica, está al lado de la autopista, de hecho.
RLM: Mira, hay algo que no hemos mencionado, Erika. Tú eres, entonces, la Doctora Runner. Tienes tu podcast, si quiero escuchar tu podcast, ¿cómo hago?
EN: Este año fue el año del relanzamiento del podcast. El podcast tiene aproximadamente dos años y tiene dos etapas. Pueden escucharlo desde el primer episodio en las plataformas de streaming como son Spotify, Apple Podcast, Google Podcast y Anchor. Y este año decidimos hacer video podcast —bueno, no decidimos, decidí porque soy yo la que está atada en este proyecto, más una chica que me ayudaba con el tema de los diseños— para ponerlo en el canal de YouTube, porque tengo un canal de YouTube donde me pueden encontrar como @doctorarunner, así me pueden encontrar en todas mis plataformas, en Instagram, en Twitter, en Facebook como Erika Navas. O sea, donde ustedes pongan Doctora Runner, me van a encontrar. He visto que he tenido coincidencias creativas con el nombre, por decirlo así, en las redes sociales y me parece muy, muy interesante y de verdad que estoy súper agradecida de estas con coincidencias creativas.
RLM: Ok, perfecto, entonces te conseguimos en todas partes como @doctorarunner y en la descripción de este episodio vamos a tener todos los links para poderte seguir en las redes sociales y en los distintos canales donde se distribuye tu podcast. Última pregunta con la que nos gusta cerrar: si tú pudieras retroceder el tiempo, vuelves hace seis años a ese junio que llegaste a Estados Unidos sabiendo todo lo que ya tú sabes, ¿tú vuelves a elegir Estados Unidos para vivir?
EN: ¿Sabes porque te digo que sí? Porque yo todo lo que he tenido que vivir me ha hecho lo que soy hoy en día y eso no lo cambiaría por nada. Y te voy a decir algo, no he vivido cosa sencilla. O sea, he tenido también momentos muy duros, pero esos momentos duros, esas cosas, esos errores que he cometido y todas esas cosas que he vivido, buenas y malas, me han hecho lo que hoy en día soy y me encanta ser lo que hoy soy. Me encanta. Me parece que la transformación más impresionante e importante que yo he podido tener, ha sido este proceso de emigración y este recorrido que he tenido por todas estas cosas que me han tenido que pasar por algún motivo. Y eso me ha ayudado a mí a ser lo que soy para que otros puedan aprovechar todo esto que yo he logrado. Porque, al final del día, yo no me pienso quedar con esto que he vivido, yo no me pienso quedar con esto que ha adquirido y contra estas cosas que he aprendido. No, por eso es que estoy trabajando en lo que trabajo, porque considero que hay gente que últimamente he escuchado en algunos casos, que estoy en desacuerdo de eso. Yo sí estoy de acuerdo en que uno tiene que dejar algo, es importante dejar un legado, que no quede en vano, porque, ¿todos esos aprendizajes me los voy a llevar a la tumba? No, yo los tengo que compartir. Porque si fue bueno, si me gusta, si estoy contenta de que lo tengo, ¿por qué no lo voy a compartir? Claro que hay que compartir.
RLM: Y lo estás compartiendo, lo estás difundiendo todos los días y está quedando allí, en lugares que es prácticamente imposible borrarlos. Bueno, perfecto. Erika Navas, la Doctora Runner, en Plantation, Florida. Muchísimas gracias por participar en el episodio número cien de LOS TRABAJOS Y LOS DIAS. Ha sido un privilegio tenerte con nosotros.
EN: Muchísimas gracias, René. Un honor para mí estar en tu episodio cien. Di lo mejor de mí para tu episodio. Yo sé que es muy especial este episodio para ti y por eso me propuse que iba a dar no el 3%, sino el 1000% para que tu audiencia pudiera tener el valor que se merece. De verdad que muchas gracias por la invitación.
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ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 99: Silvia López en Bogotá. Vivir los dos lados de la historia. 1 de Mayo de 2021 Duración: 37min 24seg. Silvia emigró a Venezuela desde muy niña. Entrando en la adultez, sus padres deciden regresar a Colombia donde se adaptó por segunda vez. En este episodio, nos cuenta sus experiencias que abarcan casi veinte años en cada lado de la frontera.
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 98: Jean Jose Tamarones Rosas en Bogotá. Entender el objetivo. 21 de abril de 2021 Duración: 42min 23seg. Jean decidió mudarse a Bogotá tras recibir una oferta para enseñar en una escuela de leyes. En esta entrevista nos cuenta sus experiencias validando credenciales, estudiando, iniciando su propia oficina y reunificando a su familia. Puedes saber mas sobre su trabajo en https://legaltrust.co
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 97: Natalie Vergara en Barranquilla. Aquí todo es poco a poco. 13 de abril de 2021 Duración: 23min 49seg. Natalie llegó con su hija con la intención de pasar una temporada. En esta entrevista nos cuenta sus experiencias con el emprendimiento, el empleo de tiempo completo y el sistema educativo en Barranquilla.
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 96: Francer Goeneaga en Medellín. Decidirse a emprender. 6 de abril de 2021 Duración: 49min 06seg. Francer llegó a Colombia con ciudadanía, familia, experiencia y estudios locales, pero el mercado laboral no estuvo a su favor. En este episodio Francer nos cuenta que la respuesta es el emprendimiento.
ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo. Nos puedes encontrar todos los martes en www.lostrabajosylosdias.com, y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
DATOS DE GRABACIÓN Audio: MP3/Mono/44100Hz/128kbps
Consola: Zoom Livetrack L-8
Micrófono: Shure SM7B
Edición: Adobe Audition para MacOS
Música: Lee Rosevere: Music for Podcasts 1, 3 y 4 Chris Hauge: Front Porch Blues Bleeker Street Blues John Deley: Beer Belly Blues
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Transcripción:
RLM: El episodio noventa y seis de Los trabajos y los días. Hoy es martes seis de abril en Toronto. Son las siete de la mañana y continuamos nuestra temporada número quince, que está dedicada a los venezolanos viviendo en Colombia. Para eso nos acompaña el día de hoy Francer Goenaga en la ciudad de Medellín. Francer, bienvenido a Los trabajos y los días y muchas gracias por aceptar nuestra invitación.
FG: Muchas gracias a ti, René, por la invitación. Y bueno, encantado de esta oportunidad de compartir mis experiencias y compartir con este valioso trabajo que se está realizando con Los trabajos y los días.
RLM: Francer, ¿qué fue lo primero que pasó por tu mente el día que llegaste a Colombia a vivir?
FG: El día que llegué a Colombia a vivir fue octubre del año 2018. Venía, en primer lugar, con muchísimas expectativas. Desde luego, tomar la decisión de salir del país fue una decisión complicada. Pero, lo que quería en todo momento es que ese cambio —al cual, desde luego, nos abrimos todos los miembros de la familia— fuese un cambio que nos llevara a experimentar nuevas oportunidades, a seguir un camino de crecimiento. Recibir ese cambio como una posibilidad, como un experiencia positiva y, desde luego, siempre pendiente de que mi núcleo familiar, mi esposa, mi hija, tuviesen también esa resiliencia, por decirlo de alguna manera, de haber desconectado con lo que era nuestra vida en Venezuela y abrir un nuevo capítulo aquí en Colombia.
RLM: ¿Por qué Colombia? ¿Por qué Medellín?
FG: Varias razones. En primer lugar, Colombia nos ofrecía la oportunidad de estar cerca de casa, cerca de Venezuela. De alguna manera nosotros dijimos: «corresponde hacer una pausa en este momento, corresponde no estar aquí». Y siempre guardamos, desde luego, la esperanza de regresar en un momento en el cual las condiciones estén dadas para nosotros. La cercanía creo que nos daba esa posibilidad. Por otro lado, teníamos el acceso directo a los documentos, a tener nueva condición migratoria que realmente fuese viable para desarrollar nosotros nuestras actividades de trabajo, de conseguir el sustento, pues mi papá nació en Colombia y fue parte de la ola migratoria de colombianos hacia Venezuela a finales de los años 60, inicio de los 70. Por lo tanto, teníamos la posibilidad de obtener rápidamente los documentos, sobre todo para mi esposa y para mi hija, pues ya yo en el año 2010 había obtenido mi ciudadanía colombiana, producto de que también había estudiado aquí mi maestría, en Colombia. Entonces, ya además tenía el recurso de haber interactuado con una comunidad desde el punto de vista académico, con profesionales. Entonces, eso también de alguna manera me ayudaba. Y, finalmente, yo había trabajado un año completo yendo y viniendo aquí a Medellín específicamente, pues la institución para la cual yo trabajaba había abierto una sede aquí y yo estaba en ese proceso de construcción en ese momento. Entonces, fueron varios los elementos que nos ayudaron a tomar la decisión de que fuese Medellín y ya previamente se había venido mi hermana con mi cuñado y su hijo. Mi papá también estaba aquí, entonces no llegábamos solos, que ese era otro tema importante para nosotros.
RLM: Ok, entonces hay cuatro elementos de conexión. Primero, tu papá. Segundo, el factor académico, ya habías tenido una educación académica en Colombia, ya habías tenido una relación laboral con Colombia y ya había familia esperándote en Colombia. Quisiera comenzar preguntándote por el tema de tu papá que se llegó a Venezuela en los 60 —si te estoy siguiendo bien—, a finales de los 60, que era la época que si uno estaba en algo se tenía que ir a Venezuela. Venezuela era el lugar donde estaba el futuro, las posibilidades, donde todo iba a darse y él vivió esa experiencia. Luego, bueno, las cosas que fueron pasando a lo largo de los años, como fue evolucionando Colombia, todas las cosas que sucedieron en su historia, su sociedad, cómo fue evolucionando Venezuela, su historia, su sistema, su todo. Llega el siglo XXI, se ponen las cosas como se ponen, cada una de estas dos hermanas repúblicas van evolucionando también por su en diferentes direcciones y él los ve a ustedes entonces a emprender el camino de regreso hacia Colombia. ¿Cómo fue para ti esa experiencia?
FG: Bueno, sabes que uno de los temas más interesantes es que la migración colombiana a Venezuela tuvo sus matices en los cuales los colombianos, desde luego, así como hubo quienes se desarrollaron rápidamente, lograron caminos claros de crecimiento y desarrollo, también hubo quienes tuvieron dificultades, porque quizás la condición económica no era la más óptima, porque se fueron sin documentos. Entonces, fue un proceso bastante complejo para esa ola de migratoria que fue a Venezuela. Mi papá, al llegar a Venezuela, tuvo, desde luego, las dificultades propias de quien llega a un lugar desconocido, que no tiene ninguna conexión previa, desde el punto de vista quizás como en estos momentos lo tengo yo, al tener la oportunidad de tener los documentos y él fue a descubrir, a conquistar. Fue muy joven, fue prácticamente a cumplir la mayoría de edad. Entonces, él vivió un proceso complejo para asentarse. Ahora, después que se casó y conformó la familia, crecimos, mi hermana y yo nos hicimos profesionales en Venezuela, ahora los dos tomamos la decisión de venirnos y para mi papá fue, en primer lugar, muy impactante por el hecho de que él salió en busca de prosperidad. Ama a Venezuela, es completamente venezolano. Es caraqueño, prácticamente, porque toda su cultura se modificó.
RLM: Esa es su casa, pues.
FG: Esa es su casa. Él añora regresar a Venezuela y nosotros, por otro lado, estamos haciendo el proceso de conquista aquí desde otro punto de vista, quizás con otras herramientas, con otros elementos, reconociendo que, bueno, los países latinoamericanos no la tienen precisamente fácil desde el punto de vista social, desde el punto de vista económico, desde el punto de vista político. Entonces, bueno, son dos tiempos distintos, pero son experiencias que de alguna u otra manera se conectan. Y tenerlo a él aquí es muy interesante porque él es capaz de decirnos inmediatamente: «ustedes hoy están viviendo quizás una experiencia que yo ya viví antes de irme y que esto siempre ha sido así porque forma parte de la idiosincrasia, forma parte de la cultura, forma parte de los mecanismos. Esto no ha evolucionado. Sin embargo, estos elementos sí son nuevos y aquí es donde puede haber una oportunidad». Entonces creo que ha sido muy enriquecedor para nosotros y para él mismo, sin duda, que lo está viviendo desde otra perspectiva.
RLM: Bueno, ese es el primer elemento. El segundo, la experiencia académica. Tú fuiste a estudiar a Colombia tu maestría. ¿Cómo fue estudiar en Colombia?
FG: Oye, fue muy interesante. Cuando yo inicié mis estudios de maestría en la Universidad de Los Andes, lo hice a través de un concurso, por decirlo de alguna manera, en la cual e en Venezuela nos hicieron exámenes. La universidad era aliada de una institución muy importante desde el punto de vista de las carreras administrativas en Venezuela. Allí nos hicieron los exámenes y finalmente yo logré optar por una beca. Eso me lleva a poder cursar una maestría que era un programa internacional. Yo soy parte de la primera corte de esa maestría en Gerencia Ambiental y el programa era semi-presencial. Yo tenía que viajar cada veintiún días a Colombia. Y eso durante dos años. Conociendo aspectos de la cultura del colombiano de distintos lugares, porque era un grupo de casi cuarenta personas en las cuales había un ochenta por ciento de colombianos y el otro veinte por ciento éramos de fuera del país y había peruanos, ecuatorianos, venezolanos porque era enfocado en la Amazonía. Fue muy, muy interesante, muy enriquecedor. Hice muy buenas relaciones desde el punto de vista académico, amigos que hoy por hoy están en contacto que, sin duda, a pesar de las limitaciones del país en cuanto a los temas laborales —porque las hay en el nivel de desempleo, aquí es muy alto y muy competitivo—, pero estas persona son precisamente quienes han estado cerca, a quienes he podido tocar la puerta y les he dicho: «mira, estoy buscando esta posibilidad, puedo plantear mis servicios desde este punto de vista». Y son personas que, aunque sea desde el punto de vista moral, han estado presentes y me han estado ayudando. Profesores también, con quienes he podido interactuar. Y sé que, finalmente, al momento de necesitar a alguien para hacer una entrevista para desarrollar un proyecto cuento con ellos y les estoy sumamente agradecido en todo momento. Entonces, creo que para mí ha sido una ganancia, porque además me ha permitido reconocer aspectos desde el punto de vista laboral y desde el punto de vista académico aquí, que quizás sin esa experiencia no hubiese sido lo mismo.
RLM: Bueno, muy bien. Entonces, eso ayuda a la construcción de redes. Y, para beneficio de nuestra audiencia, para contexto, la Universidad de los Andes queda en Bogotá, ¿correcto?
FG: Así es.
RLM: Muy bien. ¿Y en qué año estudiaste tú en la Universidad Los Andes?
FG: Entre los años 2008 y 2010.
RLM: Entre 2008 y 2010, o sea, un tiempo de preparación hasta llegar en 2018. Y luego hubo cierta experiencia laboral también con Colombia.
FG: Sí.
RLM: ¿Cómo fue ese capítulo?
FG: Cuando yo me gradué en la universidad aquí en Colombia, regresé a Venezuela y allá fui ascendido en el cargo que tenía. Yo era coordinador de Proyectos y Servicios de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales, es una ONG de las más representativas e importante en el país. Ya hoy por hoy tiene sesenta y dos años de existencia, tiene presencia en más de once localidades del país y ha tenido una labor impresionante desde el punto de vista de la educación, de la investigación, de la generación de conocimientos. Y, en ese momento, fui ascendido de la Coordinación Nacional de Proyectos y Servicios a la Vicepresidencia Ejecutiva, en un período muy complejo, pues las relaciones a nivel de gobierno eran muy difíciles, en ese momento, estoy hablando del año 2010. Pero, los hermanos optaron por colocar por primera vez en el cargo de presidencia a un seglar, a una persona que no fuese religiosa. Fue bastante complejo. El hermano, que era mi jefe en ese momento, termina su período en el año 2011 y yo acabando de pasar a la vicepresidencia, fui nombrado presidente de la Fundación. Eso me llevó por cuatro años para los temas de sostenibilidad, de reconstrucción, de cambios, de transformación, para poder darle base a la institución. Y los hermanos me dicen que me van a nombrar para un segundo período, cuatro años más tarde. En ese momento yo dije: «necesitamos expandir la acción de la Fundación, porque desde Venezuela solo es muy inestable. Yo voy a poner al servicio mi posibilidad por mi documentación, por lo que ya conozco, por las relaciones, la puerta de Colombia para abrir Fundación La Salle en Colombia». Y así comienza todo un tema de planificación, de creación. Logré, junto con el equipo que estaba más cerca de constituir la fundación aquí en Colombia, primero registrada en Bogotá y luego transferida a Medellín en el año 2016. Y ese primer año —que es un año sumamente complejo para el crecimiento de cualquier organización—, fue un año de hacer muchas relaciones, de entrar en nuevos terrenos, que entre ellos estaba el tema del emprendimiento, precisamente, junto con la persona que estaba encargada aquí en Colombia. Y bueno, fue un camino bastante complicado, reconociendo lo que era el país desde otra perspectiva, pero con la posibilidad, desde luego, de llegar, tocar la puerta, abrir esa esa oficina y prestar servicio. Esa oficina estuvo abierto precisamente hasta el momento en el cual ya yo salí de la institución, pues la institución consideró que si ya no estaba allí, ese proyecto se detenía también. Entonces, fue un espacio muy interesante, fue un espacio para crecer y para reconocer. Yo creo que para mí fue siempre ganancia, fue un aprendizaje muy importante.
RLM: Muy bien, entonces. Fue el intento o el primer ensayo al menos de la Fundación La Salle de internacionalizarse y de crecer a hacia Colombia, tú tuviste esa responsabilidad. Luego viene otro elemento que es ya la familia estaba en Colombia, ¿cómo fue esa faceta?
FG: Sí. También fue bien interesante porque una vez estaba dándose quizás la situación más compleja y de mayor tensión en el año 2016, 2017. La familia de mi hermana toma la decisión de emigrar a otro país. En ese momento sin planear específicamente que fuese Colombia y mi cuñado, que es del área de la informática, nos plantea al inicio del año 2017: «miren, nosotros vamos a buscar la posibilidad de emigrar, de salir, de buscar otra oportunidad». Ellos tenían un bebé muy pequeño y toda la situación compleja de abastecimiento para ellos fue un impulso muy contundente para salir. Él consigue, inmediatamente, una posibilidad aquí en Colombia, se dan todos los procesos y ya en el mes de abril él estaba aquí. Eso hace que mi hermana que estaba trabajando y tenía una buena posición allá en Venezuela, tenga finalmente que plantearse la renuncia y venirse a los seis meses junto con él. Y comienza el proceso para instalarse. Quizás para ella fue un poco más complejo por el hecho de que ella no quería migrar. Quizás ya no lo tenía como una decisión, mi cuñado lo tenía más claro. Pero, cuando ellos logran hacer el tránsito ya comienza el proceso de instalación. Ellos notaron rápidamente el cambio frente a la situación que tenían en Venezuela. Y finalmente, cuando yo renuncio a la Fundación en el año 2018, por razones de seguridad personal, por razones de seguridad económica, por el compromiso con el bienestar y el crecimiento de mi familia, ella me dice: «pero, ¿por qué no piensas venir aquí? Ya nosotros estamos aquí y a nosotros te podemos apoyar también. Una llegada que sea más suave, menos traumática para ustedes». Y, entonces, es donde se da la decisión, se da el match y ya teníamos como el punto de apoyo, que quizás era lo único que nos podía faltar en el momento en que tomamos la decisión de emigrar.
RLM: Perfecto, Francer, entonces te escucho decir que había los papeles, había los estudios, había la experiencia laboral y las redes y había la familia. Entonces, uno puede asumir que llegaste en 2018 y de ahí en adelante todo ha sido coser y cantar. Todo fácil, todo perfecto, todo chévere.
FG: Eso es lo que soñamos. Eso es lo que estaba en la ilusión, en la expectativa. Pero bueno, también hay una realidad que es que cuando te toca migrar, te toca salir del espacio, del modelo que conoces, que dominas, que tienes plenamente reconocido, que está adosado a tu piel, para pasar a otro que no necesariamente te reconoce igual. Nosotros no hablamos de la misma manera, no comemos lo mismo. En la forma como allí están llevando el tema de las relaciones laborales, es completamente diferente. Entonces, todo ese reconocimiento que quizás yo podía tener a la mano en Venezuela por mis veinte años de carrera, por haber trabajado en la Fundación La Salle, porque yo quizás levantaba el teléfono y podía llamar a cualquiera de las personas que conocía y rápidamente me hacía una conexión y había referencia. Ya eso no estaba aquí, ya que era mucho más complejo el hecho de que pudieran siquiera reconocer lo que ha de ser mi trayectoria en Venezuela.
RLM: Ok, entonces había papeles, familia, estudios, experiencia laboral, pero no había esa trayectoria que le genera uno siempre un espacio y además me dices que las relaciones laborales son diferentes. ¿Diferente cómo?
FG: Sí, por ejemplo, nosotros escogimos la ciudad de Medellín por el hecho de que estaba mi hermana aquí, porque ya habíamos trabajado aquí de alguna manera con la Fundación, porque el clima nos ayudaba. Bogotá es una ciudad sumamente fría, yo quizá por toda esta carga genética de la costa colombiana —porque mi papá es de la costa colombiana y, adicional, mi mamá es maracucha—, aquí en mi ADN lo que hay es…
RLM: Trópico.
FG: …soporte al calor y punto. Pero al frío no. Entonces ese tema de irnos a Bogotá fue siempre como, mira, preferimos algo que sea más tranquilo por una parte y por otro que el clima nos ayude. Cuando llegamos a Medellín nos encontramos con la cultura del paisa que es, quizás, mucho más cerrada. Me contaba un profesor que tuve aquí, que el hecho de que estuviesen rodeados de montaña de alguna manera hizo que el paisa aislara por un tiempo y que trabajaran en ese tema de cómo desarrollamos la cultura paisa. La cultura paisa tiene un sello muy específico, se ayudan entre ellos, están buscando en todo momento que lo que hagan, resalte. Pero, de alguna u otra forma, son entre ellos. Entrar, entonces, con otra forma de hablar, con otra cultura, con otra forma de hacer las cosas, no ha sido una tarea sencilla, es la verdad. No ha sido sencillo para ellos mismos, para los mismos colombiano, el que venga un costeño o el que venga un bogotano —que aquí lo llaman «rolo»—, a vivir aquí a Medellín, siempre consiguen sus propias barreras regionales. Ahora imagínate internacionales y a eso le agregamos que la migración venezolana ha sido muy fuerte en los último cinco años y ya los problemas que naturalmente tenía Colombia en temas de salud, en temas de trabajo, en temas de seguridad, quizás pueden haberse visto también modificados con la presencia de muchas más personas. Entonces, eso es un tema que no juega a favor de quienes llegamos en los últimos años.
RLM: Bueno, adicionalmente al tema de presión sobre los servicios sociales, de gobierno, etcétera., o la misma presión demográfica, está el hecho que Colombia nunca se ha visto a sí misma —hasta donde yo puedo entender y tú me corriges— como un país receptor de inmigrantes. Entonces, también es algo que hace cortocircuito en la identidad que la sociedad tiene de sí misma.
FG: Sí, porque además si bien ellos nos han visto como un país receptor, ellos sí han sido un país emisor de emigrantes en muchos momentos. Y es común observar aquí que las familias tienen a los hijos que están en la edad productiva, fuera del país o buscando irse del país. Y eso ha sido histórico, temas como la propia seguridad, los conflictos políticos, los conflictos sociales, las dificultades, han hecho que la gente tienda a salir y no entrar. Para ellos ha sido como impactante el hecho de que los venezolanos, a quienes siempre vieron como un país de avanzada, como un país de oportunidades, ahora tengan una situación tan difícil que haga que se vengan para acá.
RLM: Ahora, te voy a contar una anécdota personal y vamos a comparar experiencias. Cuando yo estuve en Buenos Aires por razones de trabajo, aproveché de caminar bastante y prácticamente cualquier esquina, yo me conseguía con gente, pues tienes que hablar con todo el mundo. Si tú no conoces Buenos Aires, tú te pierdes. Así que tenía que hablar con todo el mundo y en cada esquina te conseguías con gente que inmediatamente reconocía el acento, te dicen: «tú eres de Venezuela. Yo viví en Venezuela durante la dictadura». Es una cosa increíble. Tú te consigues en Colombia, te consigues a Medellín con gente que vivió en Venezuela, que tiene relación con Venezuela. ¿Cómo funciona eso allá?
FG: Sí, es muy, muy interesante porque quienes no han ido a Venezuela nunca y quienes no conocen de Venezuela más que las referencias que habían salido del país, hablan de Venezuela como algo lejano, como algo con lo cual no hay conexión.
RLM: Algo de por allá, lejos.
FG: «Ah, sí, Venezuela. ¿Eres venezolano? ¿Qué tal eso por allá?». Pero, el que ha ido ya habla con una conexión directa: «yo fui a Venezuela, ¡qué bella Venezuela! Me encantó lo que conocí. Yo tenía unos primos que trabajaban en una empresa allá. Yo tenía una familia que tenía un negocio automotriz. Yo vivía en Venezuela. Yo fui a trabajar, me tuve que venir por la situación, pero de verdad que yo estuve allá tres o cuatro años, me fue superbién». O sea, las referencias del colombiano que estuvo en Venezuela desde su propia experiencia allá fue positiva y rápidamente conectan contigo, te reconocen la forma de hablar e inmediatamente interactúan desde esa de «yo tengo un pedacito de ti». Pero el que no conoce no se siente tan cercano.
RLM: O sea que es una experiencia mixta, pues si hay gente que definitivamente tiene esa conexión y hay gente que no.
FG: Sí, exactamente, así es. Y quienes tienen esa conexión, incluso lo oyes en las conversaciones, pues algunos de nosotros tiende a contar: «en Venezuela no era así antes de la situación compleja, nosotros manejábamos el tema laboral de esta manera, o las relaciones con los jefes de esta forma». Y hay gente que nos dice: «mira, definitivamente, si las situaciones mejoran, yo mismo me voy contigo».
RLM: Ok, Francer, entonces tú me cuentas que primero, se elige Medellín por el tema del clima, pero te encuentras que la cultura paisa y las relaciones laborales, la cosa es como cerradita. Además, tienes alrededor de tres años y una buena parte del período de tiempo ya de tu residencia en Colombia ha estado marcado por la pandemia, lo cual complica muchísimo más las cosas. Y nosotros, en una conversación previa, tú me contabas que tu solución a todo esto ha sido el autoempleo. Entonces, ¿cómo llegas tú hasta un planteamiento de autoempleo? ¿Cómo lo has desarrollado? ¿Cómo te resultó?
FG: Fue un proceso bien intenso, por decirlo de alguna manera. Al llegar yo aquí, inmediatamente comencé a distribuir mi currículum por todos los lugares. O sea, no había lugar donde yo no presentara oferta, donde yo no presentara portal, donde yo no me inscribiera. Sin embargo, yo tenía una ansiedad muy grande porque, desde luego, la sostenibilidad de la familia, el pago de los servicios de la casa donde íbamos a vivir, todo era muy complicado. Si yo no me apuraba, yo sentía que el resultado no iba a llegar. Por lo tanto, para mí un feriado… que aquí acumulan los feriados, de alguna manera. Es decir, el día de San José fue el diecinueve, el feriado es el lunes, producto del día de San José. Entonces, muchos lunes, para mí cada vez que llegaba un lunes con un feriado era una calamidad, decía: «pero, no les va a dar tiempo de revisar los currículum. Y yo necesito que esto tenga premura». Pero, mira, pasaban los días y pasaban los días y, desde luego, fueron muy pocas las llamadas que recibí. Empecé a hacer conciencia de que, finalmente, esa no era la ruta. Un día, caminando por aquí, me conseguí a una ex compañera de trabajo de la Fundación que se había venido también para acá —ella es bióloga, igual que yo— y yo le pregunté: «¿qué estás haciendo? Cuéntame», y me dijo: «mira, yo aquí entendí que lo que supiera hacer, independientemente de que fuera mi profesión o no, era lo que me iba a dar la posibilidad. Así que si tú sabes coser, cocinar, pintar, lo que sepas, hazlo…» —yo creo que no teníamos ni tres meses de haber llegado— «…a mí me tocó retomar el tema de la natación y yo ahorita estoy dando clases de natación». Eso se me quedó en la cabeza. Yo soy amante de estudiar y de prepararme en cosas, entonces yo dije: «bueno, esto que yo he venido trabajando relacionado con el coaching ontológico y con el tema de la facilitación y la formación, creo que puede ser para mí una posibilidad». Y así es como esa idea que ya yo traía desde Venezuela, pero que no le había sentado, no le había abrazado, que era insostenible. Empieza a tomar importancia dentro de mi agenda. Y comienzo a tocar puertas desde: «bueno, no me emplees, pero sí tengo la posibilidad de ofrecerte este servicio desde el punto de vista educativo, del punto de vista formativo, integrando elementos de la gerencia con elementos de la conservación, con elementos de la gestión ambiental, con elementos de la educación para la sostenibilidad». Empezaron a surgir oportunidades quizás de dictar una charla. Dictar una charla, una formación en modelos de negocio que tenga que ver con temas de sostenibilidad, en propios temas de coeficiencia. Comencé a integrar información, datos, experiencias, para poder ir haciendo una oferta que fuese más robusta y que tuviese más posibilidades. Adicional a eso, durante el año 2019, yo me metí en cuanto curso había para entender de lo que la gente hablaba cuando estaban buscando emprender y cuáles eran las tendencias. Vi que Medellín quiere convertirse en una ciudad de la cuarta revolución industrial, quiere elevar una bandera en el tema de emprendimientos, en el área tecnológica, entonces así empecé a conocer personas y empecé a mostrar lo que yo podía brindar. Y bueno, hoy por hoy diseñé un programa que se llama He decidido emprender, que es un proceso formativo que dura aproximadamente tres meses, donde voy apoyando a las personas desde lo personal a descubrir cuál es su idea de negocio, cómo convertir esa idea de negocio con la que realmente está conectada emocionalmente en un modelo de negocio, cómo incluirle elementos financieros, cómo meterle elementos de marketing —porque también me puse a prepararme en el área de marketing estratégico en el área digital— y así he ido cubriendo varias áreas para poder ofrecer un servicio más robusto y así es que he ido transitando en este tiempo. Yo no me lo imaginé nunca, pero el hecho de que llegara la pandemia y nos encerrara, hizo que se abrieran otras puertas por la vía virtual y hoy por hoy ya tengo la posibilidad de ofrecer y desarrollar esos servicios por la vía digital. Entonces, eso me parece que ha sido un proceso evolutivo positivo.
RLM: Entonces, te estoy escuchando decir que la misma situación… y yo me puedo relacionar con lo que tú estás contando, porque cuando tú llegues aquí inmigrante a Canadá, tienes que tomar un curso de cómo buscar trabajo. Es una cosa que el gobierno no te obliga, pero te sugiere con mucha fuerza que lo tomes. En este curso lo primero que te dicen es: «identifica tus habilidades transferibles. Las cosas que no necesariamente son la descripción tradicional de tu carrera, pero que tú puedes aplicar a cualquier otro trabajo, así no trabajes en tu carrera». Y en algún momento llegaste a lo mismo, de una forma empírica. Venías de una carrera con una trayectoria de veinte años con una estructura lógica de biología, ciencias naturales, administración, el posgrado, la organización no gubernamental —todo eso tiene como sentido, ¿verdad? Ese el desarrollo normal de una persona—; a una situación mucho más caótica, orgánica —no sé cómo lo podemos llamar—, donde todos los días puede haber una nueva realidad, mezclado con la pandemia. Entonces, tú puedes ahora no solamente utilizar tus habilidades transferibles, sino que ya eso que tú me contabas más temprano de cómo es súper local o súper parroquial (a falta de una palabra mejor) en la cultura laboral y económica en Medellín, pues ahora tú te puedes globalizar. Ahora tu mercado es el planeta.
FG: Sí. Y Los venezolanos que estamos dispersos en el planeta son un mercado, sin duda, porque cada uno, de alguna u otra forma, está viviendo experiencias similares a las que tú estás narrando, a la que yo estoy contando aquí también. Y estamos en la búsqueda, en la búsqueda de hacernos sostenibles, de poder desarrollarnos en cada uno de los lugares. Yo tengo amigos en Paraguay, por ejemplo, que están intentando hacer exactamente lo mismo y que me tocan la puerta y me dicen: «Francer, ¿será que podamos mirar esto? ¿De qué manera lo podemos organizar?». Sé que es complejo para para muchos, pero yo creo que estas herramientas terminan siendo de valor para encaminarse, para dar los primeros pasos hacia adelante, quizás con más aplomo, con más seguridad. Y eso es lo que necesitamos en el fondo, porque sentir que toda esa estructura que, de alguna u otra manera, nos ha apoyado, nos ha respaldado, nos ha acompañado, desaparece momentáneamente, y que aunque yo en mi imaginario podría pensar que la voy a construir exactamente igual en el lugar donde estoy y que al final me doy cuenta que no es exactamente así, que no va a ser posible de la misma manera, hace que tú te sientas con un vacío muy importante y ese vacío tienes que empezar a llenarlo con la nueva experiencia, con lo que ya traes como aprendizaje y que quizás no has valorado de la misma manera. Y con la creencia, la fe. Yo leía en uno de los documentos que tú compartiste conmigo: «¿qué herramienta te ayudó?» y yo decía: «definitivamente la fe». Creer que se puede. Si yo creo que no se puede, no avanzo. Y eso es parte de lo que yo creo que hay que transmitirle a las personas.
RLM: Bueno, muy bien, como parte de esa fe y esa confianza y ese reinventarse de alguna manera, salir de la estructura tradicional que uno tenía que, a lo mejor, no todo lo que estaba en esa estructura tradicional era lo que uno quería o lo que no le gustaba. Y que ahora tú puedes dibujar como tú quieras o diseñar como tú quieras. Tú me contabas que también estás participando en un programa de radio en los Estados Unidos. Tú estás en Medellín, en un programa de radio de un venezolano en los Estados Unidos. Cuéntame un poco más de esa experiencia. ¿Cómo está funcionando y cómo lo hacen ustedes viable?
FG: Esa ha sido una gran experiencia que, además, ha dado la posibilidad de crear un nuevo espacio que en la medida que el tiempo vaya transcurriendo y vayamos trabajando, vayamos abonando, vamos a lograr que se convierta en algo más representativo. Yo creo en el tema de la integración, de la integración de los conocimientos, de la integración de esos elementos que te constituyen. Si bien yo soy biólogo, tengo una formación científica. He tenido siempre como un lado más artístico que desarrollé quizá con mi participación en la iglesia, con el teatro, con la música. Eso es como, si me preguntan, el paralelo Francer no es el científico, ni el administrador, sino el que baila, el que canta y el que actúa. Y en la experiencia de vida que tuve en Venezuela con los hermanos Colmenares, que ella es actriz, él es locutor de radio, volvimos a reencontrarnos en la distancia. Él por allá en Minnesota, Estados Unidos desde hace más de cinco años participando en un nuevo proyecto con una emisora radial local, que se llama Latina Evolucion Radio y él tenía un espacio. Me invita un día: «Francer, te quiero entrevistar», y le dije: «¿por qué en vez de entrevistarme no creamos un espacio que sea más constante en el cual podamos hablar de estos temas de sostenibilidad?», quizás yo pensando un poco en cómo difundir la información a más lugares. Y esto fue precisamente en este período de aislamiento y nace En modo sostenible como una propuesta para poder comunicar a las personas todo lo que tiene que ver con temas que ayudan a que realmente los objetivos del desarrollo sostenible, los diecisiete objetivos que estaban planteados por la ONU y que estamos buscando alcanzar para preservar nuestra vida en el planeta, para resolver problemas que son de verdad muy, muy, muy serios y que afectan nuestra propia permanencia aquí en la tierra, sean de conocimiento público y al mismo tiempo sirva como una vitrina para la educación, para la formación, para la valoración, para el cambio de conducta. Rómulo me dice: «Francer, sí, me parece buena la idea, comencemos», y comenzamos haciendo una transmisión en directo los martes. El programa ha venido calando, hay invitados de distintas áreas del área social, del área económica, del área ambiental y vamos hablando sobre cada uno de los temas y dando, quizás, una gran conclusión. ¿Cómo estamos frente a ese objetivo? ¿Cómo estamos frente al tema de la conservación de la vida silvestre? ¿Cómo estamos frente al uso de los recursos? ¿Cómo estamos frente al consumo responsable a la generación de desechos sólidos en el planeta? Conecta mucho con lo que yo quiero decir, conecta mucho con lo que creo que es importante. Entonces, para mí tiene mucho sentido desde mi propia esencia como persona. Y creo que es una oportunidad que estoy disfrutando muchísimo en este momento.
RLM: Bueno, maravilloso. Enhorabuena, Francer. Eso viene conectando con lo próximo que te quiero preguntar. ¿Qué es la gerencia sostenible y cómo me entero más acerca el tema?
FG: Fíjate, el concepto de gerencia sostenible nace mezclando ambos conceptos, los que constituyen la frase. Cuando hablamos de gerencia hablamos de cómo administramos los recursos, los que tenemos a mano, lo que sabemos, el material, el dinero, el lugar donde estamos para lograr objetivos, para lograr un objetivo directo. ¿Y cuál es el objetivo del ser humano, en este caso, de las personas? Finalmente ser feliz, vivir y desarrollarse plenamente. Eso está dentro de la pirámide de Maslow. Al final, la realización tiene que ver con todo, con lograr satisfacer cada una de las necesidades. Pero, al mismo, tiempo que se pueda dejar un legado, que uno se sienta satisfecho y útil. Cuando hablamos de gerencia, hablamos de cómo articulamos todos los recursos que tenemos para poder lograr esa realización. Y cuando hablamos de sostenibilidad, nos vamos al concepto que fue acuñado este por la Comisión Borland, y en ese concepto dice que sostenibilidad o desarrollo sostenible es un modelo mediante el cual nosotros podemos lograr satisfacer nuestras necesidades actuales, sin menoscabo, de las posibilidades que tengan las generaciones futuras de también poder satisfacer sus propias necesidades. Entonces, es decir, utilizar los recursos de una manera que finalmente a nosotros nos satisfaga, nos ayude, nos proporcione bienestar, pero que no acabemos con la posibilidad de las generaciones futuras. Y eso entra un poco en el tema de la conciencia de que nosotros estamos de paso, pero que también cuando tenemos hijos, cuando tenemos sobrinos, cuando tenemos familiares, cuando vemos a los niños con lo que nos conectamos en la calle, pensar que ellos son de una generación que debe también tener condiciones y es un acto responsable actuar en este momento pensando en esa responsabilidad. Entonces, combinando esa gerencia, esa posibilidad de administrar los recursos y ese concepto de sostenibilidad, nace gerencia sostenible como una propuesta para ayudar a las empresas, a los microempresarios, a las personas directamente que, como yo, hoy están auto empleados, a que todo lo que vayan a hacer en función de ese desarrollo, de ese bienestar, esté conectado con la responsabilidad hacia las generaciones futuras. Y eso es precisamente lo que se quiere plantear en la propuesta y por lo que estamos trabajando desde el punto de vista educativo, desde el punto de vista formativo, desde la oferta de gerencia.
RLM: Y si uno quiere saber más sobre ese tema y se quiere conectar con el trabajo que tú estás haciendo, ¿cómo lo puede hacer?
FG: He estado trabajando ahorita en el desarrollo de las redes y en @gerenciasostenible en Instagram, ahí estoy colocando los post que están relacionados con los temas de divulgación. Hay un blog que está en por WordPress que se llama Gerencia Sostenible 2030. 2030 por el año en el cual están todas las metas de los objetivos del desarrollo sostenible, en 2030. Y a través de mi cuenta de correo electrónico gerenciasostenible2030@gmail.com podemos entrar en contacto, podemos intercambiar ideas, generar proyectos en conjunto. Yo creo que uno de los elementos claves en la sostenibilidad es que nos apoyemos. Lo que tú sabes, lo que tú haces es una ventana de oportunidad para lo que yo hago. Entonces, podemos combinar y podemos desarrollar muchos productos positivos.
RLM: Francer, mira, entonces, todo lo que me has contado. Sale tu papá de Colombia en los años 60. Tiene dos hijos, se abre paso en Venezuela. Finalmente, la familia regresa. Y de lo que tu papá se trae, entonces, en la maleta, en su viaje de regreso viene un ciudadano formado con educación, con experiencia, con ganas de progresar, que ha sido capaz de crear su propio empleo, de generar conocimiento para otras oportunidades para otros, de buscar formas de crecimiento que incluso toman en cuenta a las generaciones futuras. A mí me parece que Colombia tiene suerte de tenerte ahí. Y me queda por preguntarte, si tú pudieras retroceder el tiempo sabiendo lo que ya tú sabes, lo que ya has vivido, ¿tú vuelves a elegir Colombia para vivir?
FG: Sí, definitivamente sí. Porque creo que cada una de las de las situaciones, cada una de la de las experiencias que hemos tenido aquí, han venido a sumar, han venido a hacernos madurar, a crecer, a darnos cuenta de dónde está lo esencial y de que siempre tenemos posibilidades, que somos resilientes y que a pesar de las dificultades, podemos volver a comenzar y volver a iniciar un camino productivo. Y, sobre todo, agradecer, porque yo si algo debo hacer en todo momento con Colombia, es agradecer que nos haya acogido y que nos de esta posibilidad, a pesar de lo que a lo mejor puedan ser las experiencias adversas. Nosotros estamos bien y yo creo que eso hay que agradecer.
RLM: Perfecto, bueno, Francer Goenaga en la ciudad de Medellín. Agradecerte por haber participado en Los trabajos y los días, ha sido un privilegio tenerte con nosotros.
FG: Gracias, René. De verdad gracias por la oportunidad de compartir. Y sabes que aquí en Medellín tienes un aliado y que espero que en algún momento podamos visualizar algunas otras experiencias en conjunto.
RLM: Quiera Dios que sí. Y con esto terminamos el episodio noventa y seis de los trabajos y los días, agradecer a toda nuestra audiencia y recordarles que nuestro sitio web es lostrabajosylosdias.com. Estamos disponibles en todas las aplicaciones para podcasts y nuestras redes sociales @trabajosdias y, desde Toronto, les deseamos paz y salud.
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 95: Luís Sanabria en Bogotá. Si obras bien te va bien. 30 de marzo de 2021 Duración: 46min 09seg. Luís tiene once años viviendo en Colombia. En este episodio nos cuenta su historia de integración como dentista y emprendedor.
René Mendizábal: El episodio noventa y cinco de Los trabajos y los días. Hoy es martes treinta de marzo. En Toronto son las siete de la mañana y nuestra temporada número quince dedicada a los venezolanos en Colombia continúa con Luis Sanabria en la ciudad de Bogotá. Luis, buenos días, bienvenido a Los trabajos y los días.
Luis Sanabria: Bueno, primero que todo, gracias a los oyentes de Los trabajos y los días, gracias a ti por esta invitación a este maravilloso espacio como emprendedor proveniente de Venezuela, es muy grato contar con esta oportunidad. Quiero comentar que, como profesional de la salud, me encuentro en constante interés de estar al tanto de las nuevas tecnologías y, sobre todo, en aquellas que benefician y aporten la calidad de vida de las personas. Y es por esto que existe Wowaligners by doctor Lu. Quisiera recalcar que más allá de ser un tratamiento dental, el desarrollo de esta marca pretende brindar herramientas que busquen generar bienestar, salud, además de estética y comodidad para los seres humanos. Y, si te parece, cuando consideres pertinente, podemos hablar un poco de quién es doctor Lu y qué es Wowaligners.
RLM: Por supuesto, Luis, claro que vamos a hablar de eso. Pero, quiero que aterricemos en ese tema de manera gradual. Vamos a comenzar por el principio, por tu llegada a Colombia. En una conversación previa tú me contabas cómo fue el día que tú llegaste y me contabas que te recibió tu casero. Es una historia que me llamó mucho la atención. Entonces, ¿por qué no nos cuentas cómo fue el día que tú llegaste a vivir a Colombia?
LS: Bueno, ciertamente yo aplico al postgrado de ortodoncia en un par de universidades y, para ese momento, también me aboco a buscar alojamiento. De alguna forma un apartamento que se pudiese alquilar, tuve varias opciones. Finalmente, en conjunto con mi esposa, que le enviaba fotos —era muy gracioso, le tenía que mandar fotos, vídeos de cada una de las locaciones e íbamos conversando los pros y los contras—, nos definimos por uno en especial porque, primero, aquí en Colombia —eso es importante destacar— para tú arrendar o alquilar una propiedad, generalmente te solicitan lo que se llama un fiador de finca raíz. Esto se traduce en una persona que tenga una propiedad a su nombre y que esa propiedad pueda quedar como garantía o respaldo de que uno va a cumplir con el contrato de arrendamiento. Además, en algunas ocasiones, solicitan dos fiadores finca raíz o, por lo menos, personas que de alguna forma lo soporten a uno. Pues, evidentemente, nosotros no teníamos a nadie de familia en Colombia. Y eso realmente es muy difícil de obtener o de lograr pues quedas en una condición muy delicada, las personas normalmente no se ofrecen a eso.
RLM: A nosotros nos pasó lo mismo cuando llegamos a Canadá. Tienes que tener trabajo, referencias. Y es como círculo vicioso, ¿cómo buscas trabajo si no tienes casa? ¿Cómo consigues casa si no tienes trabajo?
LS: Sí porque uno no entiende quién es primero, si el huevo o la gallina, en ese aspecto. Y, pues, este señor, Moisés Ojeda —muy amablemente y, para algunos, alocadamente—, se abocó a darnos el voto de confianza, más allá de que su esposa —que era la dueña de ese apartamento—, estaba de viaje en Europa, pues, él simplemente me dijo: «don Luis…» —porque aquí ese es el término que se utiliza, don— «…yo lo espero en el edificio, avíseme cuando ustedes lleguen al aeropuerto». Y así fue. En efecto, lo llamamos: «mire, ya acabamos de aterrizar», y él: «no hay problema, aquí los estoy esperando». Nos trasladamos del aeropuerto hasta la residencia. Él nos espera, nos abre el apartamento, entramos con las maletas y en ese momento nos pregunta: «¿dónde van a dormir? ¿Dónde? ¿Cómo van a hacer?». Y nosotros —mi esposa y yo— nos miramos, nos reímos y dijimos: «la realidad es que no tenemos nada aquí. Lo primero es un colchón para dormir, no dormir en el suelo». Y él, muy amablemente, desinteresadamente en realidad, nos ofreció llevarnos a un sitio —que en aquella oportunidad todavía existía aquí en Colombia—, llamado Carrefour. Había un par de ofertas que habían expirado, entonces, ya no aplicaban. Y él decide llevarnos a otro sitio que es en la autopista norte, en la 150 con autopista, que hay como doce tiendas de colchón, una al lado de la otra. Y ahí sí nos dijo: «mira, aquí lo dejo, con el mayor de los gustos, van a tener múltiples opciones y ustedes deciden». Tocamos la puerta en todas, nos fuimos por una que, obviamente, siempre hacíamos hincapié en que necesitábamos el colchón para entrega inmediata. Y así fue. Se montó el colchón en un camioncito 350, nos montamos nosotros con el chófer y nos trasladó hasta la residencia, subimos el colchón y así pasamos nuestra primera noche en Colombia.
RLM: Lo que te escucho decir, Luis, tú eres odontólogo, llegaste a Colombia con la intención de estudiar una maestría en ortodoncia. Había que vivir en algún lugar y tuviste esa muestra de hospitalidad. El primer día, de una persona que no solamente te alquiló sin tener un fiador, sino que además te lo llevó a ti y a tu esposa a comprar los primeros muebles, por lo menos un colchón donde dormir, etc. Una cama. Y ese fue su recibimiento en Colombia. Si yo recuerdo bien, de eso ya pasaron once años. Entonces, ¿cómo fue la experiencia de estudiar? Me imagino que al poco tiempo de eso comenzó efectivamente a la maestría. ¿Cómo fue ese paso por la Universidad?
LS: Nosotros llegamos el quince de julio del año 2010. Eso, si mal no recuerdo, fue un fin de semana y ya yo el lunes arrancaba clases. Me voy con una compañera que estaba en el mismo edificio. El transporte público aquí se llama TransMilenio.
RLM: Sí.
LS: Entonces, fuimos a la parada de TransMilenio, nos trasladamos hasta el portal norte y de ahí en autobús —que se le llama aquí flota— que se conecta de alguna forma con hacer TransMilenio para hacer el traslado a las zonas aledañas a Bogotá hacia el norte, en la autopista norte del kilómetro 25, queda la sede de la Universidad, Institución Universitaria Colegios de Colombia (UNICO), que es donde decido hacer la especialización en ortodoncia y ortopedia maxilar. Por eso es que me voy por esa universidad, porque me daba ambas especializaciones al tiempo. La realidad es que recuerdo el primer día con bastante alegría, con bastante gratitud, pues todo el mundo fue muy cordial, fue muy amable conmigo. Era el único extranjero que entraba en esa promoción, tanto de ortodoncia como de las diferentes especialidades, llámese periodoncia, endodoncia y rehabilitación, que son las otras especialidades que maneja la universidad. Cincuenta y cinco personas en total, yo el único extranjero. Realmente fue un caluroso recibimiento, por así decirlo. En ningún momento sentí que alguien me puso una mala cara o me dieron la espalda o estaban hablando de mí o se burlaban. Nada. Por el contrario, fueron siempre personas conmigo, todos mis compañeros muy especiales, ellos viajaban a las diferentes partes de donde son de Colombia, por ejemplo, Cali. Entonces me traían un dulce de Cali, o los que iban al llano y me traían lo que se llama aquí mamona, que es carne en vara. De verdad fue algo que yo siempre agradecí. Yo no sé, debo tener un ángel de la guarda muy especial, que así me lo han hecho saber. Pero, más allá de todo, pienso que el que obra bien le va bien y yo siento que yo haría lo mismo. En cualquier caso, siempre discutía, inclusive con mis amistades en Venezuela, porque mi nana es de Cartagena, su hijo también. Y cuando yo estaba en Venezuela y de alguna forma se expresaban mal por esa migración que ahorita es…
RLM: En sentido inverso.
LS: El polo opuesto de colombianos hacia Venezuela y se hablaba, a veces, en algunos malos términos. Yo siempre repudié eso, nunca me burlé de una persona diferente a nuestro país, porque la realidad es que todos somos seres humanos, somos iguales y, primordialmente, ante todo, el respeto. Entonces, en función de eso, creo que, te repito, lo que uno siembra lo cosecha. De alguna forma, el destino me brindó eso a mí y a mi esposa, a nuestra llegada a Colombia. Más allá de que para ella fue un poco más duro, el ámbito de estudiante es diferente al ámbito laboral. Y ella, que llegó a un ambiente laboral, sí le tocó una experiencia quizás un poco más hostil en términos sobre todo de traslado, porque era clientes que quedaban muy lejos y le correspondía o le tocaba madrugar para llegar puntual a su trabajo, salía muy tarde y llegaba muy tarde a la casa. Fuera de eso, lamentablemente —y eso existe en todas las latitudes—, eso no es solo que se da aquí. Por ejemplo, sí le tocaron un par de personas por encima que tenían un ego y personas muy soberbias que tratan mal a las personas que están por debajo y eso sí fue de lamentar. Gracias a Dios, ya tuvo la oportunidad de migrar, de trasladarse, rápidamente a otro trabajo que fue un poco más grato para ella y poco a poco fue escalando hasta que llegó en donde ella estaba a gusto, que fue en City Bank.
RLM: Claro, eso no tiene nada que ver con países, eso puede pasar en todos los ambientes profesionales. Y el que te la va a montar, te la va a montar. Si eres extranjero porque eres extranjero, si eres nacional porque es nacional, si eres alto por alto, si eres bajito, porque eres bajito; pero no te van a perdonar. Siempre va a pasar por alguna razón. Bueno, entonces así fue la universidad. También nosotros conversábamos más temprano que la universidad fue combinando con prácticas profesionales y ahí fuiste pasando entonces al trabajo como tal. Entonces, ¿cómo fue tu contacto con el mundo laboral en Colombia a medida que ibas terminando la maestría?
LS: Yo, prácticamente en paralelo que arranco el estudio de la especialización, mi director de posgrado —cual le agradezco muchísimo, el doctor Eduardo Rodríguez Ataide, un maestro para mí—, me abre las puertas de su consultorio para colaborar, para hacer tratamientos, para llevar a cabo controles de ortodoncia, «soltar la mano», como se dice en nuestro rubro. De alguna forma, pues como ya había trabajado con un cirujano en Venezuela y me aboqué un poco a la cirugía, realmente él vio en mí esa parte de destreza y manejo, sobre todo con los niños para realizarles procedimientos quirúrgicos. Por ese lado también tuve ese voto de confianza por parte de él. Y más allá de eso, también aparte aprendí muchísimo de la parte de laboratorio, en cuanto a ortodoncia se refiere. Y en fin, luego de eso —que fue un período relativamente corto, seis meses—, comencé a trabajar también con una profesora que fue mi tutora de tesis, la doctora Nancy Rojas, a la cual le tengo que agradecer muchísimo también. Con ella pude trabajar no solo en su consultorio, no solo con y para sus pacientes, sino además pude trabajar con ella en la Fundación Operación Sonrisa, lo cual es ciertamente un mundo maravilloso de poder hacer una labor social y ver la sonrisa de esos niños y ver la evolución. A uno lo gratifica, lo llena muchísimo. Posteriormente, decido, con una compañera —que fue con la que me dirigí el primer día a la universidad. Ella se llama Rosa, que también la quiero y la aprecio muchísimo—, a montar una unidad ontológica en una dental. Entonces, ahí arrancamos nuestros pacienticos también. Total, que ya de alguna forma si nos fijamos, fui como de menos a más. Y, en este punto, me contacta una casa de alineadores, que se llama Clear Liner, para que yo fuese su embajador aquí en Bogotá. Ellos lanzan un grupo y salieron más de cincuenta pacientes que había que comenzar a tratar en menos de un mes. Y son cincuenta pacientes, pues yo los valoré. Algunos eran aptos para el tratamiento con alineadores, otros no —a mi criterio—. Ciertamente desarrollamos esos casos, los pacientes quedaron, la gran mayoría, muy satisfechos, fueron muy contados los que realmente desistieron del tratamiento.
RLM: Perdón, Luis, perdón. Para un niño de cinco años, ¿qué son alineadores?
LS: Resulta que uno tiene la concepción de que cuando uno habla de ortodoncia, uno se imagina un bracket en un diente. Y, la realidad es que la palabra ortodoncia lo que significa es enderezar los dientes. ¿Cómo? Se pueden enderezar de muchas formas. Una de ellas es con los alineadores, que son unas placas transparentes, casi invisibles, las cuales son muy cómodas de utilizar. Y ese tratamiento, si se lleva a cabo correctamente, puede llegar a ser tan efectivo como una ortodoncia con brackets.
RLM: Ok, entonces esos son los alineadores, no son como esos alambres que la gente tenía cuando yo era adolescente, sino que son ya casi invisibles.
LS: Sí, la realidad es que en una foto, por ejemplo, si las tienen, no se aprecia. Tienes que estar muy cerca de la persona o que la persona lo retire para poder realmente apreciarlo. Si ya de por sí los brackets estéticos cerámicos, hay personas que no lo notan sino hasta después de mucho tiempo de inclusive conociendo a una persona, pues con estos alineadores prácticamente son imperceptibles.
RLM: Entonces, ya entendemos los que son alineadores y entendemos que surge esta alianza internacional y tú empiezas a recibir estos clientes, llegaron los primeros cincuenta pacientes. Y, después, ¿qué pasó?
LS: Luego de esto —estamos hablando del año 2013—, nos graduamos. Mi socia Rosa decide irse a Medellín y casarse y yo le compro su parte del consultorio. Yo ahí sigo desarrollando mi consulta, sigo trabajando con los alineadores y me llamaba mucho la atención que los alineadores, en cualquier caso, iban año tras año mejorando. Yo iba formando concursos, etcétera, y de esta forma podía tratar no solo casos leves o moderados, sino ya casos severos, con este tipo de ortodoncia y, a su vez, para ese momento yo llevaba consulta en paralelo con Venezuela en Caracas. Yo viajaba generalmente cuando había un festivo —sabemos que Colombia tiene catorce festivos al año—. Tenía prácticamente un festivo por mes que me permitía ir a atender en un fin de semana. Eran alrededor de unos setenta pacientes, incluyendo el lunes festivo, más o menos. Me regresaba a Bogotá y seguía aquí con mi consulta. Y luego ese consultorio pasa, digamos, a un segundo plano, puesto que apostándole a subir el escalafón con otra venezolana, incursionamos en lo que hoy día se llama La Clínica. Es un consultorio odontológico que queda en el barrio Chicó, aquí en Bogotá. A raíz de eso, nos dedicamos —cada uno en su especialidad— a tratar a los pacientes en conjunto. Siempre me he abocado por un tratamiento integral del paciente y en función de eso, pues la realidad es que hasta el sol de hoy ya llevamos seis años, pero yo —desde el año pasado que arranca este tema pandemia— volví a la universidad. De alguna forma los odontólogos, como estábamos encerrados, no podíamos estar en nuestros consultorios haciendo nuestro día a día. Nos abocamos académicamente a estudiar, a lanzar a webinars, a lanzar simposios, conferencias, congresos, certificaciones. En este momento, decidido —justamente con Rosa— realizar la certificación con una casa importante alineadores que se llama Invisalign, creo que es una de las más prestigiosas. A raíz de eso, pues también me he certificado con otras casas, como lo son Accusmile, como son SureSmile, como son Moons, que es mexicana y llegó aquí en el 2019. Ahí se me prende el bombillo y digo: «’coye, ¿por qué no? Si vengo trabajando con esto desde el año 2013, realizar el emprendimiento de las marcas de mis alineadores». Y así, de alguna forma, es como surge Wowaligners, by doctor Lu. Que, en cualquier caso, curiosamente, a pesar de haber comenzado el pasado mes de febrero en el día de San Valentín, pues hemos tenido una muy buena acogida, gracias a Dios. Para este momento te puedo dar la grata noticia de que ya tenemos pacientes en Ecuador, hay una futura paciente en Portugal, en España, en Lima, en México, en Estados Unidos, en Venezuela y obviamente aquí en Colombia ya hay pacientes de Wowaligners, lo cual es muy gratificante porque sé que esto, con el favor de Dios, va a tener un muy buen recibimiento a nivel mundial.
RLM: Déjame ver si te estoy entendiendo, cuando tú me dices: «mis alineadores Wowaligners», ¿exactamente qué quiere decir?
LS: Lo que quiero aclarar, primero que todo, es que en la actualidad —y con base a las bondades de la tecnología desde hace varios años—, se viene manejando lo que son los escáneres intra-orales, que no es más que un lápiz que toma miles de fotos por segundo y tiene la capacidad de crear un archivo que va a duplicar las arcadas de un paciente, cómo están posicionados sus dientes, su estructura y la encía que lo rodea.
RLM: Muy bien.
LS: De esa forma, eso genera un archivo STL que al entrar a la computadora mediante un software muy poderoso me permite a mí mover los dientes de una forma muy controlada, de una forma muy planificada, para yo generar secuencialmente y lógicamente, los movimientos dentarios pertinentes para enderezar los dientes y dejar una correcta mordida. Pero, además, eso se traduce en que yo puedo imprimir esos modelos uno a uno que voy generando en la secuencia con una impresora 3D y puedo, a cada modelo, generarle el alineador transparente y de esta forma poder entregarle al paciente mes a mes su tratamiento —si así lo desea— o el tratamiento completo. Inclusive —sin temor a equivocarme y me atrevo a decirlo, créeme, con mucha emoción—, uno puede mostrarle al paciente cómo va a quedar su sonrisa, antes de iniciar el tratamiento.
RLM: Ok, déjame ver si te estoy entendiendo, porque todo esto es nuevo para mí. Te estoy escuchando decir que tú, entonces, obtienes un archivo digital, ya ni siquiera con los rayos X esos horrorosos que le pone a uno el dentista, sino con un lápiz. Se escanea la dentadura, se genera un archivo digital en 3D que tú trabajas en la computadora y planificas de forma muy granular cómo tiene que evolucionar la mordida. Eso te permite que tú mismo generes los alineadores, que los imprimas en una impresora 3D y le vas dando mes a mes a tu paciente el alineador que se tiene que ir cambiando para que su mordida llegue a donde tienen que llegar. Y, además, eso es algo que se vio de manera virtual en una imagen que tú pudiste generar. Y eso, además —si estoy siguiéndote bien—, no requiere que la persona esté en Bogotá, sino que puede estar en cualquier lugar del mundo.
LS: Todo lo que acabas de decir es correcto. Así es.
RLM: Perfecto, Luis, me parece muy interesante lo que me estás contando. Primero, es tu emprendimiento, es positivo, porque es crecimiento personal para ti, es un aporte también para la economía colombiana, para generar empleo, generar oportunidades. Y, bueno, pues también para llevar esta tecnología a distintos lugares América Latina y otros. Y cualquier parte del mundo, literalmente. Pero, eso me lleva a otra pregunta, porque yo entiendo que la odontología es una profesión regulada o suele ser una profesión regulada. Entonces, primero que nada, ¿cómo fue para ti entrar en el campo regulatorio en Colombia y hacerte odontólogo allá? Y segundo, ¿cómo manejas el tema de la regulación profesional teniendo pacientes en distintas partes del mundo?
LS: Bueno, evidentemente en el país donde uno decida montar un consultorio e instalar un consultorio odontológico, ciertamente tienes que tener la convalidación, la homologación e inclusive la permisología necesaria para poder desarrollar consulta en esa localidad. En función de eso, yo me aboco desde que estoy estudiando la especialización de ortodoncia a realizar mi convalidación del título de pregrado de odontólogo de la Universidad Central de Venezuela. No fue tarea fácil, realmente fue bastante complicado porque uno de los requisitos… más allá de que el título tenga los sellos y se lean perfectamente cuando se escanean (el título del UCV es un pergamino, o sea, algo bien engorroso). El programa de estudio de nosotros son más de quinientas hojas, todas las hojas tienen que estar selladas por la universidad, por el decanato, firmadas. Te podrás imaginar más allá de las notas, etcétera. En la mayoría de los países, solicitan lo que se llama la pasantía o el trabajo extra mural que uno realiza, tanto pasantías rurales como pasantías urbanas. En algunos casos, es solo una pasantía urbana que puede llegar a durar hasta un año. Esta pasantía tiene su certificado que nosotros obtenemos avalados por la Universidad Central de Venezuela y mi pasantía, cuando yo la fui a solicitar para poder realizar la convalidación en la Universidad Central a un gestor que era el que inició este trámite allá mientras yo estaba estudiando aquí, le dicen que mi pasantía, ese certificado está en archivos muertos. Eso fue realmente muy complicado, innumerables visitas a la universidad hasta que finalmente tuve que ir yo en persona a buscar esa pasantía. Y, posteriormente, pues que me homologaran esa pasantía aquí de alguna forma también fue complicado por la apostilla, por los sellos, etcétera., con lo que lidiamos cuando somos estudiantes en otro país y ese título de alguna forma lo queremos trasladar a otra latitud, a otra instancia. Fueron muchos años, esa es la verdad, para poder lograr la convalidación. Finalmente, me dan mi tarjeta profesional y fue gracias a la colaboración de mis padres, de mis suegros, de mi esposa y gestores, etcétera., que pudimos sacar eso adelante. Con respecto a la otra pregunta, pues yo para ofrecer un tratamiento con alineadores en Europa, por dar un ejemplo, no tengo que tener en cada país la homologación o la convalidación de mi título. Simplemente, en cualquier caso, si fuese el caso —valga la redundancia—, que yo necesite por algún motivo que el paciente asista a una clínica odontológica, lo que a mí me corresponde es lograr un convenio, una alianza estratégica con cualquier clínica dental de esa localidad donde esté ubicado el paciente. Primero, si es necesario, para que le hagan una valoración, le arreglen toda su parte de lo que es limpieza, cualquier caries, etcétera. Porque ciertamente un tratamiento de ortodoncia no se puede llevar a cabo hasta que la boca no esté completamente saneada, en perfecto estado para recibirla. Por otra parte, en algunos casos puntuales, nosotros para tratamientos con alineadores, como ellos funcionan empujando los dientes —a diferencia de los brackets, que funcionan halando los dientes—, para tú empujar, pues ciertamente te puedes valer de lo que es como una cuña, que nosotros lo llamamos aditamento o attachment, que se cementa sobre la superficie de un diente estratégicamente, bien sea para desrotarlo, para subirlo, para bajarlo, para llevarlo hacia adelante o hacia atrás de la forma más eficiente posible. Y, eso simplemente generar como una placa matriz, como una plantilla en donde van a ir ubicados o attachment y cualquier odontólogo está en la perfecta capacidad para desmineralizar esa superficie dental, colocar un agente láser, en la plantilla colocar resina fluida, llevar la boca, foto curar con la lámpara de foto curado de luz LED y ya el attachment queda ubicado perfectamente en forma y en posición. Entonces, ciertamente, para algunos puede llegar a ser una limitante, pero la realidad es que yo considero que con el advenimiento de la tecnología y con la globalización actual, todo eso realmente es algo que no se contempla como complejo o complicado. Entonces, perfectamente se puede llevar a cabo y de alguna forma, pues evidentemente con todo esto en desarrollo, esto me… No voy a decir a obligar, porque a mí me encanta viajar. Me parece que es la mejor universidad, pero sí me va a impulsar a ir tocando puertas en diferentes partes para que este emprendimiento tenga los resultados óptimos.
RLM: Luis, tú estás ya buscando también plataforma para expandirte hacia Ecuador. Sobre eso vamos a hablar en unos minutos. Pero, fíjate que hasta aquí tú me vienes contando una historia que va progresando naturalmente muy bien. Llegas a estudiar, te está esperando el casero sin ninguna clase problema, te fue chévere en la universidad, ya en el posgrado. Aparecieron las primeras oportunidades laborales y ahí te asocias con una persona, inicias tu consultorio, ahora viene tu emprendimiento. A medida que te voy contando esto, se ve tu sonrisa en la cara. Pero, ¿cuáles han sido los desafíos? ¿Cuáles son las cosas que han sido complicadas? ¿Diferentes? ¿Complejas? Las cosas que, a lo mejor, hubieras hecho diferente si pudiera retroceder el tiempo.
LS: Eso es una muy buena pregunta. Creo que la mejor respuesta es que, sin duda, si uno hace una retrospección, ya con toda la experiencia que un desarrolla a lo largo de los años, yo no me arrepiento, por así decirlo, francamente de nada. Me parece que todo, como tú bien dices, ha fluido de una manera favorable. Pero, ciertamente, pues uno en la vida no es solo por períodos, día a día uno se encuentra un obstáculo y como dicen aquí: cada día tiene su afán. Uno tiene que ir resolviendo el día a día, los percances y las cosas que a uno se le van presentando, los obstáculos. Y han sido muchos, la verdad, han sido muchos. No lo conversamos en su oportunidad, pero yo tuve que pasar producto de llevar al tiempo. Consulta en Colombia, consulta en Venezuela. ¿Y el posgrado? Eso me reventó la espalda. Entonces, yo terminé con cirugía de columna. Y no fue una, fueron tres. Y eso, de alguna forma, me hizo a mí centrarme y entender que tenía que coger mínimo, que tenía que bajar el ritmo, porque si no mi cuerpo no iba a tolerar eso por mucho más tiempo. Entonces, fue una forma de un freno inmediato y replantear muchas cosas. A raíz de esto, decido dejar la consulta en Venezuela y enfocarme con la consulta aquí. Estamos hablando entre el año 2013-2014. Y, a su vez, esa consulta que yo dejé en Unilago hasta el año 2014 e inicié en Chicó en el 2015. Considero que es una buena sociedad, es una muy buena persona la doctora María Eugenia Santa María Gil, es honesta, trabajadora y realmente me da una tranquilidad que yo inclusive puedo viajar y ella se encarga del consultorio y todo funciona bien. Inclusive, los pacientes así lo ven y nos lo hacen saber. Y, sinceramente, nos dicen en todo momento que hacemos un buen match, una muy buena conexión, que se sienten muy a gusto no solo con el ambiente del consultorio, sino con el trato, que creo que es primordial, pues aquel que trabaja en la atención pública o en la atención privada, como quiera verse, uno tiene que dar lo mejor de uno en todo momento y no trasladar los problemas que uno pueda tener en diferentes ámbitos al ámbito laboral. Entonces, todo eso, hemos tenido altibajos, como todas las personas, como todas las parejas, pero hemos surgido y en este momento estamos en una posición estable, favorable, más allá de lo que viene desde el año pasado ocurriendo, pues tomamos nuestras previsiones y hasta el sol de hoy podemos decir con tranquilidad que estamos con salud, que es lo más importante. Estamos con una buena calidad de vida, que fue uno de los motivos que nos hizo migrar y algo que sí está ya tocando un poco… duele decirlo, pero uno no puede tapar el sol con un dedo. Es el tema de que se está incrementando la inseguridad en Colombia, Bogotá, específicamente hablando.
RLM: Hay el proyecto con Ecuador, ¿por qué Ecuador? ¿Cómo se vislumbra ese proyecto? Has trabajado muy duro para que las cosas se estabilicen en Colombia, son muchos años ya. Y ahora está sobre la mesa Ecuador, ¿cómo así?
LS: Mi esposa y yo siempre hemos estado abiertos a la posibilidad de que si a ella se le da un trabajo en otro país, como yo siempre se lo ha dicho a ella, yo la voy a acompañar a donde ella esté. Yo no le tengo miedo a la competencia, si acaso a la incompetencia, esa es la realidad. Considero que, inclusive todavía estamos en una muy buena edad de, si es el caso, migrar. En este momento, ella tiene un proyecto en Ecuador que se está desarrollando muy bien, gracias a Dios, y eso permite que yo pueda comenzar a viajar quizás con mayor frecuencia a Quito. Ya estuve por allá desde el veintiséis de febrero hasta el ocho de marzo, lunes ocho de marzo. Me aboqué a buscar alianzas estratégicas como lo mencioné anteriormente, con clínicas odontológicas e inclusive me traje tratamientos de Wowaligners para Bogotá, desarrollarlos y poder entregarlos. Y que, de alguna forma, esos pacientes por el voz a voz —que considero que es lo que mejor resulta, por lo menos en la odontología—, un paciente satisfecho te dice que te va a traer otro paciente, un paciente que quede insatisfecho te puede llegar a restar hasta diez pacientes. Entonces, siempre me he abocado a que el tratamiento sea óptimo y que el paciente que es cien por ciento a gusto con el resultado y eso se traduce en que va a traer otro paciente. Entonces, en Quito específicamente, justamente hoy tuve una conversación con una doctora que tiene su clínica, ofreciéndole el tratamiento con la marca Wowaligners. Ella se notó muy entusiasmada, muy interesada y con otras dos clínicas ya conseguí convenio. Entonces, poco a poco va a ir desarrollándose este proyecto en Quito. Y, a su vez, en otras latitudes, esa la idea. Mi intención es buscar embajadores de esta marca de Wowaligners en diferentes países.
RLM: Yo estoy procesando, Luis, las cosas que hemos venido conversando durante todo este rato y estoy cayendo en cuenta que entonces no solamente te estás haciendo un emprendedor en Colombia. Tú estás convirtiéndote en un exportador.
LS: Sí, correcto.
RLM: Mira qué interesante. Tú llegaste como estudiante, te convertiste en profesional, de profesional te convertiste entonces en autoempleado, de autoempleado en emprendedor. Y ahora, pues el próximo paso es hacerte una exportador.
LS: Tal cual. No lo había visto bajo esa lupa o bajo ese punto de vista. Pero, tienes razón.
RLM: ¿Qué se siente eso?
LS: La realidad es que genera una gran satisfacción, te puedo decir que mi marca personal que es doctor Lu, además de ser —y así me describen aquellos que me conocen— como una persona detallista, apasionada por mi profesión, ciertamente a lo largo de mi vida me he dedicado también a otras actividades que me complementan enormemente, como son la música, el ejercicio o la cocina, pero, esto que es doctor Lu, que es mi principal emprendimiento, me ha inspirado a generar un respeto por la salud en mi campo específico de la ortodoncia, buscando la mayor eficacia para los tratamientos, pues siempre he tenido la concepción de ofrecer una odontología integral y a su vez esto me ha permitido desarrollar una crítica constructiva con respecto a los beneficios de la cotidianidad en contraste con el advenimiento del famoso marketing dental que vivimos hoy día.
RLM: Luis, ¿cómo seguir, entonces? Yo sé que tú estás cultivando una presencia fuerte en redes sociales, ¿cómo seguir la marca de doctor Lu? ¿Cómo seguir Wowaligners? ¿Cómo nos mantenemos al día con lo que estás haciendo?
LS: Lo primero que quisiera aclarar es que el doctor Lu y Wowaligners busca entender, en todo momento, una presencia a nivel global. Esto se traduce en que no va a existir fronteras. Toda la vida me ha fascinado conocer diferentes culturas y hasta ahora lo he podido llevar a cabo. El cómo nos pueden seguir, nos pueden seguir en nuestras redes que son @wowaligners en Instagram y @doctorluoficial en Instagram. Y próximamente, por favor, estén muy pendientes, vamos a tener plataformas digitales como Facebook, como TikTok, como un canal de YouTube y página web.
RLM: Perfecto. Todos esos links los vamos a incluir en la descripción de este episodio, también. Finalmente, Luis, ya casi para terminar. Con todos estos años que ya tú tienes en Colombia, todas las cosas que has pasado, ¿cuál sería la habilidad más importante que se debe tener para llegar a vivir a Colombia y salir adelante?
LS: Yo creo en una palabra que lleva a la otra y es persistencia y perseverancia. Eso es la clave del éxito, en mi humilde opinión. Realmente es necesario tener salud, ciertamente la salud va a generar un bienestar y esto se va a traducir en una comodidad con nosotros mismos. La realidad es que trata de levantarse todos los días con la frente en alto, dando lo mejor de nosotros mismos. Y en cualquier caso, como siempre lo he dicho, uno tiene que vivir cada día como si fuese el último y que uno cuando se acueste, pueda analizar todo lo vivido en ese período de tiempo, en esas dieciséis horas. Darle gracias a Dios por todo aquello que nos puso por delante y la gratitud en todos los aspectos de la vida va a favorecer a no solo pensamientos positivos, sino a resultados positivos.
RLM: Luis Sanabria en Bogotá, agradecerte por haber participado en Los trabajos y los días. Ha sido un privilegio tenerte con nosotros. Quedamos pendientes entonces de lo que sucede con doctor Lu y Wowaligners. Y, a nuestra audiencia, agradecerles por habernos acompañado el día de hoy. Nuestro sitio web lostrabajosylosdias.com. Nuestras redes sociales @trabajosdias. Desde Toronto les deseamos paz y salud.
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 94: Carla García en Medellín. El proceso de querer quedarse en Colombia. 22 de marzo de 2020 Duración: 36min 04seg. Carla tiene nueve años viviendo en Colombia. Ha tenido la oportunidad de conocer muchas de sus regiones y costumbres. Empero, el querer quedarse definitivamente en Medellín deriva de un proceso largo y complejo.
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Transcripción:
René Mendizábal: El episodio noventa y cuatro de Los trabajos y los días. Hoy es martes veintitrés de marzo, siete de la mañana en Toronto y, continuando con nuestra temporada número quince —que está dedicada a los venezolanos que viven en Colombia—, conectamos con la ciudad de Medellín para conversar con Carla García. Carla, gracias por participar en Los trabajos y los días. Cuéntame, por favor, ¿qué fue lo primero que pasó por tu mente el día que llegaste a vivir a Colombia?
Carla García: Gracias, René, por la invitación. Yo llegué hace casi nueve años a Bogotá con muchos miedos, muchísimos miedos. Llegué sin conocer a nadie. Llegué a una ciudad sumamente fría en cuanto a clima y en cuanto a ese cariño o esa personalidad que puedo conseguir en una ciudad. Llegué con muchos miedos, sin conocer nada. No sabía dónde iba a vivir, no sabía cómo me iban a aceptar en el trabajo que en ese momento me habían aceptado. Hice un pequeño traslado desde la compañía en donde trabajé en Caracas, me aceptaron acá en Bogotá. Al principio yo llegué con aras de un escape de Caracas. Llego con ese escape pensando en que tenía un gran plan. Ese gran plan era venir a hacer un posgrado para salir un poco de la situación en la que yo estaba viviendo en Caracas y La Guaira, pues mi residencia oficial era La Guaira. Estaba cansada de la crisis, estaba cansada de muchas cosas que estaban sucediendo en Venezuela y una de mis salidas, mi escape, fue venir a hacer un posgrado. Y mi gran plan era venir a hacer un posgrado y devolverme a Venezuela. Como que si en año y medio, dos años, todo iba a cambiar y la situación iba a estar mejor.
RLM: Y no cambió. Para contexto, Carla, tú eres contador público y fuiste a Bogotá, entonces, a hacer una maestría en contaduría forense, si yo recuerdo bien.
CG: En auditoría forense.
RLM: Auditoría forense.
CG: Yo tomo la decisión de venirme a Colombia porque solamente en dos países de la región daban auditoría forense que es en Argentina y Colombia. En ese momento, yo dije: «yo solo me voy a ir a hacer un posgrado y voy a regresar», porque esa era mi intención. Mi familia siempre me dijo: «Carla, nosotros estamos aquí esperándote, pues nada va a cambiar». Yo decía que Colombia es el país en el cual yo voy a poder ir, estar un año y medio, dos años, y regresar con facilidad, tomar un avión y regresar en cualquier momento. Esa era mi solución a todos mis problemas que yo tenía. Y realmente no fue así. Llegué haciendo posgrado en auditoría forense, termino el posgrado y yo digo: «¿ahora qué hago? No ha cambiado la posición política en Venezuela. ¿Qué tengo que hacer?».
RLM: Permíteme retroceder un poquitico. Me da curiosidad, ¿por qué auditoría forense? La tenías nada más en dos países en América del Sur. O sea, no es la cosa más común para estudiar. ¿Por qué tú querías estudiar auditoría forense?
CG: Quería estudiar auditoría forense porque en toda mi carrera siempre trabajé en auditoría, pero fue auditoría financiera. La auditoría forense era un campo que en el año 2012, todavía se estaba explorando. Estaba como un poquito ese boom de: «hay algo llamado auditoría forense», y a mí me comienza a surgir esa idea de que voy a estudiar auditoría forense porque es parte de lo que yo he venido trabajando como auditor en toda mi carrera. Yo duré doce años de auditor financiero y luego la auditoría forense me incrementa esa experiencia. Era algo nuevo, relevante, que estaba sucediendo en la región.
RLM: Ok. Entonces, ya tú tenías muchos años de experiencia de trabajo, era un área nueva que te interesaba de forma específica, no era solamente ir a Colombia por ir a Colombia, sino ir a Colombia para estudiar esto. Además, había una oportunidad trabajo en Colombia, entonces, llegaste y estudiaste y trabajabas. ¿Cómo fue esa experiencia mientras estaba haciendo la maestría?
CG: Estudiar y trabajar para mí siempre fue normal, porque desde que comencé a estudiar en la Universidad Central de Venezuela siempre trabajé también. Entonces, para mí eso no fue duro en lo absoluto. Me parece algo supernormal. Obviamente, en temas de posgrado, en temas culturales cuando comienzo a estudiar con otras personas, sí es un poquito diferente. Todo lo que tienen que ver con la universidad, yo siempre había estudiado… Hasta mi preescolar fue público. Cuando entro a Colombia, pues obviamente tengo que pagar la carrera. Y pues aquí en Colombia las universidades privadas son poco costosas, pero vale la pena y vale la pena invertir en la educación.
RLM: Y el ambiente universitario, el ambiente de estudio, ¿cómo fue? ¿Qué encontraste diferente? ¿Qué encontraste igual? ¿Mejor o peor?
CG: Encontré diferente la forma de pensar de la gente. Creo que nosotros venimos trabajando un cierto estereotipo en Venezuela. Pero, cuando comienzas a ver otro país y comienzas a escuchar el pensamiento, las experiencias y las vivencias de otras personas de cualquier clase social, sobre todo en Colombia, que las clases sociales se sienten algunas veces un poco marcadas. Fue muy enriquecedora esa experiencia que yo tuve en la universidad aquí en Colombia, porque no solamente el ámbito académico fue importante, sino ese enriquecimiento personal atrae la experiencia del resto de las personas y lo que yo conocí del resto de la personas.
RLM: Entonces, esto de trabajar para ti era normal, ya lo habías hecho antes, sencillamente lo repetiste en Colombia, enriquecedora la experiencia académica, pero el plan era que ibas a estudiar un año y medio, las cosas iban a cambiar, tú te regresabas y vivir felices para siempre. Terminó el posgrado y no, las cosas no habían cambiado. Entonces, tú tienes esa conversación interna de decir: «¿y ahora qué hago?». ¿Cómo fue ese día?
CG: Luego de dos años acá en Bogotá, yo comienzo a tener una vida bastante monótona. Solo trabajaba y luego a mi casa, iba al trabajo, regresaba a mi casa. Comienzo a cuestionarme muchas veces: «¿qué estoy haciendo aquí?», si realmente yo quiero vivir acá porque, lamentablemente, eso no fue mi objetivo inicial. Mi plan fue venir a estudiar y regresarme. Jamás pasó por mi cabeza que yo me iba a quedar en Colombia. Jamás pasó.
RLM: Ahora, Carla, hay algo que quiero entender porque si ese era el plan, algo pasó en el camino, que el día de la graduación tú no llegas hasta la graduación con el billete de avión en la mano. Llegó la graduación y no te devolviste a Venezuela. Entonces, ¿cómo llegas tú a esa decisión? ¿Cómo pasa eso?
CG: Cada vez que yo viajaba a Venezuela, en estos dos años que te estoy hablando, la situación en Venezuela comenzó a empeorar, a empeorar, a empeorar. Yo comienzo como a, en cierta manera, sufrir ese desgano, esas mal vivencias que estaba sufriendo mi familia, el país y los venezolanos en general. Yo comienzo a ver un deterioro profundo dentro de la sociedad. Económico, de crisis. Realmente fue todo lo contrario lo que yo pensé que iba a suceder. Entonces, ese gran plan con el que yo llegué aquí, no sucedió nunca. Y estoy aquí en este momento y no ha sucedido. En ese momento, yo me empiezo a cuestionar, comienzo a tomar decisiones. Mi familia me dice: «Carla, la verdad aquí no te veo ya, no te veo aquí». Mis mejores amigos que estaban en Venezuela —que ya no están—, me empiezan a cuestionar y a decirme: «Carla, a ti te va muy bien profesionalmente en Colombia. Tienes una muy buena posición. Desde allá tú puedes ayudar a tu familia». Y, de hecho, cada vez más comencé a ayudar a mi familia y yo creo que en parte eso fue lo que me motivó a querer quedarme acá en Colombia. Pero, eso no fue un proceso fácil. Eso fue un proceso en el cual yo tuve que internalizar y que, por casualidad, conozco a mi terapeuta por cosas de la vida, que es venezolana también. Y yo comienzo a sentirme como que no soy allá, pero tampoco soy de aquí. Pero quisiera estar en Venezuela, pero a la vez no, pero me gusta Colombia, pero a la vez no… Entonces, esa guerra de amor y odio comenzó dentro de mí. Me comienzo a cuestionar y a decir: «yo tengo que hacer algo porque yo no puedo vivir así. Esto no es vida, no es vida». Yo estaba viviendo y a la vez no, y comienzo una cita con la que es mi terapeuta ahora y ella me comienza a hacer un trabajo terapéutico muy importante. Dentro de las primeras sesiones obviamente detecta —y era fácil detectar— un tema de arraigo que yo no me sentía parte de Colombia, sino que yo desde siempre pensé que yo venía de paso, yo iba a estar de paso y me iba a volver. Y yo en ese ínterin, me quedo. Y me quedo, después, emocionalmente, como en una interfaz donde no soy de allá, no soy aquí, quiero estar aquí, pero a la vez no. Y fue muy duro. Ese proceso terapéutico duró aproximadamente año y medio en el cual yo tuve que trabajar lo que sería el arraigo, lo que sería aceptar y entender al pueblo colombiano, entender al colombiano y ser parte de ellos, independientemente que yo sea venezolana. Y estar agradecida porque ellos me recibieron muy bien en Colombia y yo también estoy muy agradecida por la recepción que yo he tenido por parte de ellos.
RLM: Carla, mira, una cosa muy interesante. Es el episodio noventa y cuatro que tenemos en este podcast y, normalmente —y es muy válido—, la gente con la que conversamos nos dicen: «buenísimo. Estoy viviendo en el mejor país del mundo…» —el país que sea— «…que chévere, me encanta. Bellísimo». Yo a todo el mundo le pregunto: «¿tú volverías a elegir el país en el que estás?» Casi siempre dicen: «sí, ¿cómo no?». Tú estás teniendo con nosotros un diálogo muy sincero de decir: «bueno, es que yo venía de paso y yo no pude encontrar el proceso de arraigo». Y, además, hubo una conversación contigo misma que también fue muy sincera y puedo apreciar que fue muy dura. Inicias, tomas tú misma la decisión de iniciar un proceso de terapia y decir: «¿cómo hago yo para conectarme con este país?». Entonces, ¿cómo hiciste? ¿Cómo resolviste tú este acertijo?
CG: Mira, lo resolví con el pasar de este proceso terapéutico. Aceptando mi realidad, aceptando la realidad de que no era posible, de que no era factible regresar a Venezuela. En ese momento no había razones para yo ir. Y llegué a pensar también en mudarme a otro país. En ese momento, estaba una emigración muy grande de venezolanos hacia Chile. Pensé en irme a Chile, pero yo dije: «no quiero volver a pasar por el proceso de llegar sin conocer a nadie. Llegar y otra vez comenzar de cero. Eso me va a dar muy duro otra vez, comenzar de cero en un país que no conozco a nadie, que nadie me está esperando». Es muy duro irse a un país en el cual, al principio, para arrendar un apartamento o para arrendar una habitación te piden garantías, te piden fiadores, te piden cualquier cantidad de documentos que no los tienes, para abrir una cuenta bancaria. Si no tienes un contrato laboral y la compañía, no te abren una cuenta bancaria. Yo internalicé que yo no quería volver a pasar otra vez lo que ya yo viví en Colombia yéndome a otro país. Esa no era la solución.
RLM: Esas son cosas que uno da por sentado, ¿verdad? Es lo más normal del mundo. Tú tienes tu cuenta bancaria, que tienes quien de una garantía, que tienes quien te conozca, quién tiene esto o lo otro. Esas redes de gente, de familiares, de amigos, de empleadores, que uno piensa en todo cuando va a emigrar, pero no piensa en eso. Parece que es como que está asegurado y cuándo aterrizas en otro lugar y descubres que ya no lo tienes.
CG: Sí. Entonces, ese escape que yo tuve, yo dije que no lo iba a volver a hacer, yo no iba a volver a cometer ese error de irme a otro país a comenzar de cero porque no era lo que yo quería. Entonces, ¿cuál fue esa salida a mi problema? En ese momento fue: Carla, tú tienes que aprender a convivir y tú tienes que aceptar tu realidad, aceptar y entender a las personas que viven en tu entorno. Porque yo fui la que llegué aquí, ellos no me trajeron. Yo fui la que llegué. Y yo soy la que me tengo que adaptar en más medida y más nivel que las personas que me van a aceptar. Entonces, ahí comienza el proceso terapéutico. Y ya cuando estoy finalizando este proceso terapéutico, cuando yo comienzo a aceptar, yo siento ya que me libero de esta situación. Siento que no me sentía mal, por ejemplo, cuando me levantaba en la mañana y a veces yo decía: «oye, tengo que ir al trabajo». El clima es un poco duro para mí en Bogotá porque vengo de tierra caliente. El clima en Bogotá a veces resulta un poco deprimente de cierta manera. Hay días completos, tres, cuatro o cinco días que no ves el sol. Y yo soy una persona que estaba acostumbradísima a que el sol es vital para mí. Comienzo a entender la ciudad y comienzo a ser más agradecida con todas las cosas que tenía.
RLM: Eso se dice fácil, pero hacerlo es otra cosa. ¿Cómo se le hace para conocer la ciudad, para conocer el país? ¿Cuál es la estructura con la que uno construye un arraigo?
CG: Al principio, comencé a conocer un poco su cultura. Bailaba en los carnavales de Barranquilla, en Bogotá. Comencé a escuchar su música. Comencé a entender culturalmente cómo son ellos, por qué yo no tengo que venir aquí a imponerles que se tienen que comer una arepa rellena si a ellos les gusta es una arepa y colocarle las cosas por encima. Yo no le voy a hacer cambiar a ellos que la arepa la tienen que rellenar, sino que a ellos les gusta una arepa con las cosas o el relleno por encima. No hay ningún tipo de problema. Yo comienzo a ponerme en los pies de ellos a entenderlos, conocer su cultura. Gracias a Dios, he tenido la oportunidad —a través del trabajo que tuve— de viajar y conocer muchas regiones en Colombia y fui conociendo gran parte del país y conociendo culturalmente las regiones y las personas, cómo son sus comportamientos dentro de la región. Y yo creo que eso es muy importante cuando uno piensa irse a vivir a otro país, tratar de conocer e investigar primero antes de llegar a un país y también saber hasta en qué ciudad tú deberías realmente vivir. Porque yo estoy segura que en mi caso, Bogotá no fue la mejor ciudad para venir a vivir a Colombia. En este momento, yo estoy ya viviendo en Medellín desde hace tres años, me llego a una ciudad muy, muy, muy parecida a Caracas, muy agradable. Y creo que si en ese momento yo me hubiese venido a Medellín, capaz mi situación hubiese sido un poquito distinta.
RLM: Ya vamos a hablar de Medellín, pero, viendo tu trayectoria, hablando contigo, tú eres una mujer inteligente, con experiencia, muy bien plantada que asumiste e iniciaste un proceso muy intelectual, muy estructural: «yo voy a conocer este país en lo cultural y en su geografía también, porque tengo la oportunidad de viajar». Entonces yo ahí tengo dos preguntas: a nivel de cultura, de costumbres, ¿qué ha sido lo que más te impresionó, lo que más te gustó? Y a nivel de regiones, ¿cuál es el sitio que más te ha llamado la atención?
CG: La región que más me gusta de Colombia es todo lo que es el Eje Cafetero, que sería el Quindío, Armenia, Pereira, Manizales. Toda esa región cafetera es una adoración. Y si te das la oportunidad de visitar Colombia algún día, te recomiendo que conozcas el Eje Cafetero. Allí está toda la cultura cafetera de este país, que es parte de la esencia de Colombia, que es el café. Allí va a conseguir unas personas maravillosas. Son unas personas espectaculares, humanamente son personas que son muy hospitalarias. Mira, es que te caen bien solamente con mirarlas. Son unas personas supertrabajadoras. Trabajan la tierra de una manera única y pues de allí sale el mejor café de Colombia. Entonces, yo tuve la oportunidad de viajar muchísimas veces a todo lo que fue el Eje Cafetero, porque auditaba gran parte de compañías cafeteras en Colombia y de allí yo también comienzo a interesarme en lo que sería la cultura de Colombia, porque conozco mucho de café, pero el café colombiano, donde están las mejores tierras para el cultivo del café. Entonces, yo tuve como un estudio profundo lo que fue el café y eso también me ayudó muchísimo a entender sus problemas. Luego conozco al que es mi pareja en este momento, que ya tengo cinco años con él, y con él aprendí muchísimo sobre el conflicto armado que ha tenido Colombia en todos estos sesenta años. Entonces, cuando yo también comienzo a entender cómo ha sido todos los años en que el pueblo colombiano ha sufrido esta tragedia, yo comienzo también a entenderlos a ellos. Porque la gran mayoría no son unas personas…, a mi parecer y mi humilde opinión, es difícil confiar en las personas en un primer momento, es difícil que se les abran a las personas en un primer momento, porque yo los empiezo a entender cuando empiezo a entender su conflicto armado. Entonces, conozco una parte de la historia de ellos, obviamente no completita, pero sí cada persona que conocí y sobre todo aquí en Medellín, siempre les he preguntado: «¿has tenido algún problema familiar? ¿El conflicto armado te afectó? ¿Cómo te afectó?». Y me echan todos los cuentos, todas las historias de sus familiares, cómo ellos lo vivieron y es durísimo. Y allí yo comienzo a entender todo el proceso que ha tenido pueblo colombiano. Me pongo en sus zapatos y hay muchísimas cosas que yo a lo mejor al principio comencé a tomarlos de forma personal. Algún tipo de comentario que no era malintencionado, pero así son las personas. Y yo comienzo a trabajar en que yo no me tengo que tomar nada personal. Eso también fue parte de este proceso. Todos los comentarios que yo recibía, los recibía la mejor manera, independientemente que no me haya gustado o sí me haya gustado.
RLM: Eso fue en cuanto a geografía. El Eje Cafetero, que la gente —en palabras tuyas— es una adoración, que además te dio mucha oportunidad de entender la historia como una capa adicional. Un país saliendo de sesenta años de guerra civil, pues hay mucha reinvención que hacer, pero también muchas heridas que sanar. En cuanto a costumbres, tradiciones, ¿hay alguna que te ha gustado particularmente? ¿Qué se te pegó de repente? ¿Cuál te impresiona?
CG: Aquí en Colombia se celebra el siete o el ocho de diciembre —no recuerdo exactamente el día— el día de las velitas. Un día que yo creo que es más importante que el veinticuatro o veinticinco de diciembre para ellos. Es un día donde la familia se reúne, prende velitas y por cada velita piden un deseo, y están toda la noche celebrando con la familia o compartiendo en familia, comiendo dulces o hacen alguna cena. Cada familia lo hace de una forma distinta, pero me parece superchévere esa tradición de prender velitas y prender una luz que tú pides un deseo, como una esperanza y que es un acontecimiento en Colombia. Es difícil de describir cómo es, porque esto es algo, como te digo, mayor que un veinticinco de diciembre. Es algo superimportante y no importa si tienes que trabajar muchísimo, pero tú ese día te vas temprano de la oficina porque tú vas a celebrar el día de las velitas con tu familia o con los amigos, depende de con quién estés. Es una nota, o sea, es un día superlindo y transmite esas esperanzas de lograr cosas que tú quieres y, sobre todo, la gente pide mucho por el país, pide mucho que toda la situación cambie.
RLM: Mira qué interesante, Carla, que en nuestra entrevista de la semana pasada yo hice la misma pregunta y me dieron la misma respuesta: el día de las velitas. Y a ti también te llamó mucho la atención. Ahora, vamos con el otro lado de la moneda, Colombia y Venezuela en algún momento de su historia fueron el mismo país, y luego en otro momento pues ya se separaron. Hay gente que escribió que Venezuela y Colombia son como dos naciones mellizas. Nos referimos a la hermana República de Colombia, a la hermana República de Venezuela. ¿Qué has reconocido tú en Colombia que has encontrado tú similar a Venezuela?
CG: La gente trabajadora, aquí la gente es increíble. Se paran supertemprano para trabajar. Son gente superdedicada, tratan de hacer siempre lo mejor que pueden y yo lo comparo mucho al venezolano. No sé si estaré equivocada, no sé si el venezolano en este momento que está en Venezuela es así, por toda la situación que está pasando allá, pero yo siento que en común tenemos esa forma de ser, que somos unas personas supertrabajadoras, echadas para adelante. Y que siempre conseguimos todo lo que queremos, independientemente de dónde estemos.
RLM: Entonces, sucede el cambio en algún momento de Bogotá a Medellín, ¿por qué Medellín? ¿Cómo ha sido diferente Medellín?
CG: Luego de seis años y medio, ya estuve por fuera cinco o seis meses en Chicago estudiando inglés. Luego, desde allá, mi novio me dice: «Carla, conseguí un mejor empleo en Medellín, ¿estarías dispuesta a irte conmigo?», yo le dije: «claro que sí. Vámonos para allá». Llego a Medellín de Chicago, seis meses después y acá pues me sentía como en casa. La verdad que Medellín, como dicen los propios colombianos, es el mejor vividero de Colombia. Y yo bueno, que conozco gran parte Colombia, sin duda para mí ha sido el mejor vividero de Colombia. Es una ciudad que si la conoces, René —y espero que tengan la oportunidad—, te va a encantar. Es la ciudad más parecida a Caracas que pueda existir. Tiene, en el medio de la ciudad, un aeropuerto tipo La Carlota. Tiene verdes por todos lados, montañas, edificios por todos lados. El clima es muy parecido al de Caracas, en las noches hace un poquito al fresco, en el día un poquito más calentito. Sobre todo la gente, la gente de Medellín te atienden como que si fuera tu familia de toda la vida.
RLM: Esos son los paisas.
CG: Sí, esos son los paisas. Y en Bogotá están los rolos. En Medellín, yo llego y yo digo: «oye, esto es otro mundo, es otro mundo». Yo había venido muchas veces por trabajo, reuniones específicas, uno o dos días; pero el vivir acá ha sido diferente. Yo hoy le digo a mi novio: «fue la mejor decisión que pudimos haber tomado. Me encanta Medellín».
RLM: Allí te sientes en casa.
CG: Me siento en casa. Solo me falta en media hora La Guaira o un sitio como de playa y sería ya la ciudad perfecta.
RLM: Porque en Medellín eso sí no lo tiene cerca.
CG: No. Está bastante lejos la playa, pero es lo que me faltaría para yo decir: «ya. Es mi sitio para vivir toda la vida».
RLM: Ok, perfecto. Y a nivel de trabajo, a nivel profesional, tienes ya muchos años de experiencia, también, trabajando en Colombia. ¿Qué desafíos te encontraste? ¿Qué oportunidades? ¿Qué soluciones?
CG: Al principio fue muy duro, porque, obviamente, no conozco todas las normas del país, con las leyes —yo soy contadora—, y hay muchos temas tributarios, sobre todo que no los conocía y en Colombia, prácticamente, toda la contabilidad es fiscal. Entonces, ahí yo comienzo un proceso de aprendizaje en el cual tuve que aprender, preguntar mucho e ir a expertos y abogados para que me explicaran muchísimas cosas que no entendía, porque las hacen bastante diferentes que en Venezuela. Entonces, eso sí fue un desafío supergigante, poder entender todo lo que es la normatividad fiscal en Colombia y, en ese momento, no estaban las normas internacionales de contabilidad aplicándose en Colombia, pero ya sí en Venezuela. Entonces, yo me tuve que atrasar un poquito y entender un poquito esas normas de contabilidad de este país, que luego sí comenzaron las normas internacionales de contabilidad. Junto con ese ínterin, yo tuve que estudiar, también, en la universidad, para poder homologar y poder firmar como contadora en Colombia. Entonces, yo tengo la titulación como contadora en Colombia y registrada en el Colegio de Contadores o en la Junta Central de Contadores en Colombia.
RLM: Tú me contabas que tenías más de diez años experiencia en Venezuela como contadora, luego los estudios en Colombia en auditoría forense, luego los estudios en Colombia para tener la titulación, poder firmar como contadora y más de nueve años ya de experiencia, también, en Colombia. O sea que tú me estás hablando de una carrera de casi veinte años, con tres pasos por la universidad. ¿Cómo cambia tu perspectiva acerca de tu profesión después de haberla ejercido por una década en Venezuela y una década en Colombia?
CG: Ha cambiado muchísimo. Yo me siento que soy una profesional más integral, no solamente enfocada a los temas contables. He tenido también que pasar por varias áreas en la compañía, he estado encargada de la tesorería de las compañías, manejando relaciones con entidades financieras, negociando todos los préstamos, por ejemplo, de una compañía, negociando con otros países, otra entidad financiera de otros países. También tuve la oportunidad de aprender portugués. En muy corto tiempo tuve que aprender portugués porque uno de mis jefes era de Brasil. Eso fue una presión que me metí, en el cual tuve que aprender y cada vez ir mejorando mi currículo, por decirlo de alguna manera. Ir mejorando todos los skills que tenía y seguir trabajándolos. Porque, la verdad, en Colombia el tema de trabajo es bastante competitivo, aquí hay muy buenos profesionales y para tener un puesto mejor, para seguir adelante, para posicionarse dentro de una compañía. Pues a mí me tocó estudiar, seguir aprendiendo, aprender otro idioma para poder hablar con mi jefe en Brasil. Entonces, yo creo que me tocó no tan fácil, pero siempre poniendo lo mejor de mí para lograr las cosas.
RLM: De alguna manera, la emigración te obliga a ser la mejor versión de ti misma.
CG: Totalmente de acuerdo. Cada vez estoy mejorando y preguntándome: «¿ahora qué me falta? Tengo esto, lo agrego, lo sumo. ¿Ahora qué paso viene?». Entonces, cada vez que voy cumpliendo una, me voy trazando otra meta y otra meta y otra más. Gran parte también de ese proceso terapéutico que hice, René, me ayudó a hacer un plan de vida. Yo cuando llegué aquí, como yo pensaba en irme de paso, yo no tenía un plan de vida, lamentablemente. Y yo, en ese momento, me hago un plan de vida en el corto, mediano y largo plazo. Cuando yo hago ese plan de vida, yo organicé en mi vida completita. Y yo dije: «quiero ir hasta allá». Y comencé por el camino que tenía que ser, porque yo estaba deambulando. Yo no sabía qué hacía, yo no sabía qué venía. Yo me perdí cuando terminé el posgrado y no me podía regresar. Porque no era el momento, no era la situación, económicamente y profesionalmente yo estaba muy bien en Colombia y me quedé como en un limbo. Y para salir de ese limbo fue muy duro. Pero, gracias a Dios, que cada año me planteo un plan de vida y lo voy llenando. Y el plan de vida creo que es algo muy importante en la vida de las personas y que deberían de realizarlo y trabajarlo continuamente.
RLM: Carla, qué maravilloso lo que me estás contando, porque a mí me pasó lo mismo. Nosotros llegamos aquí hace catorce años, yo venía de ser abogado en Venezuela. Aquí eventualmente conseguí trabajo, pero mi trabajo fue como operador de montacargas y fue bastante duro, muy, muy difícil. Pero, una de las cosas que mi jefe me decía —que siempre agradezco—, era: «tú tienes que tener un plan de vida». Y llegó en algún momento, después de mucha resistencia, un día que me encerré y dije: «¿dónde quiero estar yo en cinco, diez, veinte, treinta años? ¿A dónde voy a estar cuando me retire?» Y ahí las cosas comenzaron, efectivamente, a cambiar y a cambiar para mejor. Sí, a fluir, porque ya tú sabes para dónde vas. Entonces, ya no estás reaccionando, sino que estás actuando. Entonces, ahora la pregunta que habíamos mencionado al principio, vamos a formularla ya para cerrar. Si tú pudieras retroceder el tiempo, sabiendo las cosas que ya sabes, ya todo lo que aprendiste, ¿tú vuelves a elegir Colombia para vivir?
CG: Bueno, René, te voy a ser completamente sincera. Para vivir, no. Yo no hubiese elegido hace casi nueve años venir a Colombia, precisamente porque no era el país que yo hubiese elegido para vivir. Fue un país que yo elegí para venir de paso, lamentablemente. Yo creo que yo me tenía que armar de más información, más de valor, buscar a personas de mi vida en el cual yo le tendría que haber preguntado qué puedo hacer, quiero hacer esto, ayúdame. Yo me vine sin como saliendo por una salida de emergencia. Yo no me hubiese venido a Colombia hace nueve años para vivir, pero yo estoy muy agradecida porque el país y el colombiano me recibieron muy bien con puertas abiertas. No te voy a negar que a mí me ha ido muy bien, a pesar de los altibajos emocionales que he tenido —que son normales—, a pesar de que en ciertas ocasiones me han tratado un poco diferente o han hecho algún comentario que no me ha gustado. A pesar de todas esas cosas excepcionales y que no debería tomar en cuenta porque no es lo mayor que me pasó a mí en la vida aquí en Colombia, a pesar de todo eso, yo estoy muy agradecida y aprendí a vivir en Colombia. Aprendí a que acá ya yo estaba para hacer mi vida y de eso sí que no me arrepiento. Esa fue la mejor decisión que yo tuve, que tomé, de decir: «no voy a volver a escapar de Colombia y voy a volver a empezar de cero en otro país». No, yo acepté mi realidad y dije: «aquí es donde me quiero quedar». En ese momento yo acepté. Pero, tuvo que pasar casi cuatro años para yo aceptar que me quería quedar a vivir aquí en Colombia. Pero, en un primer momento si retrocedo casi nueve años, René, no hubiese elegido este país.
RLM: Muy bien, pero, entonces —si te entiendo bien— ya Colombia es tu casa. Colombia es el sitio donde tú te vas a quedar, donde estás echando tus raíces.
CG: Sí, he echado mis raíces acá, esperando para casarme, porque los temas legales son un poquito complicados, pero, obviamente, pues aquí he conseguido todo lo que yo realmente necesitaba y estaba buscando en la vida. Conseguí mi pareja, pronto estábamos en planes de bebé y muchos planes para para seguir y continuar aquí en Colombia.
RLM: Carla García, ¿la habilidad más importante que una persona debería tener o cultivar para aprender a vivir en Colombia?
CG: ¿La habilidad más importante? Creo que el no tomarse nada personal. No tomarse nada personal, creo que es súper importante, no solamente aquí en Colombia, a nivel personal, en cualquier parte del mundo. No te tomas nada personal y creo que lo he aprendido muchísimo acá.
RLM: Bueno, Carla García en Medellín, agradecerte por haber participado en Los trabajos y los días, un privilegio tenerte con nosotros.
CG: Muchas gracias, René.
RLM: Y gracias a nuestra audiencia. Recordarles que nuestro sitio web es lostrabajosylosdias.com. Disponible en todas las aplicaciones de podcast, nuestras redes sociales @trabajosdias y, desde Toronto, les deseamos paz y salud.
/// ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS:
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes (o jueves) en www.lostrabajosylosdias.com y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
TEMPORADA 15 – LA SERIE DE COLOMBIA – Episodio 93: Saraís Tineo en Bogotá. Las cuatro estaciones en un solo día. 20 de marzo de 2020 Duración: 38min 27seg. Saraís es una Internacionalista que lleva dos años viviendo en Bogotá. En este episodio, nos cuenta cómo ha sido su experiencia trabajando con organizaciones de cooperación internacional en la capital colombiana.
Puedes seguir el trabajo de Saraís haciendo click aquí:https://www.linkedin.com/in/sarais-tineo-de-los-remedios-273734b1/
/// Transcripción:
René Mendizábal: Hoy es sábado veinte de marzo. En Toronto son las cinco treinta y siete de la mañana. Y, coincidiendo exactamente con el equinoccio de primavera, damos inicio a nuestra temporada número quince, episodio noventa y tres. Lo vamos a dedicar a conocer y conversar con los venezolanos que están viviendo en Colombia. Para eso, me está acompañando el día de hoy Saraís Tineo en la ciudad de Bogotá. Saraís, Bienvenida a Los trabajos y los días. Feliz equinoccio de primavera.
Saraís Tineo: Gracias, René. Me imagino que por allá por Montreal ya se está sintiendo el cambio en el clima. Perdón, en Toronto.
RLM: En Toronto, sí. Bueno, es prácticamente el mismo clima. Sí, sí, se está sintiendo un poquito, normalmente por estos días suele venir un ventarrón muy fuerte y ahí es cuando desaparece toda la nieve que está todavía en la calle y ya empieza la primavera de verdad.
ST: Yo lo viví, un poquito, cuando en algún momento estuve en Canadá. Lo viví. Por eso dije Montreal, porque creo que me llevé de una un recuerdo de mis recuerdos de mi mes de intercambio de Montreal. Yo tuve esa transición, fue justamente como en abril. Ya había pasado la fecha del equinoccio, pero todavía estaba haciendo muchísima nieve. Y, justamente como unos pocos días antes de regresar a Venezuela, el cambio fue increíble de días blancos —porque ni siquiera grises, sino totalmente blancos— a días azules. A pasar de usar chaquetas gruesa a de repente una chaqueta…
RLM: Un suétercito, sí.
ST: …más ligera. El cambio fue increíble.
RLM: Y tú ves cómo le cambia el estado de ánimo a la gente, también.
ST: A la gente, sí.
RLM: Bueno, Saraís, cuéntanos. Tú eres internacionalista. Yo entiendo que tienes, más o menos, dos años viviendo en Colombia. Llegaste, inicialmente, porque tu pareja consiguió trabajo en Colombia y eso fue lo que motivó la mudanza. Cuéntame qué fue lo primero que pasó por tu mente el día que llegaste a Colombia, sabiendo que ya «hoy llego para vivir».
ST: Un poco de incertidumbre, porque creo que tú nunca sabes realmente si vas o no vas a vivir. Y más cuando a ti te llevan las circunstancias. Porque no fue una decisión de algo que yo quiero o ya sé que voy a hacer esto, sino que fue totalmente circunstancial. Creo que lo primero que pasó por mi cabeza fue «construir», quizás. Había como muchos sentimientos, obviamente. Estaba como con la tristeza que acabo de dejar a mi familia, pero estaba llegando a un lugar nuevo. Para mí no era tan desconocido Bogotá, ya yo conocía Bogotá, entonces no tenía como esa sensación de «estoy llegando a una ciudad cien por ciento desconocida», que quizás le pasa a mucha gente. Mucha gente sí llega a un lugar sin saber ni siquiera cómo se llama, no sé, el aeropuerto. Para mí, en ese sentido, Bogotá era un poco más conocida, ya había venido justo el año anterior de yo haberme mudado, había estado en la ciudad. Pero, sí, creo que diría quizás como «construcción». No sé, abrir la mente. Esas son como un poco las las primeras cosas que van pasando por tu cabeza, como: «guao, ahora estoy aquí. ¿Qué va a pasar?»
RLM: Ponnos un poquito en contexto, entonces, ¿cómo es el día típico de una persona que vive en Bogotá?
ST: Es muy cómico. El día típico es despertarse quizás con mucho sol y golpe diez de la mañana se empieza a nublar todo. Quizás a las doce del mediodía puedas tener un palazo de agua terrible. Cuando sales del trabajo —tanto para llegar como para salir—, te encuentras con un tráfico infernal. Aquí en Colombia le dicen «trancones», es muy chistoso. Creo que puedes pasar una parte importante de tu día en los trancones de Bogotá. Y, luego, de repente llegar a tu casa o quizá salir con tus compañeros o amigos a beberte algo. Es muy curioso porque quizás tú pensarías que Bogotá tiene una vida nocturna activisíma. No es tan así, ellos por algunos temas durante la época del conflicto armado más duro, la gente rumbeaba solo como hasta las dos de la mañana, cosa que, de repente, para nosotros como venezolanos es loquísima porque uno piensa hasta el amanecer. Aquí lo común es como hasta las dos de la mañana. Pero, debo decir que si te acercas a cualquier lugar de estos de fiesta, lo que sea, tú vas a ver a la gente activadísima. O sea, en ese sentido, creo que te puedes sentir como en casa porque la gente está superpendiente de su rumba, todo el mundo ver qué hacer. Aquí me estoy yendo ya un poco más a los momentos de entretenimiento de un día en Bogotá, pero lo que te describí al principio creo que es el día básico, o sea, esa cosa muy graciosa de pasar por las cuatro estaciones en un solo día.
RLM: O sea que el clima varía bastante a lo largo del día, no es una cosa estable.
ST: El clima varia muchísimo. Es más, en estos días veía algo —creo que era un TikTok— que me habían compartido, que decía: «di que vives en Bogotá sin decir que vives en Bogotá». Y era: te asomas por la ventana, un cielo espectacular y dices: «ay, me voy a llevar la chaqueta porque creo que va a llover». Eso es como la mejor definición de verdad de vivir en Bogotá.
RLM: Ok, excelente. Hay algo que a mí me da mucha curiosidad, yo realmente no conozco Colombia, pero Colombia y Venezuela fueron en algún momento de su historia el mismo país. Mucha gente viviendo aquí en Norteamérica, lo más parecido que yo me puedo conseguir a un venezolano es un colombiano. Desde aquí se siente exactamente como lo mismo. Y hay gente, incluso, que describe a Colombia y Venezuela como países siameses, como hermanas siamesas. La llamábamos «la hermana República», de hecho. ¿Cómo se siente, entonces? ¿Cuál ha sido el desafío de estar en un país tan similar?Aparentemente se siente diferente cuando uno está ahí. A lo mejor sea como Canadá y Estados Unidos, que de lejos tú los ves idénticos, pero cuando estás aquí empiezas a sentir que hay algo un poquito diferente. ¿Cómo ha sido para ti esa experiencia? ¿Qué has encontrado desafiante? ¿Qué has encontrado que puedes usar a tu favor?
ST: Bueno, hay algo que es muy, muy interesante, que de algún modo te sigues sintiendo como en casa, quizás, por ejemplo, por la cantidad de venezolanos que hay acá. El tema de la comida, por ejemplo, no es nada difícil conseguir unos tequeños o unas empanadas. Por lo menos, a mí la comida me lleva mucho a los lugares, yo soy como supergordita, en sentido que me encanta comer, probar, etcétera. Y, ejemplo, en la esquina de mi casa tengo un local de arepas y empanadas venezolanas.
RLM: ¿En la esquina?
ST: En la esquina, básicamente la esquina de mi casa. Eso es increíble. Eso es muy bueno.
RLM: Puedes ir todas las noches si quieres.
ST: Podría ir toda la noche si me da la gana. Cerca de mi casa hay montones de locales. También es muy sencillo encontrar, por ejemplo, una chuchería venezolana. Esas pequeñas cosas que parece mentira, pero que te llevan mucho a casa. Creo que una gran brecha por la ciudad en la que yo vivo es que puedo sentir un poco más de diferencia cultural entre el bogotano y el venezolano. Es el tema de que nosotros solemos ser como muy directos en muchas oportunidades o muy expresivos y la gente aquí un poco más «polite», guarda un poco más las distancias, no de manera negativa, sino que se toman su tiempo. A veces creo que nosotros los venezolanos somos un poco más confianzudos o, como yo digo, igualados. Y aquí la gente no es tan así. Entonces, bueno, creo que es una buena oportunidad para las personas que no sepan bien cómo manejar estas dos cosas, es una oportunidad para mezclarla bastante bien. Porque puedes ser una persona muy directa, pero quizás aprendiendo a decir de mejor manera las cosas o de una manera un poco más calmada. Yo creo que eso es algo que puede jugar bastante bien a tu ventaja, o es algo que a mí me funciona también bastante bien.
RLM: O sea que el estilo de comunicación es diferente, es lo que llaman «comunicación de alto contexto». De repente no te dicen exactamente lo que te quieren decir, pero te dicen cosas para que tú entiendas y aterrices en lo que te quieren decir.
ST: Muchas veces sí. A veces ni siquiera eso, pero, es lo que te digo, creo que igual es como una buena oportunidad para aprender otras maneras de comunicarte. Obviamente, las variables culturales siempre van a estar presentes ahí, seas de donde seas, vayas a donde vayas, hay ciertas cosas que no quieren decir que sean buenas o malas, sino que siempre tú vas a llevar contigo. Pero, sí, es eso. Es como una bonita manera de aprender otros métodos de comunicación que te sirvan a ti para expresarte en contextos distintos. Porque, claro, yo no puedo ser aquí igual de igualada con el director de la compañía a como de repente lo era en Venezuela, pero, al mismo tiempo, sí poderles ir enseñando cómo es una buena manera de integrarse y que yo, siendo una empleada normal —por ejemplo, poniendo un ejemplo superaleatorio— puedo acercarme a esta persona. Lo que te digo, quizás no la misma manera, pero podemos sentarnos juntos en la misma mesa, que eso no tiene que ser como una gran brecha que nos va a separar, pero sí teniendo un poco más de cautela con la manera en la que me dirijo a esta persona.
RLM: Te estoy escuchando decir que las relaciones de trabajo pueden ser también un poco más jerárquicas que a lo que uno está acostumbrado.
ST: Sí. Eso todavía es algo que hay que superar en algunos lugares de acá. Por ejemplo, en en uno de los trabajos que tuve la oportunidad de tener acá, a mí me llamó mucho la atención que justamente el director de finanzas de ese lugar donde yo trabajaba se había sentado a almorzar con nosotras y, la verdad, yo no lo tomé como nada extraño. Para mí esto era muy natural y cuando terminamos, la muchacha que estaba hablando conmigo, estábamos conversando, estábamos haciendo el sobremesa y ya el señor se había ido, y ella me dijo: «qué chévere que el director se sienta a comer contigo», y yo le digo: «no deberíamos verlo así. O sea, él también es una persona y estamos en el mismo ambiente de trabajo, ¿por qué tenemos que tener esa diferencia?». Y ella: «esta es la primera vez que me pasa, en los otros sitios donde yo trabajaba no era así», y yo le digo: «bueno, está bien, pero está chévere también que te vayas acostumbrando a esto, que quizás puedas compartir el mismo espacio con una persona que está un poco más «arriba de ti» por un cargo». Yo sí soy creyente de los liderazgos más horizontales. Pero, bueno, me estoy yendo ya para otro lado. Pero, sí, eso es una brecha que existe y yo creo que uno puede ir usándola como a su favor para ir, de alguna manera, generando esos pequeños cambios que parecen tontos, pero sí hacen la diferencia en el día a día.
RLM: Te voy a contar una cosa: cuando yo llegué a vivir a Canadá, la verdad nunca había estado, no conocía prácticamente nada a este país, no tenía realmente una perspectiva o una opinión formada, salvo que era un sitio frío al norte de Estados Unidos. Pero, con Colombia es diferente, con Colombia hay más relación. De repente uno ya tiene una opinión formada antes de llegar. ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva? Ya pasaron dos años, ya la sensación inicial pasó. ¿Cómo ha cambiado tu perspectiva de Colombia teniendo ya dos años viviendo ahí?
ST: Bueno, te cuento que yo había tenido relaciones muy cercanas con gente colombiana porque varias de mis mejores amigas sus mamás eran colombianas. No solo eso, mi mamá tuvo una pareja colombiana, entonces ya yo había tenido como cercanías con algunas cosas de la cultura. De hecho, cuando yo estaba acá, cuando yo llegué, muchas palabras no me costaban, yo entendía muchas de las cosas que me querían decir porque después de lo que te dije, de esta pareja que tuvo mi mamá, yo en general soy muy curiosa y me gusta saber cómo dicen las cosas en otros lugares, me gusta entender otras culturas. Eso para mí es como muy importante. ¿Si mi opinión ha cambiado? Creo que no, no me gusta juzgar a las personas por una nacionalidad. O sea, yo creo que en todos lados hay gente buena, en todos lados hay gente mala, en todos lados hay gente empática, en todos lados hay gente apática. Creo que no es mi manera de ver a las personas. Como te dije, si hay variables culturales que siempre influyen en las personas, en sus tratos o en quizás como yo me exprese. Pero, no es como yo suelo conectar, por decirlo de alguna manera.
RLM: O sea que a nivel de sociedad, de cultura, de país, no hubo sorpresas para ti. Ya tú más o menos lo conocías. Y lo que te conseguiste al llegar era lo que tú pensabas que te iba a conseguir.
ST: Sí, más o menos, sí. O sea, lo único que sí te puedo decir que me sorprendió un poco es, bueno, una historia quizás un poco dramática. Yo terminé un día llorando en uno de esos famosos trancones que te conté. Era un día superimportante acá en Colombia, se celebra el día de velitas el ocho de diciembre, si la memoria no me falla. Yo iba en el autobús y ese día estaba supertriste por algo que me había ocurrido y me tardé muchísimo en llegar a mi casa, me tardé como dos horas y media. Y no era tan lejos, ese tramo yo —normalmente, con el trancón diario— lo hacía como en una hora quince y ese día me tardé dos horas y media. Claro, un día superimportante acá, todo el mundo se desplaza, la gente va a sitios públicos a prender sus velitas. Es una tradición bellísima, por cierto, a mí encanta. Yo estuve llorando en ese autobús las dos horas y media, y a mí lo que me impactó fue que nadie se me acercó a preguntarme qué me pasaba. Algo que quizás en Venezuela mínimo tres viejitas se acercaban a preguntarme: «¿qué te pasa? ¿por qué lloras?» y, claro, nadie me preguntó nada y eso a mí me sorprendió muchísimo. Y yo le digo a mi novio: «me impactó mucho que nadie se me acercó en ningún momento» y me dice: «bueno, aquí la gente es así, es un poco como más distante». Obviamente, es lo que te digo, no es algo malo ni bueno, son solo variables culturales. Y eso a mí me impactó muchísimo. Al igual que la otra vez me sucedió algo similar, no fue conmigo, sino que había una muchacha que ya estaba esperando el autobús en la parada que está más cerca de mi casa y la muchacha estaba llorando pero desconsolada. Lo que entendí un poco por lo que decía y lo que lloraba era que su papá había fallecido, o algo así. Y el único gesto que vi de alguien intentando apoyarla fue la señora de la venta de arepas —aquí en Bogotá es bastante común que hayan personas con puesticos en la calle vendiendo arepas— que le dio un agua y ya. Me acuerdo que, claro, aquí que pase el autobús es así como: «¡llegó el autobús! Hay que correr», y yo estaba así como muy pendiente, pero me acuerdo que tenía una mandarina en la cartera y yo le dije: «sé que estás muy triste, pero te prometo que todo va a estar bien», le di la mandarina y llegó el autobús y le dije: «perdona, quisiera quedarme más, pero llegó el autobús, me tengo que ir» Entonces, claro, creo que es una de las cosas que sí me ha marcado más. Pero, en términos generales, como tú dices, yo creo que yo sí estaba un poco más clara de con qué me estaba encontrando.
RLM: Estás diciendo dos cosas ahí que me llama la atención. Entonces, perdóname la ignorancia. ¿En Bogotá no hay metro? Solo autobús.
ST: No. Horrible. En Bogotá eso es un tema, incluso.
RLM: Pero, ¿tienen el TransMilenio?
ST: Correcto. Te cuento un poco. Por lo menos Medellín tiene metro. Entonces, eso es un tema incluso para los mismos colombianos, porque es muy común esa rivalidad paisa con esa rivalidad bogotana, porque Bogotá es la capital, pero las personas de Medellín sienten que en Medellín, de algún modo, hay como más desarrollo. Porque hay un metro, quizás por todas las dificultades que superaron posterior a toda esta época tan fuerte de los 80′, 90′ con el narcotráfico. También Medellín es como la cuna del emprendimiento, no en Colombia, sino básicamente de Latinoamérica. Entonces, hay muchas rivalidades y uno de los puntos que siempre sacan a relucir es el metro, porque, ¿cómo es posible que en la capital no haya metro y en una ciudad de la provincia —que obviamente es una de las ciudades más importantes del país, pero no es la capital— haya metro? Entonces, aquí no hay metro, aquí solamente está el TransMilenio y, por supuesto, el TransMilenio si bien tienes accesos de todos los lados de la ciudad, no es que en el cien por ciento de las calles tú tienes el TransMilenio. Igual que el metro, obviamente. También vive muchísima gente, o sea, Bogotá es una ciudad muy, muy, muy grande y el tema entre que el autobús puede tardar mucho por las trancones, más el TransMilenio a veces está demasiado lleno, que es casi que inhumanamente posible que tú puedas entrar ahí; la emoción de cuando llega el autobús y llegado vacío, es como: «¡sí!, tengo que irme aquí».
RLM: Claro, es muy importante. Me mencionaste otra cosa que nunca había escuchado. Mencionaste la fiesta de velitas, ¿qué es eso?
ST: Te cuento, las velitas es una tradición muy linda. En realidad, creo que el noventa y ocho por ciento de las fiestas en Colombia —de los días feriados— son festivos religiosos, son por temas católicos. Colombia es un país supercatólico. La gente aquí es muy, muy, muy católica, muy religiosa. Una de esas fechas es por el día de… ¡Uf! Perdónenme los colombianos que me estén escuchando, me da un poco vergüenza. Soy muy mala con este tema de temas religiosos, de fiestas, etcétera. Aquí la patrona es la Virgen de Chiquinquirá, pero no es el día de la Virgen de Chiquinquirá, creo que es como el día de la Virgen. Bueno, no me acuerdo. Perdónenme de verdad. El punto es que la tradición en realidad en lo que se basó es en que las personas prenden velas de distintos colores y escriben (o cuando prenden las velitas) dejan como sus intenciones con estas velas. Entonces, claro, se supone que cada color de vela tiene un significado. Yo, por lo menos, lo que he tratado de hacer, no sé si lo he hecho del todo bien, es que trato de asociar alguna de mis intenciones con el color de la vela. Entonces, bueno, tú aprovechas para pedir por tu familia, que no les falte salud, prosperidad… También hay como una parte muy importante de pedir por la tranquilidad. No solo por la paz del entorno, sino por tu tranquilidad. Entonces, es una fiesta donde básicamente eso es lo que tú haces. La gente se reúne en familia, prende sus velitas y con esa prendida de velitas, pone sus intenciones para lo que quiere que venga de aquí a las próximas velitas. Tú pones tus intenciones en lo que quieras que venga para ese momento.
RLM: Prácticamente al final del año, te permite ir reflexionando…
ST: Sí, además que también viene un poco como con el tema de las novenas —aquí se celebran las novenas—, que son como unas series de misas que van como antes de la llegada a la navidad. Diciembre está muy lleno de fiestas acá. Pero, por lo menos, eso de velitas es una tradición que a mí me encanta y, de hecho, desde que yo estoy acá he intentado hacerla en estos varios diciembres que ya llevo acá, porque sí me gusta y yo creo que una de las cosas que uno debe tratar de hacer es como adaptar algunas tradiciones del lugar donde tú estás. Eso para mí yo creo que es muy, muy, muy importante.
RLM: Ya vamos a volver a hablar de esas tradiciones, pero, antes de eso, yo entiendo que tú no trabajas exactamente en la definición más tradicional de un internacionalista, en una embajada, en una cancillería, sino que trabajas con organizaciones internacionales. Trabajas concretamente con una organización de cooperación internacional, de impacto social y de emprendimiento social. Y, a lo mejor lo estoy diciendo todo mal, tú me corriges, pero, cuéntanos un poco qué trabajo estás haciendo tú en Colombia. ¿Cómo llegaste a eso? ¿De qué se trata? ¿Qué impacto aspiras tener?
ST: Yo trabajo en una ONG internacional, que tiene presencia en, aproximadamente, noventa y tres países, es bastante grande. La verdad muchas cosas de mi vida han sido muchas casualidades. A mí me trae una compañera de la universidad, ella iba a pasar a otro programa y me dice si quería ser voluntaria de esta organización. Yo, en ese momento, acababa de salir de la universidad —ya había dejado mi (?) en la universidad por razones obvias, porque ya estaba saliendo—, y yo le digo: «sí, ¿por qué no? Mientras me sale un trabajo, por supuesto que sí». Obviamente mi búsqueda de empleo no estaba parando y así también me mantenía haciendo algo que me gustara y que también me diera algún tipo de experiencia. Resulta que, ella no me había dicho nada, pero era como una especie de test para ver si la que, en ese momento, era su jefa se sentía cómoda trabajando conmigo y si le gustaba la calidad de mi trabajo. Si estaba interesada, me quedaba. En efecto, pasó así. Yo no tenía ni idea. Yo estaba literal con mi mente de: «estoy haciendo un voluntariado, esto va a durar lo que tenga que durar. Me voy a disfrutar el proceso y seguiré adelante». Estuve con esta organización en Venezuela unos tres años. Me vengo para Colombia, a pesar de que esa era la oficina regional. Con «la oficina regional» me refiero a una oficina regional andina de la organización. Ahí se trabaja con Venezuela, Colombia, Perú y Bolivia. Yo lo que tenía en mente era igual seguir acá de manera voluntaria. A mí no me pudieron contratar acá porque en ese momento no había proyectos —puntualmente en Colombia— y ya todos los proyectos que estaban en los otros países ya tenían a quien asignar su proyecto. Entonces, bueno, yo sin problema. Obviamente superagradecida por la oportunidad. Cuando uno tiene ese primer trabajo que pues te sientes también bastante agradecido porque sin saber nada, alguien ve como algún potencial en ti.
RLM: Claro, y así no te paguen, ya es como una primera referencia en ese país que tú puedes poner en tu currículum.
ST: Exacto, porque además igual había trabajado con Colombia. O sea, estando desde Venezuela, yo igual estaba trabajando con Colombia, y todo queda muy bien. Igual quedo vinculada a la organización. Yo consigo un empleo acá y, obviamente, mis nexos con ellos se separan un poco. No por nada malo, sino porque obviamente yo estaba full-time en un lugar acá. No podía hacer las dos cosas a la vez, pero, igual en lo que yo podía yo apoyaba de manera voluntaria. Todo muy chévere. Luego, yo decido renunciar a este trabajo donde yo estaba acá, y paso como un año un poco intermitente, un poco como: «¿qué voy a hacer? ¿Qué quiero hacer?». Tuve algunos trabajos de consultoría, pero muy pequeños y muy puntuales. En ese momento intenté emprender, intenté crear una fundación con una muy querida amiga, justamente para apoyar a migrantes venezolanos, pero ella consiguió un empleo superdemandante. Y no era que yo no quería seguir llevando adelante lo que estamos tratando de construir, pero, honestamente, la metodología que íbamos a manejar era de ella, la que conocía todo, no había como tiempo para darme esa transferencia. Y además, claro, cuando tú estás emprendiendo, yo creo que no es como un trabajo tuyo solo. Yo también soy como supercreyente del trabajo en equipo. Entonces, claro, también si lo piensas en términos de lo que estamos tradicionalmente acostumbrados a escuchar, es que dos cabezas piensan mejor que una. Entonces, bueno, eso finalmente no salió, no era el momento. No pasa nada. Y ellos me vuelven a contactar el año pasado. Yo todavía estaba en mi momento de intermitencia, además había caído la pandemia. Se da un momento terrible para buscar empleo en la pandemia y ellos me vuelven a llamar. Ahí obviamente acepté, evidentemente. Y me puse a trabajar. Lo primero que estuve haciendo fue trabajando en la réplica de un proyecto que había comenzado en Europa, que buscaba apoyar esta red de emprendedores de la organización, buscaba apoyar a unos veinte alumnos más destacados, en re-adaptar o afinar sus estrategias de acuerdo a lo que había pasado con sus organizaciones a raíz de la pandemia. Ese fue el primer proyecto en el que me revinculé con la organización. Hoy en día estoy apoyando un poco más, como en el tema de alianzas estratégicas y de sacar adelante la oficina de acá. También, uno de los proyectos que queremos promover, es un proyecto bellísimo que busca apoyar a innovadores sociales que estén generando soluciones innovadoras de cara a la migración. Entonces, bueno, eso es como una de los de los proyectos grandes en los que estamos tratando de sacar adelante. Pero, sí, como te decía, básicamente la función en la que estoy trabajando acá es el tema de las alianzas estratégicas.
RLM: Cuando dices «visiones innovadoras de cara a la emigración», ¿es migrantes que llegan a Colombia? ¿Migrantes que se van? ¿Migrantes en otras partes de América Latina?
ST: Fíjate que lo interesante del programa es que ni siquiera tienen que ser migrantes en sí. Lo importante es que ya estén brindando soluciones a esas comunidades migrantes, porque puede ser en distintos nichos, puede ser en empleabilidad, puede ser quizá por su rol o propuestas que estén generando a nivel público, quizá en temas de salud. O sea, no salud en temas de derechos humanos, no es algo que esté cerrado, pero puede ser un mismo colombiano que esté generando algo espectacular y quizás algo muy innovador, que no se esté haciendo en el área de los desafíos que acarrea la migración.
RLM: Te entiendo. Y todo esto está pasando en una época muy interesante, porque primero es una transición para ti. Tienes dos años en Colombia y es verdad, no tienes un día, pero dos años es un período reciente en lo que es la vida profesional de una persona y la vida en general de una persona. De esos dos años, la mitad ha transcurrido en pandemia y, tengo que mencionarlo, porque como internacionalista tú estás viviendo en un país que pasó sesenta años de conflicto armado de guerra civil y que está en estos años recientes, de alguna forma, despertando todo eso y también reinventándose. ¿Cómo ha sido esa experiencia para ti?
ST: Pues muy interesante, por ejemplo, yo me asombré muchísimo de la cantidad de organismos multilaterales que hay acá, todas las oficinas de cooperación internacional que trabajan en Colombia que están acá. Pero, creo que también es como el pensar de la gente. O sea, incluso en temas de la conciencia, de lo que quieren a futuro para su país. Eso me ha parecido muy, muy, muy interesante. Obviamente, el tema del proceso de paz no es tan cuadrado como quizás los medios de comunicación expresan, todavía hay unos desafíos importantes en las regiones más hacia adentro de Colombia, la verdad hay mucho que construir en ese sentido, pero yo siento con las personas colombianas que he tenido la oportunidad de hablar, que tienen un poco más de mi edad, inicios de los treinta, o quizás treinta medios, cuarenta; sí es muy distinto el ambiente que se vive por lo menos en las ciudades. O sea, la gente creo que tiene una percepción de tranquilidad que quizás a veces tú como venezolano no tienes. Entonces, eso para mí ha sido como muy, muy, muy interesante.
RLM: Claro, y ya es una generación completamente distinta. Ya quiere otra cosa, otra época, otro amanecer.
ST: Incluso es una generación que tiene más confianza en el otro, porque, claro, por los múltiples conflictos que este país ha enfrentado —lo ves más que todo en personas mayores—, siempre hay como mucha desconfianza y, lo mismo, no lo estoy diciendo en el mal sentido, sino que creo que fue como un tema de auto-cuidado que surgió en esta época, de tantas dificultades que ellos vivieron. Entonces, incluso, como hasta esa brecha que se va creando entre esta generación que desarrolló su vida como adulto durante un conflicto armado tan duro, la gente que quizás sea un poquito mayor que yo e, incluso, los que vienen atrás, sí empiezas a ver como ya están las relaciones de confianza y ese tejido de puentes se va dando de una manera un poco más natural.
RLM: Saraís, si uno quiere saber más sobre tu trabajo, si se quiere involucrar de alguna manera, ¿cómo puede ser?
ST: Bueno, no sé si en la parte de abajo quizás puedas dejar mi LinkedIn y que la gente me escriba. También podemos dejar mi correo, el personal. Con toda confianza me pueden contactar por esas vías. Igual, yo siempre estoy como tratando de tejer esos puentes, de articular y viendo qué maneras de colaboración existe entre las personas que yo pueda ir conociendo por ahí. Así que, superabierta a recibir cualquier comentario por esas vías.
RLM: Perfecto. Bueno, Saraís Tineo en Bogotá, ¿principal aprendizaje que hasta ahora te ha dejado vivir en Colombia?
ST: Creo que son muchos, obviamente. Todo en la vida es una oportunidad o un aprendizaje. O sea, por muy mala o por muy momento-tierra que puedas tener —esto de los «momentos-tierra» lo escuché en otro podcast que me gusta mucho. Siempre hay como esos momentos-tierra que te da la vida, los momentos-tierra son como momentos duros—, siempre hay una oportunidad y un aprendizaje de todo. Entonces, creo que hay que tratar de quedarse con los aprendizajes y ver cómo tú lo llevas a otras áreas de tu vida. A veces no los ves en el momento, a veces los ves después. Y, también, creo que es un tema de… No arrepentirse de tus decisiones, porque quizás tú puedas pensar a veces: «de repente no tomé la mejor alternativa, pude tomar otra», pero sí tratar de sentirte en paz con tus decisiones. O sea, siempre va a haber alguien que te va a decir: «tomaste una decisión horrible, ¿por qué hiciste eso?», pero, yo creo que tú sí tienes que luchar y seguir adelante con eso que tú crees o que tú piensas que hiciste o que fue lo correcto para ti. Porque, quizás, lo que es correcto para Saraís, no es correcto para René. No me refiero a un correcto en sentido moral.
RLM: Si no en acertado, que te conviene, que te funcione.
ST: Exactamente, exactamente.
RLM: Pero, ¿tú volvería a vivir en Colombia si tú pudieras retroceder el tiempo y volver a tomar la decisión? ¿Vuelves al eje de Colombia?
ST: No lo sé. Es una pregunta complicada. No lo sé, porque la verdad nada de la vida está escrito en piedra y a veces tu dices una cosa y no pasa así. Si lo escogería honestamente no sé, o sea, yo creo que he tenido una buena experiencia, dentro de todo no me puedo quejar. Pero, la verdad, no lo sé. No quisiera quedarme encerrada en ese sí o no, porque es eso, no me arrepiento, pero creo que quizás si me hubiese tocado en otro lugar, también estaría feliz. Si las circunstancias nos hubiesen llevado a otro lugar.
RLM: Me faltó preguntarte por el tema que dejamos en el tintero: las tradiciones. Me dices que has explorado, tratado de conocer las tradiciones en Colombia y hablamos de las velitas. ¿Cuál es la tradición que más te ha llamado la atención? ¿Qué más te parece digna de mencionar o comentar?
ST: Ay, ya la dije, las velitas.
RLM: La velitas.
ST: De verdad me fascina, me parece superlindo. Me gusta eso, el tema de la intencionalidad. Pensar en esas intenciones y en esas cosas que tú quieras para ti y para los tuyos. Eso me gusta muchísimo. Quiero mencionar en tradiciones algo de la comida que me fascina, me encanta el ajiaco. El ajiaco es mi top de comidas colombianas. El ajiaco es una sopa que está hecha a base de caldo de pollo principalmente, pero también tiene, por ejemplo, crema de leche. La crema de leche se la pones cuando ya está lista y tiene papas, tiene alcaparras. Puede ser un poco fuerte para ciertas personas, porque el sabor de las alcaparras no todo el mundo le gusta, pero, digamos, podrían ser opcionales. Es algo que está dentro del plato, pero pues si no las quieres, no se las pones. El ajiaco tiene una hierbita bastante interesante que —perdóname otra vez, se me escapa el nombre, no me acuerdo cómo se llama la hierbita— es la que le da como ese sabor tan particular que no es como un simple chupe o sopa de pollo. Es bien interesante. De hecho, se dice que el ajiaco es como una sopa prehispánica de toda la época precolombina, es una sopa de muy, Muy larga data. Y los pancitos de bono me encantan también. El pancito de bono se hace a base de yuca y me parece increíble.
RLM: Aquí se consiguen, pero son brasileros.
ST: Ah, sí, sí, sí, sé cuáles son.
RLM: Bueno, amiga, excelente, Saraís. Agradecerte por haber conversado con nosotros, desearte mucho éxito en todo tu futuro en Colombia, ha sido un privilegio tenerte con nosotros
ST: Gracias, René.
RLM: Y agradecer también, entonces, a toda nuestra audiencia. Este ha sido el episodio noventa y tres de Los trabajos y los días. Nuestro sitio en Internet, los trabajosylosdías.com. Disponible en todas las aplicaciones para podcast, redes sociales @trabajosdias y, desde Toronto, les deseamos paz y salud.
/// ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS:
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes (o jueves) en www.lostrabajosylosdias.com y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
92 – Episodio Especial por el Solsticio de Diciembre – Entrega Conjunta con Emprendedor Today en Niwot, Colorado
21 de diciembre de 2020 Duración: 59min 20seg.
Marcamos el solsticio de Diciembre con una entrega conjunta entre LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS. y EmprendedorToday.com
Manuel Amaro nos cuenta el proceso mediante el cual está documentando la creación de su podcast y nosotros reconstruimos el proceso de creación de LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS. Adicionalmente comparamos recursos y equipos que se deben evaluar antes de crear un podcast.
René Mendizábal: Hoy es 21 diciembre, son las siete y cincuenta de la noche. Como ya es tradicional, nuestro episodio celebrando el solsticio de invierno. El episodio 92 de Los trabajos y los días, que también es un episodio conjunto con EmprendedorToday.com. Y para eso, hoy nos está acompañando Manuel Amaro desde Colorado. Manuel, bienvenido a Los trabajos y los días. Y gracias por invitarme a este episodio de EmprendedorToday.com.
Manuel Amaro: Con mucho gusto, René. Es un placer para mí acompañarte hoy. Fuiste una pieza primordial de EmprendedorToday.com, para los que están escuchando. Y, quiero darte la bienvenida también a este programa en… doble, ¿será? ¿Cómo lo llamamos? Esto nunca lo he hecho, pero está bueno el formato. Un formato muy interesante para EmprendedorToday. Estamos grabando, y, bueno; esto va a ser compartido con mi audiencia, con tu audiencia. Gracias por tu invitación, y gracias por la recepción a este ensayo que es algo que va a quedar bastante bonito.
RLM: Perfecto, Manuel. Bueno, feliz solsticio de invierno. Yo entiendo —y para contexto, o para beneficio de nuestra audiencia— que EmprendedorToday.com es un blog que comparte información, un portal web que comparte información sobre emprendimiento o marca personal, una cantidad de temas financieros, y para el momento que estamos grabando este podcast, tú estás desarrollando también el podcast EmprendedorToday. A lo mejor para el momento que publiquemos ya el podcast de EmprendedorToday va a estar al aire. Y yo entiendo que tú quieres documentar el proceso por el cual el podcast EmprendedorToday se está formando.
MA: Sí, correcto, René. Fíjate que una de las hipótesis que yo me planteé como concepto de plataforma era precisamente eso. ¿Cómo me diferencio yo —hablando de la marca personal— de todos esos recursos y todos esos, llamémoslos ‘gurús’, que están allá en la red, estableciéndose como autoridad en el área de desarrollo de negocios y emprendimientos personales, digitales, en línea? Y, en fin, yo a la conclusión a la que llegué es que yo voy a ser un ”test dummy”. ¿Sabes de esos muñecos que tienen en los carros para ver la efectividad de la seguridad del automóvil? Efectivamente, yo voy a hacer eso como EmprendedorToday, yo voy a estar compartiendo los éxitos, los fracasos. Yo tengo a prueba muchas herramientas y precisamente estoy documentando cada uno de esos procesos para enseñar a la gente qué es lo que deben hacer y qué es lo que no deben hacer, basado en mi experiencia personal. Porque, obviamente, tal vez a una persona le funciona una herramienta. Y así como estoy documentando ese proceso, todo este proceso de lanzamiento y prelanzamiento del podcast lo estoy documentando. Y es allí donde yo te dije, allí al inicio, en la introducción, que tú fuiste una pieza fundamental en esta etapa de mi proyecto de EmprendedorToday.com. Te doy las gracias nuevamente. ¿Cómo? Porque como yo te dije a ti —y tú dices muy humildemente: «no, nada que ver»—, yo te llamo a ti el maestro del sonido, el doctor del sonido. Este micrófono que está aquí —a los que van a estar viendo este episodio o este contenido en el canal de YouTube de EmprendedorToday—, este micrófono que está aquí fue recomendado por ese señor que está al otro lado de la pantalla, que se llama René Mendizábal, un maestro. Háblanos, René, de tu experiencia en podcasting, por decirlo así. Yo creía que el podcasting era una cosa que surgió hace más o menos diez, doce, máximo catorce años, de una manera u otra. Háblame tú de la realidad de podcastingdesde tu punto de vista. Y cómo fue tu experiencia como podcaster.
RLM: Yo llegué al podcast por necesidad. Inicialmente llegué a la radio en Venezuela, Radio A.M. Más o menos el año 2001, yo diría. Creo que fue a finales del año 2001. Con toda seguridad, a principios de 2002 ya estábamos haciendo radio, porque recuerdo que toda la locura del 11 abril de 2002 nos agarró en la estación de radio. Fue inicialmente un compañero de graduación, nos graduamos de Derecho en el año 2000. Había iniciado un programa de radio sobre consultas de derecho, el típico formato donde la gente llama y dice: «Doctor, me despidieron del trabajo, ¿cuánto me toca de liquidación?», o «me voy a divorciar, ¿cómo reparto los bienes», ese tipo de cosas.
MA: Para efectos de la gente que está fuera de Venezuela, hablamos de ese periodo de tiempo 2001/2002, de una inestabilidad política en Venezuela.No vamos a entrar en ese detalle, sino para que la gente sepa por qué estabas pasando por esa situación.
RLM: Sí. Fue muy turbulento. Nuestro programa era los sábados en la mañana, y me acuerdo porque el 11 fue un viernes, entonces el 12, o el 13 fue sábado. Así que, estábamos nosotros en la emisora y al aire cuando comenzó todo el desastre. Después de eso vino la famosa ley de contenidos, y nuestro programa, que ya se había transformado para el año 2004 en un programa de derechos humanos, fue uno de los primeros en salir del aire. Nosotros sabíamos que eso iba a pasar. Y en esa época estaba apareciendo la idea del podcast. Ya nosotros, como sabíamos que eso podía pasar, teníamos una página web, y poníamos las grabaciones del programa en formato MP3 en la página web, y ya.
MA: Estamos hablando de hace dieciocho años más o menos.
RLM: Un poquito menos, estamos hablando hace dieciséis, diecisiete años, más o menos; y ya estaba apareciendo la idea del podcast. Así que, para el momento en que nuestro programa lo cerraron ya era un podcast. No te puedo decir que haya sido el primer podcast en Venezuela, pero definitivamente fue el primero en Caracas. Porque en Barquisimeto apareció otro, semanas antes, semanas después. No sé exactamente cuándo, pero habíamos dos podcasts en Venezuela, uno en Barquisimeto y uno en Caracas. Y, al final de ese año ya había, no sé, quince podcasts en Venezuela.
MA: Guao, me entero. No sabía eso. De verdad que lo desconocía.
RLM: Nadie los escuchaba tampoco, porque era necesario tener un iPod, entonces muy poca gente tenía un iPod. Era una cosa que tú te comprabas cuando viajabas, de repente. Yo mismo no tenía un iPod. Yo hacía el podcast, tenía iTunes —que era gratis—, y no tuve un iPod. Pero fue nuestra manera de proteger la libertad de expresión. Eventualmente, fue solamente podcast, se llamaba “Tenemos derecho”. Estuvo al aire en forma de podcast hasta el año 2007/2008, finales de 2007. Y dejó de existir cuando emigramos a Canadá.
MA: Dejaron Caracas y se fueron a Toronto.
RLM: Nos fuimos ynos vinimos a Toronto. No había las posibilidades de comunicación que hay ahora. Hablar de derechos humanos en Venezuela desde fuera de Venezuela era más raro. Skype no lo usaba casi nadie, y realmente para estar en contacto con la realidad de otro país, tú tenías que estar en ese otro país. Era mucho más complicado. Aparte de los desafíos de la vida de un nuevo inmigrante. Tienes que conseguir trabajo, tienes que ver qué vas a estudiar, qué vas a hacer, cómo vas a vivir. Es una idea totalmente diferente durante tu primer año de inmigración. Así que, seguir con el podcast como tal no era una idea viable, o una idea que parecía tener sentido. La vida siguió y eso se quedó así. Pero se quedó en el tintero, se quedó en mi cabeza la idea de hacer podcast, porque me gustó mucho. Pero también era muy difícil. Los equipos eran muy caros, grabar desde tu casa era una cosa complicada. Empezó a convertirse en un espacio de gente que, o tenía un estudio, o grababa desde la radio. Pero, con los años, eso se ha ido desbaratando. Han aparecido otros recursos, la velocidad del internet es otra, y ya es mucho más fácil hacer un podcast.
MA: Adelantamos la película, en 2007…
RLM: En2007 murió mi podcast y se acabó. No volví a hacer nada de podcast, simplemente se quedó ahí como una cosa que ojalá la pueda hacer un día, pero ya. La vida siguió. Me dediqué a, como te digo, volver a estudiar aquí en este país, trabajar…
MA: ¿Estudiastederecho? Empezaste de cero como…
RLM: Tanto mi esposa como yo estudiamos derecho de nuevo, desde cero, desde introducción a derecho.
MA: O sea, que tú eres abogado dos veces.
RLM: Dos veces, sí. A la gente que está pensando vivir en Canadá, y le dicen que hay que estudiar derecho de nuevo: es verdad. Hay que volverlo a hacer. Bueno, pasa el tiempo, y por ahí en el año 2016, verano de 2016, sucede que me consigo por accidente un libro que se llama Los trabajos y los días, que es como se llama el podcast. Es un libro que escribió Hesíodo —es un poema épico— hace dos mil ochocientos años. Paralelo con Homero. Mientras Homero estaba escribiendo La Ilíada y La Odisea, Hesíodo estaba escribiendo Los trabajos y los días. Es un libro que tiene muchas intenciones, y que se trata de muchas cosas, pero el contexto dentro del cual sucede, es un contexto político, económico, social, en el cual Grecia está muy mal. La economía está muy mal. Hay incluso problemas de cambio climático, y la gente está emigrando muchísimo, y se están consiguiendo con problemas de adaptación, problemas de idioma, discriminación, empleo. En un contexto histórico, te puedo decir que Atenas era una ciudad donde había dos esclavos por cada habitante; es decir, el nivel de vida al que estaban acostumbrados era muy, muy alto. Nadie tenía que trabajar. Y les toca emigrar en la quiebra. Tienen que empezar a trabajar y no están acostumbrados a hacer eso, mucho menos a tomar trabajos de inmigrante. Entonces, Hesíodo escribe este libro para significar cómo vas a organizar el tiempo y el trabajo para que te vaya bien como inmigrante. Y por eso se llama Los trabajos y los días. Cómo es tu calendario, cómo va a ser tu rutina de trabajo para que te puedas adaptar. Y a mí me impresionó muchísimo, porque él está hablando de los mismos problemas…
MA: Hace dos mil ochocientos años. Los mismos problemas que está teniendo no solamente la población de Venezuela, que es uno de los grupos más nuevos, por decir, de la última década. Pero los problemas que ha tenido…
RLM: Todo el mundo.
MA: La humanidad en los últimos dos mil ochocientos años exactamente.
RLM: Hace dos mil ochocientos años eso ya era viejo. Hesíodo lo escribe, pero él también se está refiriendo a fuentes históricas. El tema de las migraciones ya para los griegos antiguos era un tema viejo, y era un tema conocido por los historiadores de ellos, de lo que ellos llamaban la antigüedad. Allá en la antigüedad. Me dejó muy impresionado. Y esa misma semana sucedió que yo estaba escuchando un podcast de Colombia. El podcast de Diana Uribe —que se trata Historia Universal—, y ella se estaba refiriendo justamente a la diáspora irlandesa, y hablaba de cómo los irlandeses se forman un gobierno en el exilio en los Estados Unidos, con un presidente en el exilio, un parlamento en el exilio. Y estaban ahí, en Nueva York, formando una comunidad muy grande, como “mientras tanto”, como esperando que cambiara la situación política y volver. Y no. Siguen en Nueva York, siguen en Canadá. Siguen en Argentina. En mil lugares del mundo, la diáspora irlandesa. En esa situación fueron naciendo los hijos, los nietos, los tataranietos, y ahí están los irlandeses, pues echaron raíces. Y también sucedió, esa misma semana —que salió el tema en las noticias, se puso muy de moda—, el tema de los venezolanos emigrantes a Suramérica en autobús. Se consideraba una cosa terrible que, comparado a los estándares de hoy por hoy, no era tan terrible, pero en aquel momento parecía el acabose. Y es verdad, es muy sacrificado irte a Suramérica en autobús, pero a mí me llamó la atención que nadie se preguntaba por qué existe el autobús, por qué hay una línea
MA: Por qué hay un autobús de Caracas a Lima, a Buenos Aires.
RLM: Exacto. ¿Cómo es posible que tú te puedes cruzar toda Sudamérica desde Caracas en autobús? Y es porque toda la vida había existido ese autobús para que los suramericanos se fueran a Venezuela como inmigrantes. Y eso es algo que nosotros, como sociedad, en Venezuela, nunca nos preocupó. Sencillamente llegaba un inmigrante y no le ibas a preguntar cómo llegó, o si llegó en autobús, o caminando o qué. Sino era: «bienvenido. Aquí tenemos petróleo, tenemos a la Miss Venezuela, el béisbol, la salsa, el merengue y todo es chévere. Así que, disfrútalo y ojalá que te vaya bien».
MA: Y el escocés importado.
RLM: Y el escocés. Pero no era un tema de preocupación para nuestra sociedad cuáles eran los problemas que había en América del Sur, las dictaduras en el Cono Sur, la inestabilidad económica en Ecuador, la guerra civil en Colombia. Nada de eso era nuestro problema. Simplemente tú llegaste. Tú vas a hacer un aporte a esta sociedad, ¿sí o no? Vas a ser un buen vecino, ¿sí o no? Pero hasta ahí. Todo eso me sucede la misma semana. Y yo digo: «bueno, los venezolanos necesitamos darnos cuenta que hay una narrativa diferente. O sea, no, no es nuevo, no es especial. No somos los protagonistas de ninguna historia, simplemente es una página muy pequeña de un libro muy grande de las migraciones que han existido durante toda la historia de la humanidad. Y esta vez nos tocó a nosotros, y nos va tocar aprender a hacerlo bien». Así que, si Hesíodo estuviera vivo en estos momentos, en vez de hacer un poema épico, seguramente estaría haciendo un podcast. Y yo venía conversando eso en un taxi con mi esposa, y me dice: «bueno, pero haz un podcast tú». Y sí, buena idea. Se va a llamar Los trabajos de los días. Vamos a darle continuación a lo que Hesíodo comenzó. Y eso fue en verano 2016. En ese momento empezó entonces un proceso de exploración. Yo tenía más de cuarenta años, ya tenía más paciencia en la vida y empecé a averiguar con mucho cuidado cómo quería darle un formato que fuera viable al podcast. Una cosa que no me pesara, qué equipos iba a necesitar, cómo lo iba a poder grabar para que quedara bien hecho. Así que pasaron varios meses hasta que compré finalmente los equipos. Luego pasó un buen tiempo de ensayos.
MA: ¿Cuáles fueron esos primeros equipos que compraste? Ya adentrándonos en el tema técnico del podcast, de los elementos esenciales, lo básico, y así vamos transcurriendo.
RLM: Bueno, vamos a hablar de los equipos y te voy a contar lo que no te había contado en nuestra primera conversación. El primer equipo más importante que tienes que tener es gratuito y ya tú lo tienes, que es una garganta y una voz. Ese es el equipo indispensable.
MA: Garganta y voz.
RLM: Sí, y lo tienes que conocer. Tu garganta es un instrumento musical. Tú tienes que conocer tu voz. Tienes que aceptar tu voz. Tienes que grabarla, escucharla, grabarla así sea en tu celular, pero en algún lugar. Y empezar a aceptar tu voz. Normalmente, a nosotros no nos gusta nuestra voz cuando la escuchamos grabada. Y uno tiene que aceptar la voz que tiene, sentirse cómodo, acostumbrarse a la voz que tiene para poder hacer un podcast, o hacer cualquier otra cosa. Eso toma un período de tiempo.
MA: Toma tiempo. A mí me está tomando tiempo y trabajo. Uno es el más arduo crítico de uno mismo.
RLM: A mí no me gusta mi voz, pero por lo menos ya la acepté. Ya me acostumbré.
MA: A mí me parece que tú tienes muy buena voz. O sea, yo te escucho, y no porque eres amigo, sino que te escucho y tú tienes una voz… De hecho, relaciono esta historia que acabas de contar, de Los trabajos y los días, de la historia griega de hace dos mil ochocientos años, de Homero o de todo ese contexto histórico, y te estoy escuchando, y cierro los ojos, y digo: «esta voz es la propia para contar esta historia». A mí no me pasa que yo me escucho y digo: «Manuel es el propio para esto». Pero eso no tiene nada que ver, porque eso te lo va a decir el mercado. Eso te lo va a decir la audiencia, la receptividad con la que te acepten. Porque uno es muy autocrítico. Y me alegra que toques eso como el primer punto, porque lo más importante —que yo enseño y lo que yo le digo a la gente que EmprendedorToday— es: échale pichón.
RLM: Claro. Yo ya me acostumbré, ya la acepté. Sigue sin gustarme, pero es lo que hay. Así que con esa voz es que vamos a trabajar y ya me siento cómodo escuchando mi voz y trabajando con ella. El segundo equipo que necesitas también lo tienes ya, y es la habitación en la que vas a trabajar. Esa habitación la tienes que conocer, la tienes que entender, y tienes que darte cuenta que cuando empiezas a grabar tu podcast tú no vas a tener una fuente de sonido. Tú tienes siete fuentes de sonido, como mínimo. Tu voz, el piso, el techo y las cuatro paredes. De esos siete lugares está saliendo sonido, cada vez que tú hablas está reflejando tu voz contra el piso, el techo, las cuatro paredes, y todo eso va a entrar en tu micrófono. Así que, es importante gritar dentro de la habitación que elegiste para utilizar. Hay gente que graba en su cocina, en su closet, en su baño, en la sala de su casa; donde pueda grabar. Pero es importante elegir bien la habitación que vas a usar dentro de tu casa y entenderla. Saber cuáles son los puntos débiles, los puntos más ruidosos. Estar consciente que tú tienes una salida de aire acondicionado, a lo mejor una nevera que se prende, un lavaplatos que va a estar funcionando…
MA: Perro que ladra.
RLM: Un perro que te ladra.
MA: Un bebé que llora.
RLM: Bebé que te llora. Todas esas cosas que suceden dentro de una casa y la dinámica de la vida familiar va a suceder, y eso es importante que tú lo grabes, y que tú lo escuches, y que sepas cómo lo vas a controlar muchísimo antes de llegar al primer episodio de tu podcast.
MA: Me estoy riendo porque me estoy acordando cuando tú me dijiste: «Manuel, ¿y qué piso tienes tú?», «bueno, tengo un piso de madera y todo eso…», y me dijiste: «Manuel, yo creo que a ti te sale encerrarte en el clóset, poner unas alfombras, unos tapetes». Y suena absurdo, pero es muy válido porque una cabina de sonido puede ser un espacio como una cabina de teléfono de esas como en Londres, de las antiguas, donde estás completamente hermético a los sonidos afuera, y lo mejor que puedes hacer. Y hay maneras de hacer eso con trampas con la almohada. Hoy por hoy venden…
RLM: Cortinas.
MA: …aislamiento de sonido aquíalrededor del micrófono. Este screen… ¿cómo se dice en castellano?
RLM: Nunca he sabido cómo se le dice en castellano, pero es como goma espuma que va…
MA: Es una goma espuma que está por encima del micrófono.
RLM: Que sirve para atenuar la letra ‘p’, la pronunciación de la letra ‘p’, pero también aísla un poquito el aire. Ayuda a que a tu micrófono entre sonido, pero que no entre aire. Tú no quieres aire dentro del micrófono, sino lo que quieres es sonido, nada más. Por eso, para los que nos están viendo en video, los micrófonos están un poquito en diagonal. Porque tú quieres que la voz, la columna de aire que sale de tu boca pase cerca del micrófono, pero que no entre totalmente al micrófono. Ese es el segundo. Entonces, el tercer equipo que tienes que considerar es ese, el micrófono. Y aquí vino una disyuntiva muy grande que le sucede muchísimo a la gente que va a empezar un podcast. Y me sucedió a mí, lo puedo contar con propiedad porque a mí me sucedió y boté la plata. Tú entras a una tienda de electrónicos y dices: «quiero un micrófono porque voy a hacer un podcast». Y te dicen: «aquí hay un micrófono condensador». Normalmente te van a ofrecer un Blue Yeti si vas a una tienda de electrónicos, si vas a una tienda de música, te van a ofrecer los audio technica, condensadores. Esos son micrófonos que suenan muy bien, que registran con una gran belleza todas las complicaciones en la garganta, los instrumentos musicales, las guitarras, etcétera. Pero son tan sensibles que a lo mejor no son adecuados para un podcast. ¿Por qué? Porque si hay un gato maullando en la casa de tu vecino, ese micrófono es tan sensible que lo va a registrar. Y ahí ya tienes una fuente de ruido. Si el motor de la nevera arranca, ese micrófono lo va a registrar. Y se llama condensador porque él va a condensar todas las fuentes de sonido como si estuvieran todas juntas frente al micrófono. Por eso lo puedes usar para grabar un piano y todas las cuerdas del piano van a sonar como si estuvieran cerca. Puedes grabar una coral, y todo el mundo va a sonar como si estuvieran cerca del micrófono. Es para eso. Es para grabar música e instrumentos musicales, y para hacerlo dentro de un estudio donde las paredes están tratadas, tienen goma espuma, madera, cortinas, tela. Lo que tú quieras, pero superficies blandas y corrugadas que…
MA: Que absorben, absorben la onda de sonido.
RLM: Que absorben el eco, y sencillamente lo anulan completamente dentro.
MA: Tú lo sabes, que yo soy culpable de eso, yo tengo el…
RLM: Todos somos culpables.
MA: Casi todos cometemos ese error y son caros, son caros esos micrófonos.
RLM: Esos micrófonos son más caros, por cierto. Suelen lucir muy bien, entonces tú… Además, si estás pensando en tener un canal de YouTube, junto con el podcast o como parte de esos micrófonos, se ven superchéveres. Entonces, uno está todavía más tentado a comprarlo. Pero te van a dar muchísimos dolores de cabeza en materia de sonido. Entonces, tu producto de sonido o te va a salir muy mal o te va a exigir muchísima postproducción para que te quedes más o menos bien. Porque vas a estar grabando demasiadas cosas que tú no querías grabar. Es más recomendable y más económico un micrófono dinámico.
MA: Un micrófono dinámico. Explícame aquí para el público qué es un micrófono dinámico.
RLM: Bueno, ¿tú te acuerdas de los teléfonos grises que utilizábamos cuando éramos chiquitos, que tenías marcar los números uno por uno con un disco?
MA: El radial.
RLM: Bueno, dentro de la bocina de ese teléfono hay un micrófono a base de carbón que tiene más de cien años de inventado. Eso es un micrófono dinámico, y ese es un micrófono con muy poca sensibilidad, que solamente captura sonido hacia un sonido que está muy cerca. Si tú estás a dos o tres metros de micrófono dinámico, no va a capturar ese sonido o lo va a capturar muy, muy bajito, con muy poco volumen. Lo que está más cerca va a tener más volumen. Lo que está más lejos va a tener menos volumen. Proporcionalmente a la distancia. Entonces, si tú hablas cerca al micrófono, como lo estamos haciendo tú y yo, nada más por ese efecto de cercanía, ya tú estás eliminando la mayoría de los ruidos que hay en la casa. Para contexto, yo estoy hablando contigo y mi casa está en Toronto. Es invierno. La calefacción de la casa está prendida, está sonando y la tengo a un metro.
MA: Aquí estoy yo igual, yo lo estoy escuchando, y seguramente, y porque ya he hecho la prueba, aquí no lo va a captar.
RLM: No lo va a captar. A mi mano izquierda está la ventana, tengo una autopista de seis canales aquí cerca de la casa. Y a mi mano derecha está la nevera y hasta el lavaplatos andando. Todo eso está pasando mientras nosotros estamos grabando. Entonces, el oyente será juez de decirnos si el micrófono dinámico aísla esos ruidos o no.
MA: ¿Cuál es el rango de precios de micrófonos dinámicos? Porque me imagino que hay unos económicos y unos caros, pero…
RLM: Entre veinte dólares y cuatro mil dólares, para todos los gustos. Los que tú y yo estamos utilizando, que es el Shure SM7B, cuesta más o menos unos quinientos dólares americanos. Eso si lo quieres comprar nuevo. Lo bueno es que es una tecnología tan vieja, tan estable. El año que viene no va a salir un modelo nuevo, y hace veinte años que no sale un modelo nuevo y en veinte años tampoco va a salir un modelo nuevo. Es lo mismo. Entonces él mantiene su valor.
MA: Pero hay opciones válidas, mucho más económicas en el rango de, ¿qué? Sesenta, ochenta, noventa dólares, ¿no?
RLM: Amazon tiene micrófonos dinámicos de veinte dólares, de Amazon Basics. Que no son malos, pero no son el Shure. Y te voy a explicar más o menos las diferencias. Todo micrófono, nada más por el hecho de estar prendido, genera algo de ruido. Y hay micrófonos que están diseñados y calibrados para compensar ese ruido, otros que no. Luego hay micrófonos dinámicos, un poco más sensibles, y un poco menos sensibles. Tú quieres que tu micrófono dinámico sea muy poco sensible porque quieres que capture única y exclusivamente tu voz. Luego, este micrófono que tú y yo estamos utilizando tiene aislamiento electromagnético. Quiere decir que, si tú tienes una computadora cerca, un teléfono celular cerca, eso no va a interferir en tu grabación. Hay otros micrófonos que no tienen ese tipo de aislamiento y tú vas a tener que ingeniártelas de otra manera para que el celular no esté tan cerca. Por ejemplo, para que la computadora no esté tan cerca, y no tengas esa interferencia electromagnética en tu micrófono. Te puedo decir que el arquetípico micrófono promedio —que es excelente y que no es tan caro— es el Shure SM58.
MA: SM58.
RLM: Todos los micrófonos dinámicos de alguna manera parten de ese modelo y dice me voy a diferenciar del SM58 en esto, y me voy a parecer en lo otro. Pero, parte de ahí. Porque ese es el clásico. Es el típico micrófono de bolita, el micrófono de rockero. Que si tú vas ahorita a YouTube y te buscas cualquier concierto de rock, lo que los vocalistas están utilizando es un Shure SM58, lo vas a reconocer inmediatamente. Un micrófono que te va a costar menos de ochenta dólares americanos. Es indestructible. Tú vas a ver bandas de punk pegándole a los amplificadores con ese micrófono…
MA: Y no le hace ni cosquillas.
RLM: No pasa nada, no pasa nada. Le puedes pasar un camión por encima. No pasa nada. No hay ningún problema. No va a pasar nada. Es absolutamente indestructible, es un tanque. Es un micrófono que tiene una capacidad para rechazar el ruido increíble, especialmente el ruido lateral, y el ruido que le viene atrás, porque ahí es donde los concertistas tienen los monitores, que son unos altavoces enormes. El micrófono está diseñado para rechazar precisamente la música que viene de esos monitores. Y tú vas a ver rockeros que están en un estadio con ochenta mil fanáticos gritando, y el micrófono perfecto. Está rechazando el ruido de ochenta mil personas gritando. En tu casa no vas a tener ochenta mil personas gritando, e independientemente de lo hostil que el ambiente pueda ser, es un micrófono relativamente accesible, que tampoco va a cambiar de valor mucho el día que ya tú no quieres hacer un podcast, o que ya ese micrófono no te interesa. Tú lo pones en venta y lo vas a vender, más o menos, por el mismo precio que tú pagaste. Eso es bueno porque no se te va a convertir en basura electrónica dentro de unos meses. Como te puede pasar…
MA: Preserva y conserva su valor.
RLM: Preserva y conserva su valor porque es un equipo profesional. Hay gente que vive de eso y lo van a querer comprar en muchísimos países. Una cosa que tú puedes hacer es ir a una tienda de instrumentos musicales o ir a tiendas de fotografía, y tú puedes alquilar equipos de audio profesional, como los micrófonos, y como las grabadoras de las que vamos a hablar en unos segundos. Eso te permite a ti probar cuál es el micrófono que más te conviene, porque no todos los micrófonos están ecualizados igual. El Shure SM58 tiene la característica de que son micrófonos sin ecualización. Ellos son completamente flat y entregan el sonido exactamente igual a como se produjo. Pero hay otros micrófonos de acuerdo a las marcas que tienen distintas formas de ecualización. Por ejemplo, los micrófonos audio technica son micrófonos japoneses y están hechos para el público japonés. Y el público japonés, en cuanto a radio, prefiere un sonido más nasal. Entonces, esos micrófonos tienen una ecualización diferente, porque así le gusta a la gente en Japón. No tienen nada de malo. Es que así le gusta al público.
MA: Qué interesante.En la tecnología está inculcada la antropología.
RLM: Hay cuestiones culturales. Los micrófonos dinámicos son muy populares en la radio en Norteamérica, yo diría en el continente americano en general, especialmente el Shure y los Electro Boys. Pero si tú ves la radio en Europa, ellos utilizan lo que se llama micrófonos Shotgun, que son unos tubitos larguitos. De hecho, son micrófonos condensadores, pero son dramáticamente unidireccionales. Y es lo que es más común ver en las radios europeas. Suenan un poco diferente, tienen otra textura; es lo que le gusta al público de allá. Es la cultura que se ha desarrollado allá. En Japón, como te decía, es diferente.
MA: En Latinoamérica, en el continente americano, ¿qué es lo que gusta?
RLM: El Shure SM58 lo vas a ver en prácticamente cualquier emisora. Hay otras emisoras ya más grandes. Por ejemplo, si tú ves, de nuestros compatriotas venezolanos, RCR (que tiene muchísima programación en video), ellos están utilizando Electrovoice RE-20. Que es similar en precio y en características al Shure que estamos utilizando tú y yo. Un poquito más aparatoso. O sea, se ve como más de radio.
MA: Más de estudio, sí.
RLM: Es más de estudio. Una cosa como intimidante, enorme, gigantesca, que realmente parece que vas a decir una cosa importantísima con ese micrófono. Suena muy parecido, es casi imperceptible la diferencia de sonido y del precio. El precio es prácticamente idéntico. Pero, sí, es un micrófono muy, muy, muy de radio. Y muy de radio A.M, de hecho. De radio de la de antes. Y suena muy bien, suena muy bien para voz. Tú no quieres ese micrófono para grabar una guitarra, un piano, etc. Para eso quieres un micrófono condensador. Y fíjate…
MA: En el espacio correcto.
RLM: En el espacio correcto. Tú te vas a conseguir, porque me lo vas a decir, me vas a decir: «mira, pero hay emisoras, como NPR en los Estados Unidos, que utiliza micrófonos condensadores en todo y suena buenísimo». Sí, es verdad, pero muchísimos de los estudios de NPR, primero compraron un micrófono, luego contrataron el arquitecto, y el arquitecto diseñó el edificio alrededor del micrófono. Porque querían usar ese micrófono y ese sonido. Y hay otra cosa, es el formato de tu programa, el formato de tu podcast. Si tú vas a ser una sola persona en tu habitación, y tienes las paredes correctas, a lo mejor un micrófono condensador te perdona. Yo igual te diría que no, pero a lo mejor te perdona. Si vas a tener dos o tres personas en la misma habitación, y cada uno va a tener un micrófono condensador, la cantidad de ruido que se va a filtrar en cada uno de los micrófonos es una pesadilla. Y, de todas maneras, vas a pagar más dinero. Yo no lo recomendaría. Si vas a estar haciendo llamadas telefónicas es otra historia. Si tu podcast se trata de viajar, por ejemplo, y tú vas a estar yendo a visitar a tus invitados en vez de tenerlos por teléfono, o ellos venir a verte a ti, un micrófono como el Shure SM7B, a mí me parece un micrófono encantador, pero no está hecho realmente para que los saques de la casa. Porque, como puedes ver en el video, tiene cablecitos, periquitos y cositas.
MA: Que son delicados.
RLM: Son delicados. Un micrófono para que lo dejes donde está y no lo toques nunca más.
MA: Tú me asustaste cuando yo me venía de viaje para Colorado de Houston, hace unos cuantos meses. Me dijiste: «Manuel, cuídalo». Y me lo traje en la caja original, con toda la protección que traía. Lo metí en una maleta, le metí sábanas y lo protegí como no tienes una idea. Y bueno, al final volví a viajar a Texas, y luego nos mudamos para acá. Ha hecho tres viajes, pero lo mantengo, lo protejo.
RLM: Lo tienes quetratar con muchísimo cuidado. Tú no vas a ver un periodista —de esos periodistas que están esperando a que salga el presidente para preguntarle una cosa—, corriendo con un micrófono de esos. Van a estar con un micrófono dinámico, manual, como el SM58, o cualquier otro parecido. Que lo tienes en la mano, sales corriendo, si se te cae al piso…
MA: No pasa nada.
RLM: No pasa absolutamente nada, ni te preocupas, porque no va a pasar absolutamente nada. Entonces, si tú piensas viajar todos los días, o vas a ir a visitar a tus invitados, por ejemplo, también tienes que tomar eso en cuenta a la hora de elegir tus equipos. No te vas a comprar las cosas más grandes y más aparatosas, ¿no? O si vas a grabar a la gente. Por ejemplo, yo escucho un programa que se reúnen en un café, y están grabando a la persona en un café donde hay gente hablando, hay más ruido, etcétera. Tú quieres un micrófono realmente unidireccional, porque si no vas a tener muchísimos, muchísimos inconvenientes. Entonces, otra reflexión muy importante antes de comprar los equipos es cuál va a ser el formato de tu programa y por qué, y cómo ese formato es viable para ti. Te doy mi caso, yo elegí hacer un formato en el que es: un anfitrión, que soy yo, y un invitado vía teléfono, siempre va a ser vía Zoom, vía Skype, o WhatsApp, lo que tú quieras. Pero vía remota, porque yo sé que en mi casa no tengo espacio para recibir un invitado, porque sé…
MA: Yhoy por hoy, menos, ¿no?
RLM: Hoy por hoy, menos. Y, además, porque la diáspora venezolana está regada por el mundo, entonces yo no tengo dinero, ni la posibilidad de viajar por el mundo a entrevistar a la gente, ni darles un pasaje para que ellos vengan a Toronto. Así que siempre va a ser por teléfono o por internet. La estructura de mi programa es que yo voy a estar en mi casa solo, y voy a tener una persona que va a llegar a través de internet. Pero yo no estoy pensando que voy a tener ocho panelistas en cada episodio, de los cuales dos son expresidentes de su país, dos se ganaron el Premio Nobel, y los otros cuatro escribieron un libro, porque yo no tengo la capacidad de preproducción para crear ese tipo de episodio. Pero en CNN a lo mejor lo ves todos los días. También tiene que ser una cosa que tú sepas que la vas a poder hacer para que te quede bien. Eso en cuanto a micrófono. Pero el micrófono se conecta con algo.
MA: Ok. Entonces hemos hablado de: 1. garganta y voz, 2. el espacio o la habitación —porque eso refleja el sonido de tu garganta y tu voz—, 3. el micrófono. Y coincidimos que el dinámico, para este formato de podcast, por ejemplo, el tuyo y el mío, definitivamente un dinámico. Y hay modelos económicos como el SM58 de Shure.
RLM: Sí, sí.Y los hay más baratos, los hay incluso más baratos. Yo conozco a gente que los ha comprado, les ha ido a veces bien…
MA: Porque los puedes comprar usados, como dijiste tú, ¿no?
RLM: Lo más inteligente es que los alquiles. Alquílate todos los modelos que tú quieras por unos días y los vas probando. Vas viendo con cuál tú te sientes más cómodo, cuál se lleva mejor con tu voz, cuál se lleva mejor con tu habitación, y te hace sentir a ti que te va a ir más chévere. Y los puedes alquilar. Lo devuelves, lo alquilas, lo devuelves. No hay ningún problema.
MA: Qué profesional ese comentario que haces, René, cuando tú eres un profesional, cómo te tienes que convertir un fanático de tus herramientas de trabajo, ¿no? Y el micrófono, que es el que hay que capta y transmite tu voz, cómo tienes que estudiarlo y sentirte cómodo. Lo que decías al principio: escúchate, grábate y siéntete cómodo con eso, porque…
RLM: Tienes que acostumbrarte.
MA: … tienes que estar cómodo tanto con tu voz como con la producción de tu voz con el micrófono.
RLM: Como te decía, la garganta es un instrumento musical. El micrófono también es un instrumento musical. Y tú tienes que practicar. Tienes que aprender a usarlo. Y decir: «ok. De esta manera este micrófono a mí me…
MA: Me funciona.
RLM: …resulta. Me resulta a mí, y a otra persona a lo mejor no le va a resultar igual. Utilizando el mismo micrófono o con la misma técnica».
MA: Vamos a pasar el número cuatro que decías, dónde se conecta el micrófono.
RLM: Ok. El micrófono se conecta a dos cosas: primero se va a conectar a un sitio donde tú estás grabando, que en muchos casos es tu computadora. Y para eso vas a utilizar un interfaz. O sea, si te vas a comprar un micrófono profesional, esos micrófonos no son USB. No se pueden conectar al puerto USB de tu computadora. Entonces, necesitas un interfaz, que es un aparatito que tiene un conector XLR por un lado y un conector USB por el otro. Normalmente, tienen una salida de audífonos, que es muy importante para que tú escuches lo que estás haciendo. Y pueden tener entradas para micrófonos adicionales o para una línea de teléfono, una línea de guitarra, lo que sea. Y de eso también hay desde treinta dólares hasta varios miles de dólares, dependiendo de lo que tú quieras. Creo que uno de los más populares es el Focusrite Scarlett. No es con el que yo empecé. Yo comencé con uno muy comparable. Van a grabar muy bien, muy por encima la calidad de un disco compacto. Pero —y aquí viene el gran pero— depende de que tu computadora te funcione bien. Si tu computadora se va guindar en medio de una grabación, si tu computadora va a tener el ventilador funcionando, si va estar realizando correos electrónicos, te van a llegar notificaciones de las redes sociales…
MA: Ahorita me acaban de llegar dos o tres notificaciones de WhatsApp que lo hicimos… o sea, cuando estábamos corriendo por el checklist: apaga allá, prende aquí, cámara prendida, audio encendido, bajé todos los browsers, cerré todo, apagué el teléfono, dejé una ventanilla abierta y entraron tres… No sé si tú los escuchaste, pero yo los escuché.
RLM: No, no, yo no los escuché.
MA: Y tuve quesalir de esta pantalla, que la tengo con una iluminación como creo que es apropiada, y tuve que salir de la pantalla blanca para ir al browser y apagarlo. Cosas que te pasan y cosas como esas te pueden pasar en grabaciones muy importantes.
RLM: No, Manuel, no es que te pueden pasar, te prometo que te van a pasar. ¿Y sabes cuándo te van a pasar? Cuando tengas esa entrevista que tienes meses tratando de convencer a la persona que te de la entrevista, y por fin te dice que sí. Ese es el día que ese tipo de inconvenientes te van a pasar. Por eso necesitas tener un plan B. Esa es la razón. Además, en medio de esa grabación que siempre quisiste hacer, se te va a ir la luz. Se te va a ir la luz, se te va a apagar la computadora, y hasta ahí llegó tu grabación. Por eso yo prefiero utilizar una grabadora externa, una grabadora de periodista. Este episodio lo estamos grabando con una Zoom H4 del lado tuyo, y del lado mío, una Zoom L8 que son en materia de preamplificador. Son exactamente iguales. Son diferentes en la forma como se ven externamente. Pero es sencillamente un aparato donde tú conectas tu micrófono y él graba el sonido en una tarjeta SD que está dentro de la grabadora. Ahí se está viendo el video.
MA: Para los que van a estar viendo el video, yo estoy grabando…, porque uno emula antes de innovar. Y yo estoy emulando todo lo que me dijo el señor con el que estoy hablando, que es René Mendizábal. Aquí está la grabadora Zoom. Y te digo que el sonido es espectacular, parece un instrumento de los años… un equipo de los años 60. No sé.
RLM: Es que más o menos eso. Déjala en cámara un segundo, por favor, Manuel, para los que están en video. Esa es una grabadora que tiene dos entradas de micrófono en la parte de abajo.
MA: Aquí abajo. Aquí está una y aquí está la otra.
RLM: Y aquí está la número dos. En la número dos tú puedes meter una línea de teléfono, si tú quieres, porque es lo que llaman un Combo Jack. Ahí tú puedes entrar un cable de línea que es un cable de guitarra. Y en la parte de arriba tiene dos micrófonos.
MA: Que son estos que están aquí.
RLM: Que se hicieron para grabar una entrevista, por ejemplo, estás en…
MA: A lo reportero yo te estaría grabando así, ¿no?
RLM: Al estilo reportero, exacto.
MA: «Epa, René, habla». Tácata.
RLM: Y si tú estás en un avión, esa grabadora te cabe en un bolsillo. Y cuando estás montado en el avión, te conseguiste que está Mick Jagger en el avión y lo quieres entrevistar. Sacas la Zoom y lo entrevistaste. Perfecto. No hay ningún problema. Si quieres conectarlo a un micrófono externo, como estamos haciendo hoy, mucho mejor. Pero si no, si dejaste el micrófono en la casa, bueno, ella tiene dos micrófonos, lo que te permite entonces grabar en dos canales separados dos voces estando en la calle, sin ninguna clase de problema. Tiene baterías y se puede conectar a electricidad. Quiere decir que, si tú estás grabando y se fue la luz, no importa, tú sigue grabando.
MA: Tiene un backup.
RLM: Tienes las baterías, no pasa absolutamente nada. Y lo único que esa máquina hace es grabar el sonido. Entonces, no se va a guindar, el software es el que es, no le va a caer un virus, no tiene un ventilador, no hace ninguna clase de ruidos, su operación es silenciosa. Cuando toca los botones no suena, está hecha de goma.
MA: Es otro tractor. Es un arma para la guerra.
RLM: Sí, sí. Los reporteros de guerra se la llevan a la guerra. Tú la vas a ver cuando tú veas los noticieros que están en la calle entrevistando a gente y tienen el micrófono, el reportero, y qué sé yo, la cámara; vas a ver que en el bolsillo tienen una Zoom H4 o una Zoom H5 a lo sumo, porque es un equipo para que te lo lleves a la calle, y le des patadas y golpes y no importa. Así que, si tus bebés en la casa la agarran y se ponen a jugar, tranquilo, no va a pasar absolutamente nada. Y cuando terminas de grabar, sacas la tarjeta SD que está ahí, que tiene espacio de sobra para lo que tú quieres grabar. Una tarjeta SD normal va a poder con 60 horas de grabación ininterrumpida. La pones en tu computadora o la conectas con un puerto de USD. Moviste tu audio a la computadora, y ahí haces tu postproducción. Hay otra pieza muy importante de equipo que no es cara, pero hay que saberla comprar, que son los audífonos. Tú necesitas audífonos porque tú tienes que oír lo que estás haciendo. Tienes que oír cuando estás grabando, y tienes que oír cuando vas a editar. Y no puedes contar con los altavoces de tu celular, o con los altavoces de tu computadora. O sea, hacer algo sin audífonos es el equivalente a que un diseñador gráfico te diga que va a trabajar sin monitor en la computadora, que te lo va a hacer de memoria.
MA: ¡Quémetáfora! Esa fue una… y recuerdo porque aquí tengo… que te acuerdas que yo tenía… Déjame desconectarlos, aquí los tengo. Ahorita están muy de moda todos estos Skullcandy y todas estas cosas. Yo aquí tengo los Bose, que también tienen micrófono. Y yo me acuerdo que tú me dijiste: «ni se te ocurra».
RLM: Y te voy a explicar por qué. Los audífonos que cancelan ruido son excelentes para escuchar la música, porque cancelan el ruido externo. Y yo también los usé. Yo también tenía unos Bose. Y tienen un problema y es que te engañan. Te cancelan el ruido afuera y entonces tú crees que no hay ruido. Tú crees que lograste un ambiente muy bueno y estás grabando toda clase de ruidos. Los audífonos ideales ni siquiera son los que tengo yo, sino los que tienes tú, los AKG, que son los audífonos de estudio. Eso los llaman audífonos de referencia, que no son para nada caros. Son mucho más baratos que los audífonos normales de consumidor, pero son unos audífonos que, primero, son muy cómodos; segundo, no aíslan el ruido en absoluto. Si hay ruido en la habitación, te va a entrar.
MA: Yo estoy escuchando las puertas arriba, que están caminando, el aire acondicionado, lo estoy escuchando todo.
RLM: Exacto. Y eso tú lo necesitas porque tú tienes que oír la habitación. Esos audífonos no tienen ningún tipo de ecualización. Son totalmente flat, también. Así que tú escuchas el sonido como es. Escuchas la grabación tal como ella es. Los audífonos que yo tengo, los audio technica… No me acuerdo. AMX, whatever. A mí me gustan mucho porque se cierran muy bien y aíslan un poco el exterior, porque yo los uso para viajar en el metro. Pero en realidad están ecualizados como para escuchar rock. Los Bosenormalmente están ecualizados para escuchar jazz, porque es el tipo de gente que los va a comprar. Los mejores son los que tienes tú, para grabar y editar un podcast, son audífonos totalmente fieles al sonido original. Y que si hay ruidos te van a permitir darte cuenta que hay ruido, y además son muy cómodos porque están pensados para un sonidista que está ocho, diez, catorce horas en un estudio con unos audífonos en la cabeza. Entonces son realmente muy cómodos, muy livianos. Pero si los vas a usar para escuchar música de metro, los vas a sentir un poco desabridos, porque no tiene ninguna ecualización y no aíslan el ruido. Entonces, tú no te los vas a llevar a la calle. Porque no, no son entretenidos para eso. No vas a disfrutar tu música como a ti te gusta. Pero, para esta idea de podcast, tú tienes los audífonos más indicados. Después que grabaste todo, lo tienes que editar en algún lugar. Normalmente quieres eliminar algunos ruiditos, ecualizar, subirles el volumen a algunas cosas, bajarles a otras. Si tiene a varias personas hablando, quieres que todas tengan el mismo volumen, porque tú no quieres que el oyente tenga que subir y bajar el volumen todo el tiempo.
MA: ¿Y cuál es la herramienta que se utiliza para esto?
RLM: Mira, para eso hay una herramienta que se llama Audacity, que es un software OpenSource, lo bajas gratis de internet, tiene un poquito de maña para que lo instales, pero lo vas a lograr instalar.
MA: Pero si lo estoy utilizando yo, lo puede utilizar cualquiera.
RLM: Lo puede utilizar cualquiera. Y hay muchísimo material en YouTube. Hay muchos tutoriales de cómo usarlo y cómo resolver problemas. Y te permite hacer algo que es vital, que también Zoom te permite hacerlo, que es que tú puedes grabar a cada persona que está participando de podcast en una pista separada (léase, en un archivo separado). Tú quieres grabar a cada persona por separado porque eso te permite eliminar los ruidos que se están dando en el ambiente que cada una de esas personas está. Si dos personas están hablando una encima de la otra, tú puedes jugar con eso. A lo mejor borras algo, le bajas el volumen al otro, etcétera. Eso es muy importante. Hay millones de tutoriales en YouTube. No me voy a explayar en esto por razón del tiempo, pero esa noción es vital. Y si tú estás pensando en hacer un podcast, es muy importante que aprendas cómo se hace. Te va a tomar cinco minutos aprender cómo se hace. Después que te das cuenta cómo es, es sencillo. Si tú todavía no has comprado los equipos, no te has decidido, es muy probable que tú tengas en tu casa un celular. Y si tú tienes un celular, un teléfono inteligente, hay una app que es gratuita también y te permite publicar tu podcast de manera gratuita, que se llama Anchor.FM.Muy completa, muy interesante. Por supuesto, si es gratis es porque el producto eres tú. Pero es gratis. Te permite iniciar un podcast sin pagar nada. Te permite grabar directo en el celular y el efecto de cercanía lo haces porque te pones el teléfono en la oreja y hablas con el teléfono en tu oreja, y así tienes el micrófono cerca. Y tú grabas, editas, y publicas el podcast desde esa app en tu celular. No es lo más profesional que hay. Tú vas a querer crecer de eso a otra cosa, pero puedes comenzar por ahí. O puedes grabar en tu computadora, editar en Audacity y luego lo llevas a Anchor, y también estás publicando gratis. No hay ninguna clase de problema. De paso, el concepto del podcast se ha liberalizado muchísimo. Hoy por hoy, yo he visto gente que graba una entrevista en Zoom —que es otra herramienta que se ha hecho vital a partir de 2020.
MA: Que la estamos utilizando hoy.
RLM: La estamos utilizando hoy. En Zoom puedes grabar una entrevista, Zoom te va a entregar un archivo de video, o un archivo de audio ya mezclado, un master y te mandará otro archivo separado por cada voz que participó en la llamada de Zoom, que tú puedes editar y ecualizar de manera independiente. Porque cada voz va a requerir una ecualización diferente si tú la quieres tratar con la relevancia y el respeto que se merece. Y si la gente está participando en materia remota, pues de forma remota cada habitación también tiene un desafío diferente. Entonces tú tienes que trabajar el ruido y la ecualización de forma separada, de forma diferente. Eso te toma cinco o diez minutos por cada persona. No es una cosa del otro mundo, pero requiere un poquito de sensibilidad y unos audífonos para que te des cuenta de lo que está pasando. Puedes hacerlo perfectamente en Audacity. Hay herramientas un poquito más avanzadas que te van a hacer ese trabajo más sencillo, más rápido, pero en Audacity definitivamente se puede hacer. Yo he escuchado podcasts excelentes hechos con Audacity y no hay problema. Si tú tienes una Mac, por casualidad, ya tu computadora Mac tiene un programa que se llama GarageBand, que es gratis. Vino en tu computadora, que también lo puedes usar para un podcast. Yo prefiero Audacity, pero GarageBand está ahí. Lo he usado, he editado varios episodios con GarageBand y va a servir, dependiendo del formato. Si tú eres una persona sola, hay una app excelente para el celular que se llama Bossjock que yo la probé en el…
MA: ¿Cómo se deletrea?
RLM: B o s s j o c k. Bossjock. En 2016 costaba como 12 dólares. Sinceramente, yo no la he vuelto a revisar, pero graba muy bien a una sola persona. Muy, muy bien. Desde el celular. Entonces, con los audifonitos blancos que tiene el celular, solo enchufas y abres Bossjock, y vas a grabar una cosa bastante buena si es una sola persona.
MA: ¿Y lo graba en qué formato?
RLM: El que tú quieras. Te da todas las opciones que tú quieras. Si lo vas a grabar en Zoom, que es muy conveniente porque te permite tener un acceso global a invitados, y a coanfitriones, como estamos tú, yo, etcétera. Una forma ideal de hacerlo es que tú te grabas tú, con los equipos que ya hablamos, te estás grabando tú en casa y a tus invitados los estás grabando en Zoom. En el caso de este episodio, para contexto, cada uno de nosotros se está grabando con sus equipos dedicados en su casa. Manuel está en Colorado, yo estoy en Toronto. Cada uno se está grabando. Este audio después lo vamos a mezclar y estamos utilizando Zoom a los fines de crear el video y de tener un backup del audio, pero no vamos a usar el audio que nos va a dar Zoom. Es utilizable, es bueno, pero no es tan chévere como esto.
MA: Sabes que mi técnico audiovisual quedó impresionado. La primera vez que grabé se me olvidó hacer los ajustes en los settings de Zoom, y no grabó. O sea, si tú agarras Zoom y no lo configuras bien, no te graba en alta definición. Me dijo: «Manuel, tienes que regrabar ese audio porque quedó malo con la grabación de Zoom». Hay que distinguir entre Zoom, la plataforma de videoconferencias: con Zoom, la grabadora. Pero, con la grabadora, me dijo: «Manuel, nunca había escuchado de esa máquina, pero eso es fenomenal. O sea, eso es lo más nítido, lo más crisp que yo he escuchado». Entré a Zoom, reconfiguré, le hice click…, porque estaba aprendiendo yo también, es una herramienta nueva, a pesar de que tenía tiempo utilizando, ahora me he tenido que meter más a aprender sobre los detalles específicos de cómo optimizarla. Lo optimicé. Y cuando le di el audio, me dice: «Manuel, para efectos del output, donde va a escuchar la gente el podcast, lo que te está dando Zoom es más que suficiente». Claro, porque lo trabaja también en una suite de sonido profesional o semiprofesional…
RLM: Lo ecualiza un poquito.
MA: … Entonces, no tengo que utilizar el esto. Esto me está quedando como backup. La grabación de audio solo en la grabadora profesional Zoom. No en la grabadora de la videoconferencia.
RLM: Por supuesto, cuando tú grabas, cuando tú le dices a Zoom que te permita utilizar el audio original, puedes grabar un sonido de muy buena calidad. Un video de muy buena calidad. Sí lo puedes hacer, con el riesgo de que lo que estás trasmitiendo por internet se puede degenerar. Y a mí me ha pasado. Entonces, yo sigo prefiriendo que grabes en tu tarjeta de SD, en tu grabadora extra…
MA: No, eso yo no lo dejo.
RLM: Eso hace muy difícil que te quede mal. Hace muy, muy, muy difícil. De hecho, cuando tú ves esas entrevistas en televisión donde una persona está, no sé, en CNN, en Atlanta y la otra está en Nueva York, y parece que están teniendo esa videollamada que se ve tan nítida y tan perfecta, ellos están hablando por teléfono, pero cada uno se está grabando en video de alta definición en su estudio, y cada uno está grabando su audio en su estudio, y después se mezcla. Tú dices: «guao, pero es que el satélite que esta gente tiene es increíble, ¿cómo hacen?».
MA: No.
RLM: No, no es así. No es magia, es maña.
MA: Maña.
RLM: Es maña.
MA: Es un proceso que ya lo tienen…, o sea, funciona así de la mejor manera, y así lo tienen y lo aplican.
RLM: Y funciona superbién. Funciona superbién. Entonces, esa es la manera que te va a dar menos dolores de cabeza. No es que no lo puedes hacer con Zoom, sí lo puedes hacer con Zoom. Y, por cierto, la configuración que tiene Zoom no suena tan bonito, pero toma en cuenta que, en Zoom, hay unos ingenieros que les pagan una millonada para que configuren esos canales, de manera que tú puedas mover la voz más inteligible posible en la menor cantidad de bits posible. Está muy bien calibrado, muy bien ecualizado para que la voz se entienda. No suena como si estuvieras en la radio FM, pero se entiende totalmente lo que la otra persona te está diciendo. Y eso también es esencial, porque tú vas a hacer un podcast para transmitir un mensaje.
MA: A través de la voz y tiene que ser nítida.
RLM: Tú puedes tener la mejor voz del mundo, los mejores equipos del mundo, puedes tener el mejor sonido del mundo, los mejores todos, pero si no tienes un mensaje que transmitir, entonces, ¿para qué? ¿Para qué existe tu podcast?, o ¿por qué existe tu podcast? Por eso es tan importante el proceso de reflexión al principio: ¿qué voy a hacer? ¿Por qué lo voy a hacer? ¿Para qué lo voy a hacer? ¿A quién va dirigido? ¿Y por qué a mí me va a gustar? Porque a fin de cuentas tiene que ser algo que tú lo oigas. Y te guste. Eso va a ser lo más importante, porque ya este año se llegó a un millón de podcasts disponibles.
MA: Que increíble. Increíble el crecimiento que ha tenido la plataforma.
RLM: Es un crecimiento enorme. Tengo un millón de opciones disponibles, yo necesito un argumento muy sólido de por qué la tuya es la que yo tengo que elegir. Porque, a fin de cuentas, puedo escuchar un podcast a la vez. Y en promedio, escucho dos al día, pero no más de eso. Esa parte a mí me parece fundamental. De última, la audiencia. Mira, tú no tienes que estar pensando en una audiencia de dos millones de personas. Si la tienes, gracias a Dios tienes dos millones de personas. Si a ti te siguen veinte personas a la semana, bueno, pues, fantástico. Piensa que si tuvieras veinte personas que venían a tu casa todos los domingos a escucharte a ti, vas a sentir que eres un líder. Si vienen cuarenta personas todos los domingos a tu casa, tu vecino va a decir que tienes un culto.
MA: Un culto.
RLM: Y si son sesenta ya van a creer que…
MA: Tienes una secta.
RLM: … tienes un partido político. Así que si tienes cincuenta o sesenta personas que oigan tu podcast, estás enviándole un mensaje a un grupo de gente que de alguna manera se ve representado en lo que tú estás haciendo, y que lógicamente no estás escuchando lo mismo en la BBC o en Radio Francia. Lo está encontrando es en tu podcast. Y eso eventualmente puede crecer en cantidad, pero también puede crecer en calidad. Puede crecer en la calidad del diálogo que tú tienes con la gente que estás hablando, de la comunidad que tú estás creando. Y en Los trabajos y los días, nosotros sabemos que no va a ser un podcast que va a mover millones de personas, porque es realmente una expresión de contracultura. Estamos yéndonos en contra de todo, la concepción tradicional, el cliché, de lo que es lo más popular. Pero, vamos poco a poco creando una comunidad de gente que se conectan entre sí, se están conociendo entre sí. Hay gente que ha conseguido trabajo gracias a que participó en Los trabajos y los días, gente que la han promovido en su trabajo gracias a que participó en Los trabajos de los días, gente que encontró unas oportunidades, nuevas ideas. Gente como un Manuel Amaro, que está haciendo su podcast y se está dando la oportunidad de esta conexión, y eso es muy valioso. Y para nada tenemos un millón de oyentes, y no creo que vaya a suceder, pero estás haciendo cosas que son más importantes que tener un millón de dólares. Y eso también puede ser muy valioso, muy satisfactorio, si tú te vas a convertir en un podcaster.
MA: Qué excelente manera de finalizar el programa, René. Nada de lo que yo vaya a agregar va a ser ‘sumativo’. Así que me callo, y me voy a despedir dándote un millón de gracias por este espacio. Nos dedicaste casi una hora, si no más.
RLM: Tiempo bien invertido, Manuel. Agradecerte, saludar a toda la audiencia de EmprendedorToday.com,y agradecer a la audiencia de Los trabajos y los días. Este podcast, entonces, va a estar disponible en ambas plataformas: EmprendedorToday.com y Lostrabajosylosdías.com. Recordarles que Los trabajos y los días es un servicio público que conecta a los venezolanos globales. Y, entonces, desde Niwot, Colorado, se despide Manuel Amaro. En Toronto, Bruno Mendizábal en los efectos caniculares, Gabriela Martínez en la profundidad sonora, y René Mendizábal les desea paz y salud.
/// ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS:
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes (o jueves) en www.lostrabajosylosdias.com y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).