
TEMPORADA 13 – LA SERIE DEL AUTOEMPLEO – Episodio 86: Yohan Brando en Concepción, Chile; Persistir hasta encontrar el lugar correcto.
27 de octubre de 2020 Duración: 27min 06seg.
Yohan aprendió el oficio de Chef en Panamá. Luego se mudó a Perú para organizar la reunificacion familiar. Acualmente opera una «dark kitchen» con su hermano en Concepción, al centro de Chile. Si quieres saber mas sobre el trabajo de Yohan sigue sus cuentas de Facebook e Instagram como @attatakisushi
///
Transcripción:
Yohan Brando: Veníamos de Perú. Estuvimos allá viviendo ocho meses y no nos gustó mucho. Decidimos arriesgarnos y venirnos acá a Chile a probar, y gracias a Dios nos ha ido bien. O sea, por lo menos nos sentimos bien, que es lo más importante. La gente es muy amable, la verdad hay mucha más recepción para el inmigrante. Por lo menos el venezolano. El trato es muy bueno. La gente acá, mira, te abren las puertas de su casa. La gente aquí… nada que decir, realmente. Tenemos amigos que desde que llegamos siempre han estado pendientes de nosotros. Pero, o sea, la verdad no lo vivimos estando en Perú, ni tampoco en Panamá, que también ahí vivimos un tiempo, y eso ha sido lo que más nos ha gustado de acá de Chile. Igual, las oportunidades de trabajo…
René Mendizábal: Yo entiendo, Yohan. Aunque tú has pasado por Panamá, por Perú, ahora por Chile, no es algo que has hecho solo, sino que estás llegando también con tu familia, no solamente esposa e hijos, sino la familia extendida, también.
YB: La familia…
RLM: Hermanos, mamá, etcétera. Cuéntame un poco eso.
YB: Yo llego con mi esposa en Panamá. Decidimos irnos a Perú como en función de reagruparnos. Llegamos a Perú como al mes, llegó mi hermana, llegó mi mamá, y estuvimos allí probando. Montamos un negocio de hamburguesas, no nos fue tan bien, y en vista de, pues, decidimos emprender a Chile, porque sí estuve un tiempo buscando trabajo, y la verdad… Las puertas se cerraban mucho más de lo normal, por el tema de que, en la gastronomía, pues el peruano es un poco cerrado. Y bueno, no, yo le dije a mi esposa, lo conversé con ella: vamos a probar a Chile. Le dije a mi mamá que íbamos a emprender este viaje para probar, igual con la intención de que ellos se vinieran después. Que no sé, no están con nosotros aún por todo este tema de la pandemia que se ha complicado. Pero, esos son los planes, en realidad.
RLM: Esos son los planes. Yo entiendo, entonces, ¿trabajaste con comida en Perú? ¿Eso es algo que ya había sucedido también en Panamá? Conversando contigo previamente, me decías que tú aprendiste el oficio de chef en los años que viviste en Panamá.
YB: En Panamá, sí, correcto.
RLM: ¿Y cómo fue ese proceso?
YB: Bueno, yo llegué a Perú y comencé a trabajar en un hotel que se llama Ramada Plaza, en una cadena de hoteles. Ahí comencé como garçon, mesonero. Estuve un año trabajando. Luego, la verdad, el mesonero está muy inmiscuido con lo que es el tema del servicio, igual tiene que saber cómo se elaboran los platos, los alimentos, para poder dar un buen servicio al cliente. Entonces, me inmiscuí tanto que me llamó la atención, y le pedí al dueño del hotel (que igual él trabajaba ahí todos los días) que si me daba la oportunidad de entrar en la cocina, que quería aprender más. Y, mira, me dijo que sí, que no había problema. Ahí comencé en la cocina. La verdad, de los compañeros de trabajo nada que decir, siempre estuvieron abiertos a enseñar. La experiencia fue de verdad bastante nutritiva. Aprendí muchísimo. Igual estuve en el área de la coctelería y traté de nutrirme en el tiempo que estuve ahí de tal manera de que se volviera una profesión. Y así lo hice. De hecho, he estudiado bastante sobre la gastronomía, y a eso me he dedicado. Me gusta porque me apasiona, y también me gusta que la gente sienta que lo que están consumiendo está bien hecho. Que les guste. Eso me llena mucho.
RLM: Bueno, Yohan, entonces se elige Concepción en Chile. Y eso me da curiosidad, porque es normal elegir Chile, irse a Santiago, que es lo que es la referencia que todo el mundo tiene. Pero, cuando te quieres ir a la provincia, ¿cómo eliges? ¿Cómo te conectas? ¿Con qué parte de la provincia? Entonces, ¿cómo eligen ustedes Concepción?
YB: Yo creo que, por lo mismo, porque como siempre el inmigrante, o por lo menos en su mayoría, buscan las capitales, nosotros no queríamos eso. Por lo mismo, porque ya como veníamos de dos países en los cuales habíamos vivido en la capital, ya sabíamos que, como hay tanta migración a las capitales, pues hay menos oportunidades de trabajo. Entonces, queríamos probar esta vez en venirnos acá a Chile, pero irnos a una región que no fuese Santiago, a ver qué tal nos iba. Igual, un amigo fue el que nos contó de cómo era Concepción, y nos convenció. Nosotros igual estudiamos sobre Concepción, nos pareció bien, y nos vinimos para acá.
RLM: Para beneficio de nuestra audiencia global, todos tenemos una idea de cómo puede ser Santiago. ¿Cómo es Concepción? Si yo llego a Concepción mañana, ¿qué me voy a encontrar? Si quiero vivir ahí, ¿cómo va a ser?
YB: Concepción realmente es una ciudad muy tranquila, todo queda cerca. Lo que más nos gusta de aquí es que si se tiene que hacer un trámite de migración, tomas una micro y en 5 minutos está en el centro. Si tienes que ir al hospital, si tienes que ir al mercado; todo está cerca y eso nos gusta. Igual para lo que estamos haciendo, nos es bastante cómodo. Estamos trabajando con esto del sushi, pues nos parece bastante cómodo porque todo nos queda cerca.
RLM: Bueno, entonces, nos interesa hablar de lo que justamente me acabas de tocar, el tema de sushi. Yo entiendo que tu hermano Marco y tú iniciaron un negocio de sushi. No es un restaurante donde yo puedo ir y sentarme de manera tradicional, sino que la comida la tengo que ordenar y ustedes me la van a mandar. Cuéntame cómo surge ese negocio, ¿cómo les ha ido y en qué consiste?
YB: Bueno, a raíz de todo lo que ha pasado, pues lo de la pandemia y eso, mi hermano y yo nos quedamos sin trabajo, y comenzamos a buscar a ver en qué podíamos emprender. Él me dijo a mí: “mira, Yohan, a ti te gusta la cocina, eres bueno en lo que haces, ¿qué podemos hacer?”. Yo le dije: “mira, voy a hacer sushi, probémoslo a ver qué tal”. Bueno, así fue. Un día hicimos sushi, y la verdad nos gustó, nos quedó bastante bien para ser la primera vez. Por lo menos, yo trabajaba con sushi, porque yo había hecho alguna vez, pero nada como para profesionalizarlo. Entonces, lo hicimos ese día, nos gustó, y ahí comenzamos a perfeccionarlo, poco a poco, claramente. Comenzamos a ofrecerlo por las redes sociales, comenzamos a estudiar todo este tema de este concepto de negocio que se llama Dark Kitchen, que es como una cocina fantasma. Donde no atiendes público como tal, no tiene mesas donde dar un servicio directo, sino que por las redes sociales tú ofreces tu producto, y pues tienen que llevárselo a la puerta de los clientes. Nos parecía bastante práctico, y así comenzamos, y acá vamos.
RLM: Ok, entonces déjame ver si te estoy entendiendo, un Dark Kitchen es un negocio en el cual yo me entero del restaurante a través de redes sociales, ahí es donde sucede el mercadeo; luego, me imagino que a través de las apps normales de delivery de comida, allí ordeno, y entonces tú le envías la comida al cliente, y así se hizo la venta. Y eso es todo. El cliente jamás va a venir a tu restaurante.
YB: Exactamente, nosotros tenemos nuestro propio delivery. Igual nosotros contratamos a una agencia delivery, porque a veces tenemos muchos pedidos. Nosotros comenzamos con una moto, después no nos dábamos abasto porque teníamos muchos pedidos, y nos tocó buscar pues esta opción de esta agencia de delivery, y la verdad nos ha funcionado bastante bien. A nosotros nos contactan por las redes sociales, y ahí mismo pues comenzamos a hablar con la persona, se le envía la carta, la persona la ve, escoge lo que quiere consumir, y mira, en 30 minutos estamos entregando su pedido en la puerta de su casa.
RLM: Cuando dices que se le envía la carta es que, si se la envías por correo electrónico, por ejemplo.
YB: Nosotros trabajamos más que todo por WhatsApp. O sea, nosotros captamos los clientes, ya sea por Instagram, Facebook, y en esa plataforma nosotros ahí le colocamos un link el cual los envía a nuestro WhatsApp, y ahí nosotros comenzamos a hablar con el cliente como tal, a enviarle nuestra carta digital. Ellos la revisan, pues hacen su pedido, nos envían su ubicación, todo el tema, su nombre… Entonces, ya va quedando un registro de cada cliente, y mira, a la gente le ha gustado, y ya tenemos, gracias a Dios, suficientes clientes como para decir que hay trabajo arduo todos los días.
RLM: Eso es una cosa muy importante, porque me dices que hay muchos pedidos, hay muchos clientes, hay trabajo fuerte todos los días. Eso es una buena noticia. Me alegro bastante de saber que eso es así, Yohan. Cuéntame una cosa entonces, veo que existe ese interés por ser emprendedor, ese interés por autoemplearse ya desde los tiempos que estaban en Perú; y ahora en Chile, ustedes se emplearon, los dos se emplearon, pero vieron la pandemia, perdieron los trabajos y lo primero que hicieron fue: “Ok, vamos a iniciar un negocio”.
YB: Así es.
RLM: Bajo un esquema bastante moderno, porque muchísimos de los costos y problemas logísticos que un restaurante tiene desaparecen en este negocio, se enfocan exclusivamente en cocinar y vender, pero no hay el tema de atender al cliente dentro de tu local. ¿Cuáles vienen a ser o cuáles han sido para ustedes los principales desafíos? Los principales problemas de ser autoempleado.
YB: Yo creo que problemas como tal, no. Yo creo que nosotros comenzamos, y poco a poco hemos ido mejorando en tema logístico, igual con las redes sociales. Hemos colocado mucho empeño en ese tema, porque obviamente nosotros no estamos físicamente como un restaurante, así que nosotros tenemos que buscar de captar a las personas por las redes sociales, y ahí hay que colocarle bastante tiempo. Como comenzamos mi hermano y yo, nos costaba un poco dedicar tiempo a las redes sociales a la misma vez. Mi hermano se encarga de lo que es el tema de los proveedores, yo de cocinar. Entonces, al comienzo era eso, la falta un poco de tiempo. Pero nos hemos ido acomodando. Ya tenemos ayuda en ese tema de las redes sociales. Yo creo que eso puede ser como al comienzo lo que nos costó un poco, cómo adaptar los tiempos para poder prestarle atención a las redes sociales, igual a la calidad del producto, que yo pienso que es lo fundamental. Pero así, problemas como tal, no.
RLM: Pero te escucho decir entonces que la organización del tiempo fue un problema porque tú te quieres concentrar, si estás cocinando, pues tienes que cocinar, pero al final del día las redes sociales son fundamentales porque ese es tu único canal de mercadeo. Alguien lo tiene que hacer y alguien lo tiene que hacer en un horario determinado para que pueda funcionar. Eso es un detallazo. Es un problema bastante interesante para tener y para resolver. Y me da curiosidad otra cosa, porque cuando ustedes estaban empleados —y esto es fundamental para un inmigrante—, tú tienes que tener tus ingresos. En todas partes te van a preguntar dónde trabajas y cuánto ganas. Esas son preguntas ineludibles cuando te conviertes en autoempleado. Entonces, ¿cómo lo manejas? ¿Cómo te pagas el sueldo? ¿Quién te lo paga? ¿Cómo fijas tu sueldo? ¿Cuándo decides cuánto es que tú vas ganar?
YB: Nosotros ahorita la verdad es que estamos… Nosotros nos pagamos un sueldo, claramente, pero estamos más enfocados en hacer crecer esto que comenzamos porque le vemos, la verdad, futuro. Más que todo en la satisfacción de ver que a los clientes les gusta el producto, nos recomiendan. Entonces, se ve que hay un producto que está gustando y que puede crecer, entonces, no nos enfocamos tanto por ahora en cómo fijarnos un sueldo, pero sabemos que es un sacrificio que va a valer la pena más adelante. Nos estamos enfocando en la estructura, en el tema de mercadeo, en el tema de marketing igual, de las redes sociales. En eso estamos enfocados. Igual nos va bien. Pero estamos más enfocados como en esa línea. El sueldo… nos fijamos un sueldo, pero igual no tan alto porque queremos más meterle a lo que te digo: a las redes sociales, a la infraestructura, a los delivery, porque a veces no hacen falta delivery. Entonces, estamos buscando la manera de adquirir otros vehículos para poder llevar los alimentos a las casas de nuestros clientes. Entonces, estamos como más enfocados en eso.
RLM: Muy bien. El horario de trabajo, ¿quién te pone el horario de trabajo? ¿Cuántas horas al día trabajas? ¿Cómo se decide eso?
YB: Mira, desde el comienzo sabíamos que era un trabajo arduo y, para que rindiera frutos, sabíamos que teníamos que trabajar más que para otra persona. O sea, ahora que somos autoempleados nosotros, pues la verdad es que lo entendemos así, creo que lo más correcto. Si tú estás emprendiendo un negocio, tienes que esforzarte el triple, y si un emprendimiento yo creo que vale la pena si es tuyo. Nosotros nos paramos a las ocho de la mañana, y a veces son las once de la noche y todavía estamos trabajando. Pero, yo creo que es un esfuerzo que se puede hacer, porque estamos empezando. Más adelante, no sé, ya habrá tiempo de descansar un poco más. Pero, yo creo que por ahora está bien así, o sea, que nos esforcemos el triple, porque igual es algo de nosotros por lo cual estamos sobreviviendo, ahorita que, con este tema de la pandemia, pues no hay muchas oportunidades de trabajo.
RLM: Y ustedes no tienen trabajo. Entonces, tu día arranca a las ocho de la mañana, y normalmente a las once de la noche todavía están bregando. ¿Cuántos días a la semana estás trabajando?
Yohan Brando: [00:19:26] Mira, estamos trabajando todos los días, todos los días.
RLM: Ok, entonces, son como unas catorce, quince horas al día, en promedio siete días a la semana.
Yohan Brando: Sí, es que, mira, yo creo que cuando uno empieza un negocio hay que ponerle… Bueno, por lo menos este trabajo, igual demanda bastante esfuerzo, y por eso lo hacemos, porque igual lo demanda, y como estamos empezando, creemos que es necesario. O sea, igual nos sentimos bien porque estamos haciendo lo que nos gusta. Mi hermano se encarga del área administrativa, de los proveedores y yo me encargo de lo que es la preparación de las comidas. Igual, pues, hay que limpiar, hay que hacer muchas cosas, pero nos gusta lo que hacemos y por eso lo disfrutamos. Yo creo que, si uno hace lo que le gusta, tú sabes que no te pesa tanto el trabajo. A veces uno sí se siente agotado, pero uno al ver que le está rindiendo frutos, pues uno lo sigue haciendo feliz de la vida.
René Mendizábal: Bueno, y se nota que no te pesa, porque, quiero compartir entonces con nuestra audiencia, estamos hablando por vídeo en este momento, Yohan y yo, y me está recibiendo a medianoche de un sábado, y está con una sonrisa en la cara, y una cara de satisfacción que, definitivamente, no la tendría si hubieras trabajado catorce horas en un negocio que no es tuyo, ¿no?
YB: Es gratificante pues, porque uno tiene como esas ganas de emprender algo, y ahora que se dio, que comenzamos con esto del sushi, y está rindiendo frutos. Hay que seguir y pues mantener una sonrisa, y trabajar duro para que siga creciendo, pienso yo.
RLM: Bueno, Yohan, ya pasaste por tres países: Panamá, Perú, ahora Chile, Concepción, ya tienes dos años. ¿Cuál es la lección más importante que te ha quedado a ti de este tránsito por estos tres países, en dos de los cuales has sido autoempleado?
YB: Que si tú te sientes bien donde estás, tienes que pensarlo para saltar a otro lado. Porque, cuando estábamos en Panamá, el irnos a Perú, otra cultura, otro estilo de vida, nos pegó bastante. Yo creo que el haber pasado por estos países nos deja como enseñanza de que tienes que pensar bien las cosas antes de decir: “voy a volver a emigrar”. O sea, por lo menos estudiar bien el tema o el país a donde te vas a ir. Porque en verdad nos pegó mucho cuando nos fuimos a Perú, y no nos gustó, y después, bueno, gracias a Dios nos vinimos para acá para Chile. Igual fue una decisión fuerte porque, pues, saltar de un país a otro, decidir irte a otro país, igual es difícil porque no sabes qué te va a tocar, qué circunstancia vas a vivir. Pero bueno, gracias a Dios vinimos para acá, y nos sentimos muy bien, felices con las personas y las amistades que hemos logrado conseguir aquí. Y no, superbién. Pero, eso, como que estudiar bien cuando decidan emigrar para correr menos riesgos en el aspecto de no llegar perdidos, de que no saben cómo está la economía, no saben cómo está la xenofobia, que nosotros vivimos mucho eso. Esa fue como la enseñanza que me ha quedado de haber pasado por estos países.
///
ACERCA DE LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS
LOS TRABAJOS Y LOS DÍAS es el podcast que conecta a los venezolanos globales. Todas las semanas conversamos con venezolanos que viven fuera de Venezuela, para que nos cuenten sus historias migratorias (sus procesos de adaptación, sus experiencias laborales y sus consejos para los próximos migrantes). Cada entrevista que hacemos es en una ciudad diferente del mundo.
Nos puedes encontrar todos los martes (o jueves) en www.lostrabajosylosdias.com y las principales aplicaciones de podcast, a partir de las 7:00 a.m. (Toronto).
RSS Feed: https://feeds.transistor.fm/los-trabajos-y-los-dias
DATOS DE GRABACIÓN
Audio: MP3/Mono/44100Hz/128kbps
Consola: Zoom LiveTrack L-8
Micrófono: / Shure SM7B.
DAW: Adobe Audition
Música:
Lee Rosevere:
“Music for Podcasts 1, 3 y 4”
Chris Hauge:
“Front Porch Blues”
“Bleeker Street Blues”
John Deley: “Beer Belly Blues”